"Es normal perder la cabeza de vez en cuando"
—Regak.No sé cuánto tiempo ha transcurrido desde que los gruñidos inundaron el abundante bosque. El silencio vuelve a reinar aunque por las posturas tensas de Regak y Kreuk no puedo celebrar y tranquilizarme del todo.
Y de la nada una silueta se abalanza sobre uno de ellos.
—¡Están aquí! —grita Kreuk debajo del cuerpo. Forcejea y me mira con sorpresiva preocupación—. ¡Corre! ¡Acker te encontrará!
No lo pienso dos veces. Mis piernas son como los de un cordero pero no me detengo, me impulso corriendo por el bosque sin fijarme en mirar hacia atrás, la euforia me mueve como un segundo reflejo. Espero no tropezarme como en las películas de terror.
¿Y donde carajos esta Acker?
Gran protector.Esquivo ramas a diestra y siniestra, ¿de donde salen tantas? No es una puta selva. No tiene sentido.
Me detengo cuando veo un río, el ruido de la cascada es algo tranquilizante. Me pregunto si las bestias saben nadar, algo me dice que es obvio que si pero la parte irracional de mi cerebro afirma que no.
No lo pienso dos veces. Me tiro al agua.
El agua se ve cristalina y no parece muy profunda así que me quedo sentada en la orilla con el corazón acelerado. Me quedo sentada allí con el agua fría mojando mis piernas y trasero, los vestigios de la adrenalina asentándose en mi sistema.
—Huelo a una humana cerca.
Mierda.
No es la voz de las bestias que conozco y el sonido suena demasiado cerca para mi protección. Se que y ellos no están aquí precisamente para charlar conmigo.¿Donde carajos esta Acker?
Las pisadas suenan más cerca e inmediatamente el miedo invade mi sistema. Se que debería actuar de una forma más calmada pero me es imposible, no ante la posibilidad de morir, mis ojos recorren a mi alrededor buscando en vano algo con lo cual defenderme, algo para hacerle frente a mis atracadores.
Una mano cubre mi boca y me saca del agua, arrastrándome hasta que quedo fuera. Yo pataleo como puedo, empujó con fuerza, y doy codazos moviéndome con desesperación, intentado deshacerme del agarra firme del individuo. Nada sucede, no se mueve.
—Quédate quieta. —La voz grave de Acker en mi oído es todo lo que necesito para recuperar el aliento y que la calma me produzca una sensación cercana al alivio. Mi pánico disminuye gradualmente hasta que sólo está la vaga sensación amarga—. Así, pequeña humana.
Muerdo su mano en respuesta. Él no protesta, más bien me acomoda en su regazo, ambos escondidos detrás de un árbol. Los arbustos ayudan a quedarnos incógnitas y ver de primera mano las dos siluetas buscándome por el río, olisquean el aire como si captaran mi aroma.
—Hueles tan delicioso. —La voz ronca de la bestia detrás de mi me causa calidez por todo el cuerpo. Muerdo mi labio inferior por la sensación electrizante—. Me arrepiento de no devorarte.
Las llamas se apagan de golpe.
¿Podría ser más estúpida? Habla de mi como si fuera la cena, de la forma en que yo me expreso de la ensalada de papas. De todas formas no hay mucha diferencia entre él y las bestias que me buscan, no debo olvidar eso en ningún momento.
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Conquistando a la bestia
ParanormalConocido como el bosque de las bestias en el pueblo ishigal. Los sacrificios humanos están aumentando para apaciguar la hambre de los monstruos. Krista Wembley ha vivido con temor desde que tiene memoria y su peor pesadilla se hace realidad cuando e...