Capítulo 21

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—No me evites, mujer.

¿Cómo no lo evitaría?

Acker me destruyo en cuestión de segundos. Tiene el poder de hacerme trizas, con su pecaminosa boca, con su atractivo desgarrador que roba cada aliento que respiro.

Acker es el mal que quema. Que me engulle y que inteligentemente debo evitar antes que cometa un error que me cueste todo.

Solo ahora me doy cuenta que el peligro siempre estuvo junto a mi.

—...ujer.

Observo los labios que pronuncian palabras que no entiendo. Aturdida por mis profundos y desastrosos pensamientos.

—Déjame en paz —Es todo lo que puedo contestar—. ¿Por qué no te la follas, eh? ¿O ya lo hiciste? Para tu información he tenido penes más grandes que el tuyo.

Mentiras y más mentiras.

Su expresión se ensombrece.

—Maldición.

—¿Te duele? —Me acerco. No puedo contener el trémulo de emociones queriendo desbordarse—. ¿Te quema, Acker? —Tomo su callosa mano y la presiono contra mi pecho, justo encima de mi corazón—. ¿Aquí? ¿Te duele tanto como a mi? ¡Como me sentí cuando pensé en ti follandote a esa mujer! —Golpeo mi pecho contra su palma, me tiemblan los labios, estoy siendo tan crudamente emocional—. ¿Quizá debí follarme a Kreu—

Los labios de Acker chocan con los míos antes que pueda responder. Su boca me devora, capturando mis labios con salvajismo, mordisquea mi labio inferior jalándolo y luego lame aliviando el escozor. Su lengua acaricia la mía mientras sus caderas empujan contra mi.

Me siento derretir contra sus fuertes brazos acerados. Mi resistencia disminuyendo rápidamente.

—Acker...

No. No puedo.

Me separo.

—Bastardo.

Los ojos ahora oscuros brillan, acaricia mi mejilla como si yo fuera lo más precioso para él y lo odio. Odio que mi corazón lata de esa forma.

No caeré de nuevo.

—Ella es mi hermana.

¿Eh?

Atónita apenas proceso la información. Más que nada es la conmoción.

—¿Que?

Acker frunce el ceño, disgustado por mi reacción.

—Somos de la misma raza. Nacimos juntos, es mi única familia, mujer. Eres la única hembra para mi. —Sus palabras feroces contienen un matiz desesperado—. Mi pequeña humana, créeme, mira. —Toma mi mano y la guía hacia su erección—. Esto es tuyo. Mi semilla te pertenece hasta que pueda plantar vida en ti. —Acaricia mi vientre, sus facciones rozando lo primitivo y sobre protector.

Boquiabierta mi cerebro aún procesa todo.

—Ella es más importante. —Decido de inmediato. En cuanto Fesha apareció junto a él cambió y para que Regak le guarde resentimiento esa mujer debió hacer algo muy malo—. No voy a dejarte elegir. No me toques, Acker.

Me aparto con brusquedad. La expresión arrogante de Acker ha desaparecido y me mira, rogándome que no lo haga, que no lo aleje.

—Es mi familia. —Insiste frunciendo el ceño.

—Si, bueno, tú hermana me mira como si yo fuera la cena y con ella aquí se nota quien es la prioridad. —Fingiendo indiferente coloco un cabello detrás de mi oreja.

Conquistando a la bestia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora