A decir verdad, Yeonjun no recordaba la última vez que se sintió emocionado y asustado a partes iguales. Técnicamente estaba en un espacio abierto así que no debería de estar sintiendo como si el techo le fuese a aplastar y que las personas a su alrededor eran un peligro. Sin embargo, así se sentía. Las manos le comenzaron a sudar aún más haciendo que el cartel que sostenía se comenzará a arrugar.
Beomgyu se lo arrebato con una risa que no hizo nada por apaciguar sus nervios. Detrás de él, Hyuka hizo un comentario que no alcanzó a escuchar. El ruido de las personas que iban y venían se hacía cada vez más alto y molesto callando por completo las voces de sus amigos. Beomgyu pareció darse cuenta de su estado de pánico puesto que lo siguiente que sintió fue su mano en su hombro para tranquilizarle.
—No volveré a burlarme de ti — fue lo primero que Yeonjun dijo al ver la sonrisa de su amigo.
Beomgyu sonrió con suficiencia.
—Bueno, creo que realmente deberías de admirarme, me he vuelto un experto en esto — dijo inflando el pecho con orgullo.
—La primera vez que Beomgyu-hyung recogió a Taehyun-hyung lloró — comentó Hyuka.
Yeonjun soltó un bufido divertido.
—Se supone que era un secreto — gruño Beomgyu.
—No entiendo cómo pudiste hacer esto tres veces ya — comentó Yeonjun mientras trataba de quitarse el sudor de las palmas de las manos.
Beomgyu suspiro con cierto cansancio notorio en su rostro. Hyuka se acercó para darle un poco de apoyo moral.
—Taehyun es tan desconsiderado — dijo entonces con algo de rencor —mira que irse tres semanas de sus vacaciones a algún hospital en Suncheon y dejarme aquí.
—Hace una semana te dijo que fueras con él — señalo Hyuka y Yeonjun asintió dándole la razón.
—Se supone que va a aprender a un programa de apoyo voluntario de estudiantes de medicina — contestó observando a la nada — lo último que querrá es que esté esperando en la pequeña habitación para los voluntarios. Solo haré que se distraiga. Es diferente a que lo distraiga una vez al día por veinte minutos a que sepa que estoy ahí sin nada que hacer.
Para cuando Beomgyu alzó la vista, observó a Hyuka sonreírle con lo que parecía ternura plasmada en el rostro.
—Tan considerado de tu parte — dijo Yeonjun con tono irónico.
—Dijiste que ya no te burlarías — se quejó Beomgyu—. De cualquier forma, no podría tomarme tres semanas de vacaciones del trabajo solo por él — su voz se hizo un poco más camada tras eso dándose algunos segundos antes de decir — a veces, realmente odio al profesor que le ofreció la oportunidad.
—Creo que entiendo el sentimiento — dijo Yeonjun sumiéndose de nuevo en su propia miseria y el nerviosismo volvió.
—Al menos al mío no lo enviaron a otra zona horaria — dijo Beomgyu con malicia.
Su comentario le valió una reprimenda silenciosa del menor. Pero Yeonjun no le escuchó, demasiado inmerso en sus recuerdos. La diferencia en sus horarios había sido de ocho horas durante los últimos seis meses. Yeonjun se había sentido devastado cuando comprendió que en ocasiones sería realmente difícil coincidir. Al menos habían tomado mano de las redes sociales y el mensaje de buenos días que le enviaba a las tres de la tarde sería recibido a la hora correcta para Soobin. Su mensaje de buenas noches llegaría sin falta todos los días a las once de la noche.
Pero eso no era suficiente.
Coincidir era tan difícil, a veces simplemente quería tirar todas sus actividades por la borda y adecuarse al nuevo horario de Soobin. Pero él nunca se lo permitiría. Entonces recordaba su rostro el día que se despidieron, diciéndole que estaba triste porque no lo vería todos los días al terminar las clases, que no compartirían un beso siempre antes de dormir o que quizá no se acostumbraría a la comida alemana. Pero, sobre todo lo que se dijeron eso día, recordaba su voz cortada cuando le decía que por ningún motivo interrumpiera su vida por él. Que harían funcionar su relación de alguna forma y que lo que más quería era verlo y saberlo feliz y emocionado por su vida al final del día, como siempre hacía.
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You got me... I got you ||Yeonbin||
Fiksi PenggemarCon un mejor amigo envuelto en pesimismo, el novio del mismo con demasiada energía, la personificación andante de la indiscreción, una vecina entrometida y un crush despistado, lo último que Yeonjun necesitaba era una deuda que pagar y un concurso q...