Mi Padrino | Vicente Zambada | TERMINADA

XVIII

Salimos de la casa, junto con los escoltas que nos ponía mi tío y los de Saúl para por fin irnos a Sinaloa, después de tanto tiempo volvería.

Me subí a ala camioneta y Saúl entrelazó nuestras manís y me dio una sonrisa, que igual le devolví pero en una mueca.

— ¿Estas bien? ¿Estás segura de querer volver? Por que si quieres nos regresamos. — Dijo y la camioneta comenzó a andar.

— No amor, estoy segura y quiero que Archi conozca a su familia materna, aunque van a llover vergazos. — Dije aguantándome la risa.

— Eso si. — Beso mi mano.

— ¿Y que has pensando de la boda? Yo pensé que sería mejor casarnos allá, para que nuestras familias vallan ¿Que te parece? — Le pregunte viendo el paisaje.

— ¡Si! — Se emociono y volvió a besar mi mano. — Nombre ahora si voy a conocer a tu familia ¿Crees que me quieran?

Me puse un poco nerviosa, lo que más me preocupaba era la reacción de Vicente, y se se ponía a sacar cuentas, sabría que Archi es su hijo, y se va a hacer un desmadre.

— Ehh. — Subí y baje los hombros. — Pues, a mi tío ya le caes bien, y supongo que a la demás familia también. — Le di un beso en la mejilla pero el me jalo del cuello y me dio un beso bien.

— ¿Y tu papá? — Me dijo después de que nos separamos por falta de aire.

— No quiero hablar con ese señor, traicionero como Judas. — Se comenzó a reír pero lo mire mal. — Y que me cambio ¿Y sabes que es lo peor? Que apenas ayer me enterré de que salió un hijo de mi edad, que ahora el muy puñetas se cree el dueño del circo, y que todavía le quiere dejar todo a el ¡Ni a de saber disparar el muy pendejo!

— Entonces vamos a ir a reclamar lo que te toca ¿No? ¿Como los terrenos? — No me contuve a reírme.

— Algo así amor. — Me recosté en su hombro y el acarició mi cara.

— Vas a ver que todo va a salir bien, y en unos meses nos vamos a estar casando. — Beso mi frente.

Cerré los ojos y solamente sentía como Saúl dejaba caricias en mi cuerpo. Pero todavía aunque Saúl sea la mejor persona del mundo ¡No me lo puedo sacar de la mente! ¿Que chingados me habrá hecho como pa' que no me lo saque de la cabeza? ¿Me habrá hecho un amarre? Ahí Dios ¿En que cosas pienso?

Después me comencé a quedar dormida hasta que llegamos a la pista, sentí como me movían y abrí los ojos.

— Ya llegamos amor. — Asentí y me baje más dormida que despierta.

Me subí a el avión y después se subió Saúl con Archi en brazos y se sentó a mi lado, y me volví a dormir.

Ahí te voy Sinaloa.

(...)

Baje con ayuda de Saúl de la camioneta y mire a mi alrededor, había varias camionetas de seguridad, pero mi tío Alfredo me dijo que el y mis abuela me recibirían ¿Quien más estará? Solo le ruego a Dios que no sean quien estoy pensando.

Saúl me tomó de la cintura y me pego a el, me dio un beso y después me abrazo. — Todo va a estar bien, te lo prometo. — Le sonríe y comenzamos a caminar, mientras que llevaba a Archi de la mano conmigo.

Entramos a la casa y pasamos a la sala, Dios que suerte tengo como pa' que esto me pase a mi.

— ¡Mi niña! — Mi abuela grito y rápidamente me abrazo y las dos comenzamos a llorar.

— Hola.. ¡Volví perras! — Mi abuela me dio un golpe en el hombro riendo y mi tío se carcajeó.

Aquí estaba casi toda la familia, y también estaba Vicente y don Mayo, que se le quedaban viendo mucho a Saúl, y Vicente estaba más pálido que la chingada.

— Familia, les presentó a Saúl, el dueño de mis quincenas. — A Ivan se le cayó la cerveza que estaba tomando y a Vicente se quedó con los ojos blancos y la mirada como si quisiera matarme. — Y el.. Es mi hijo, nuestro hijo, les presento a Alfredo Archivaldo.

— ¿¡Alfredo!? — Ivan grito. — ¿Por que le pusiste así?

— Por que mi tío si me quiere y me cuida, y no me abandonó nunca. — En un cerrar de ojos, Archi corrió hacia mi tío.

— ¡Abuelo! — Grito y su abuelo lo cargo, ahora todos estaban con los ojos cuadrados, creo que ya me arrepentí.

— ¿Saúl.. Qué haces aquí? — Preguntó Don Mayo.

— ¿Lo conoce apa? — Preguntó Jesús y luego me miró a mi con tristeza.

— Vicente.. ¿Te acuerdas de Mónica? Tu novia o lo que sea, la que era hija de un narco. — El asintió. — Pues el.. Es tu hijo, ella nunca te lo dijo.

Oh shit, me chingue al papá y al hijo.

Me lleva la mano a la boca y comencé a pensar en todo, ¡Tanto pendejo que ahí y fui a meter con su hijo! Y ni sabía, lo peor del caso.

— Pos aquí ya enparentamos todos ¿Que no? — Dijo mi tío Ovidio haciéndome reír y luego ponerme seria.

— ¿Entonces.. Tú te vas a casar con Ivanna y ese plebe es mi nieto. — Saúl tardó tantito y luego asintió, ni supiera que en realidad es su hijo y que Saúl y Archi vienen siendo hermanos.

— Dios bendito. — Dijo mi abuela.

— Bueno entonces ¿Que? ¿Está quien es o que? — Entre cerré los ojos y luego me vista viajo a un plebe como de mi edad, a este cabron es por quien viene.

— Mira estos son pedos de familia, así que Amonos a chingar a su madre de aquí.

— Pues yo soy hija del dueño del changarro. — Solté una carcajada

— Pues yo soy Ivanna, nieta del dueño de el circo así que me vas respetando, que vine por lo que me pertenece que no se lo voy a dejar a cualquier pendejo. — Ahora todos me estaban viendo. — Y no te voy a dejar por lo que mi abuelo y mis tíos se partieron la madre tantos años.

— ¡Eso mamona! — Me grito mi tío Ovidio.

— ¡Esa es mi prima chingado! — Grito Edgar.

— ¡Hasta que alguien puso en eso lugar a este pendejo! — Grito Joaquin y chocamos puños.

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Voy a extrañar escribir aquí, pero nos hiero llorar jajajajaj