V

6.6K 288 8
                                    

Ivanna

En estos momentos solo sentía asco de mi, me sentía completamente asqueada de mi persona, ya había estado viendo a mis alrededores pero no había nada por donde escapar, no tenía otra salida. 

Me hice bolita en una esquina y sentí mis ojos aguadarse, comencé a llorar desconsoladamente, mientras que solo podía pensar en mi vida, en todo lo que perderé.

Tenía que ser fuerte pero no podía, siempre fui fuerte pero esto ya era demasiado, dejé caer mi cabeza en la fría pared, en mi mente pasaban todos los momentos de mi vida, y todavía no sabía que querían de mi, solo sabía que lo más probable es que no salga viva.

— ¿Hay la muñequita está llorando? — Limpié mis lagrimas y a cómo pude me puse de pie, a pesar de el dolor en mis partes íntimas.

— ¿Que vergas quieres de mi? Mi papá y mi abuelo tienen todo el dinero de el mundo y cuando se enteren quien tiene a su hija, lo van a matar. — Dije recargándome en la pared.

Se acercó lentamente a mi. — Hay tú crees que todo se arregla  con dinero. — Me vio con lastima. —  Tu familia a mi me vale madres. — De un movimiento rápido, me agarro de el cuello y comencé a dejar de respirar.

Cuando por fin me dejo, pude respirar. — Chinga a tu pinche madre. — Dije tratando de normalizar mi respiración. — Puedes hacerme lo que quieras pero te digo algo, cuando te encuentren te van a hacer pagar de la forma más dolorosa que exita. — Sin medirme, traté de tomar su arma fajada en su pantalón.

— Ey, Ey. — Cuando estaba apunto de quitársela me golpeó fuertemente y tomó mis caderas bruscamente. — Tu vas a se mi mujer.

Reí sarcástica. — Yo nunca, oime bien, nunca sería la mujer de un pinche gato, que no sabe hacer nada. — Lo mire a los ojos y veía la furia, pero me valía madres. — Un pinche chalan, que nunca, nunca será como mi abuelo, por que el si tiene cerebro y inteligencia pa' mover la droga.

— ¡Cállate! — Me dio una fuerte bofetada. — Yo seré aún más grande que tu pinche abuelo. — Sentí mi sangre hervir. — Que solo es una puta fachada de el Mayo, uy te dolió. — A este punto, ni siquiera pensé en las consecuencias y me lancé a golpearlo.

— Nunca vuelvas a decir eso, tú eres un pinche bato que no tiene ni donde caerse muero. — Trato de alejarme pero era tanta mi ira que no me podía controlar. — Mi abuelo si es alguien conocido en el mundo de el narco.. — Sentí un fuerte golpe en la cabeza, haciendo que cayera a el piso, me miró con malisia y se fue acercando.

— Deberías de aprender a callarte Ivannita. — Cerré los ojos con fuerza cuando sentí como comenzaba a quitar mi blusa, trataba de forcejear pero era inútil, grite con todas mis fuerzas pero nadie me oía.

¿De que servía tanto pinche poder de ser la nieta de el Chapo Guzmán, si ahora cuando necesitaba no podía defenderme? Me sentía como una basura, a mi mente llegaban todos los recuerdos de mi vida, y más con Jesús, tal vez si no hubiere sido tan infantil ahorita estaría a salvo con el, y pensar que pueda con no volvamos a estar juntos, eso me duele como mil demonios.

(...)

Me recargue en la fría pared, mientras que pensaba en todo lo que pude haber hecho mejor, siempre fui buena hija, hasta que me metí con Mi Padrino pero yo nunca decidí enamorarme de él, nunca lo pedí, pero nunca me arrepentiré, jamás, pero creo que si estamos mal en todo lo que estamos haciendo. Seguí penando en todo lo que había pasado en esto últimos 4 años, y todo lo que había disfrutado con mi familia, cuando sentí como me jalaban de el brazo bruscamente. — Muévete. — Hice más fuerza para no moverme. — Patrón, no se quiere mover, y ya están a unos cinco minutos, son un chingo de camionetas de Iván y los Zambada, y todos los ántrax, está pinche plebe vale muchos. — Negué sarcástica, a el menos tenía la oportunidad de volver a ver a mi familia.

Golpearon fuertemente mi cabeza haciendo que perdiera el conocimiento una vez más, lo último que oí fueron varias detonaciones, mientras que alguien me cargaba como costal de papás.

(...)

Vicente

Es que no chinguen ¿Como no vamos a saber dónde está Ivanna? Ella no tiene problemas con nadie. — Dije sentándome a lado de Mayito, la culpa me estaba carcomiendo por dentro, solo quería volver a tenerla en mis brazos.

— Oye Iván ¿Y si Karen se la llevó? — Abrí Mis ojos grandes. — Qué tal si secuestró a su hija.

— No creo. — Iván negó. — Ella no se metería conmigo, sabe que su vida me vale madres, a mi solo me importa mi hija y ya. — Dejé mi cabeza caer por el respaldo.

— Hay que ponerle un chip o algo, por si las dudas. — Dije y Alfredo brinco de el sillón y saco su celular.

— ¡Lo tengo! — Todos nos levantamos rápidamente. — Ivanna tiene una de mis esclavas y todas tienen un chip rastreador, hay a veces soy una cosas bárbara. — Nos miró y Iván ya tenía otra cara.

— ¿Donde está? ¿Donde está mi hija? — Iván le quito el celular a su hermano.

— ¿Donde está? — Dije impaciente. — Voy a preparar las camionetas, nos vamos a salvarla. — Dije firme.

— Está en la sierra de Tamaulipas, es terreno de los Zetas, pero me vale madre, ella es mi sangre por ella también derramo. — Trató de darnos una sonrisa, pero salió más como una mueca.

Salí a dar órdenes a los muchachos, no iba a permitir que se llevaran a mi niña, jamás voy a dejar que le vuelvan a poner un dedo encima, jamás. Jale mi pelo frustrado, me dejé caer en una de las bancas, en estos momentos la extrañaba tanto, extrañaba su cuerpo, su prensencia, extrañaba todo de Ivanna, no puedo estar sin ella, así de simple, sin ella yo me muero.

(...)

Ivanna

Ja ¿Creen que mi familia se iba a quedar de brazos cruzados? Pues no mis cielas, se los van a comer vivos, por pinches pocos hombres. — Me moví una vez más, estaba en un tipo sótano con cuatro hombres y el pendejo de Ernesto, jamás pensé sentir tanto desprecio por una persona, pero si tuviera una arma no dudaría en matarlo, es un violador, con eso tengo para echármelo. — ¿Y tú? — Señale a Ernesto. — ¿De que forma crees que mi papá te valla a torturar? De una muy dolorosa ¿No? — Reí sin gracia. — Y créeme yo le voy  ayudar, y se va a arrepentir de haber nacido. — Escupí sangre en un rincón. — Por que yo creo que que solo son unos simples gatos ¿No? Cómo Ernesto. — Tenía que actuar valiente, aunque me estuviera muriendo de miedo. — O los va a agarrar la DEA, digo por que mi familia tiene contactos en todo el pinchi mundo. — Todos me miraron. — Pinches jotos. — Me tomó de el cuello y me levanto un poco.

— Tu eres nuestro seguro de vida. — Me volvió a dejar en el suelo y me tomó bruscamente.

— Ella nos va a salvar la vida. — Los cuatro sonrieron, en qué pedo estoy metida.

 — Los cuatro sonrieron, en qué pedo estoy metida

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Valió verga la Ivannita

Perdón por no actualizar :( Pero mi casa esta hecha un desvergue, pero voy a tratar de hacer maratón el sábado y espero hacerlo más largo❤️
Lxs Amx

-Bxrbie

Mi Padrino | Vicente Zambada | TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora