You got me... I got you ||Yeonbin||

Broken

Soobin tenía el cabello rosa desde hace una semana, algo que Yeonjun no había podido sacar de su cabeza. Y es que, si Soobin ya se ganaba la mayor parte de sus pensamientos con una sonrisa, observarlo lucir aquel color era algo totalmente nuevo y dañino para su presión sanguínea. En los tres años de conocerse, Yeonjun solo había visto al chico cambiar el color de su cabello en dos ocasiones. Y en ambas, Jjunie había vuelto a enamorarse de él.

Si alguien le preguntase cuando se dio cuenta de que estaba enamorado de uno de sus mejores amigos, Yeonjun podía dar una fecha exacta: 15 de noviembre de hace 2 años. A pesar de que su amor había crecido lentamente, este no había dejado de hacerse más grande, floreciendo con constancia y determinación cada día. Y, aun así, él día en que se dio cuenta que deseaba con toda el alma hacer feliz a Soobin permanecía como un recuerdo memorable.

Ese día, Yeonjun estaba totalmente fascinado por sus resultados en la última prueba que había realizado y en su euforia casi no se da cuenta de la mirada cristalina de su amigo.

Casi.

Cuando Soobin entró en la cafetería que solían frecuentar en aquel entonces, parecía casi normal. Pero sus amigos pudieron darse cuenta rápidamente que algo estaba mal con el siempre tranquilo y usualmente templado chico. Con un corazón roto, Soobin no era el mismo. Entre hipidos y un bubble tea en la boca, comenzó a explicar lo que había pasado. Yeonjun solo pudo abrazarlo en varias ocasiones y aun con sus chistes malos, nada parecía levantar su ánimo y era algo normal tomando en cuenta lo sucedido.

Daehwi había terminado con sus dos años de relación. Sin dar alguna explicación, al menos no una que fuese lo suficientemente buena para Soobin.

—Es que aún lo quiero — explicó Soobin después de tomar otro pedazo de pan de la bandeja — dijo que podíamos ser amigos, pero ¿cómo sigues siendo amigo de alguien a quién solo quieres abrazar y besar y....?

Soobin comenzó a llorar fuertemente y Yeon se acercó rápidamente para consolarlo. Fue en ese momento que supo él tenía la respuesta; la tenía porque en más de una ocasión todo lo que quería hacer era tomar las mejillas de Soobin y probar sus labios suaves hinchados por su hábito de morderlos cuando se ponía muy nervioso.

Rápidamente, el enamoramiento de Soobin fue decayendo hasta desaparecer y Yeonjun comenzaba a tener esperanzas al ver como este no mostró interés en nadie más durante ya bastante tiempo. Ello no evitaba que se sintiera sumamente nervioso al lado del chico. Cualquiera diría que esa era la razón por la que lo estaba evitando durante esa noche, al menos hasta hacer crecer el suficiente valor para decirle –o gritarle, lo que sucediera primero– que estaba enamorado de él y que pensaba besarle hasta que les dolieran los labios.

Envuelto en la música y éxtasis de la fiesta en casa de Taehyun pudo sentir como comenzaba a perder un poco el temor ayudado de su buena amiga la cerveza, que le hacia el favor en esa noche, así que con el reloj marcando un cuarto de hora para las 4 de la madrugada comenzó a sentir la necesidad de buscarlo. Este tipo de fiestas se terminan lentamente, las personas se marchan poco a poco y el alcohol comienza a hacer caer conciencias. Al menos, así habían terminado en las pocas ocasiones cuando no había ningún percance. Si tenía suerte, y a juzgar por la hora, Soobin aún estaría en la mansión intentando sacar a Hyuka de su etapa más inconsciente de la borrachera.

Pero el chico parecía haberse evaporado, tomando en cuenta que le costaba muchísimo encontrarlo entre tantas personas. Aún había mucha gente en la mansión así que la fiesta estaba lejos de acabar y su amigo lejos de marcharse. Así que se sentó al pie de la escalera. Tenía tiempo. Al menos eso creía hasta que vio a sus amigos y otras personas que no conocía, empezar a abandonar la mansión de los Kang como si estuviesen corriendo una maratón y comenzó a pensar que algo muy malo había pasado. Parecía que al fin podría dar una fiesta que no acabará en desastre, pero no. El destino se traía algo en su contra.