—¿Que es?
Me incorporo de inmediato, mirando alrededor y buscando el peligro que Acker percibe.
Pero no responde y los segundos que pasan se me hacen exageradamente largos.
Un gruñido se eleva por su garganta al mismo tiempo que una figura traspasa la cascada.
No es Regak ni Kreuk. Ni siquiera Fesha.
No es humano mucho menos.
Una bestia. Una capa desgastada y rota cubre su rostro, garras ensangrentadas sosteniendo una probable tráquea eriza mi piel, la bilis sube por mi garganta y debo apretar los labios para no hacerlo.
Acker se coloca protectoramente frente a mi.
—Vete. —Adiverte en tono peligroso que ya conozco como la palma de mi mano—. Si no quieres morir desaparece.
—Sabes que no puedo hacerlo, Acker —La respuesta seca del desconocido más que sorprenderme me conmociona porque su rostro queda a la vista y su voz rasgada traspasa lo doloroso. Ojos de diferentes tonalidades, una cicatriz atravesando su garganta, es evidente el porqué de su voz rota.
La herida en su garganta dañó parte de sus cuerdas vocales.
La bestia de rostro duro, cruel e incluso rozando lo perverso, un villano con un ojo azulado y otro de un gris tormenta. Labios curvados en una mueca de desprecio trasmiten un aire despectivo dirigido a mi hombre.
Y sin embargo podría considerarse atractivo.
—Quiero matarte —Acker se ríe, bajo y profundo en respuesta—. Realmente he querido matarte desde aquella vez, Mikkal.
Se conocen decido al caer en cuenta del modo en que se hablan. Estoy frustrada por no entender nada y ver la interacción como un partido de tenis.
—¿Que está pasando? —susurro apretando el brazo de Acker—. No estoy entendiendo nada, ¿es peligroso?
—Quédate atrás, mi pequeña humana —Me esconde cariñoso, el lado que solo guarda para mi. Diablos, me estoy enamorando mas.
Los ojos de diferentes tonalidades finalmente recaen en mi y un destello de asombro inundan sus orbes.
Da un paso hacia adelante completamente consciente de cómo el cuerpo de Acker se tensa. Los músculos volviéndose rígidos ante el peligro.
—¿Ya no comes humanos? Absurdo —Ladea la cabeza volviéndose a repasarme acompañado de una expresión neutral—. Los humanos no deberían mezclarse con las bestias de Ishigal. Somos repulsivos y engañosos.
Muerdo mi labio inferior incapaz de refutar sus palabras. No estoy segura de las demás bestias, no obstante, si de mi Acker.
—Acker no es así —Respondo bruscamente.
—¿No? ¿No eres engañoso, Acker? ¿O incluso repulsivo?
—Cállate, ni siquiera deberías hablarle o mirarla. Es mía, mi mujer humana y he plantado mi semillas muchas veces en su vientre. —Acker gruñe cabreado.
Dios.
¿Debería besarlo a patear su culo pomposo?
—¿Tú mujer? Las bestias no pueden tener humanas.
—Yo la tengo —Me rodea, sus grandes manos envueltas en mi cintura, el calor proveniente de su contacto enciende cada partícula de mi.
Mikkal balacea la tráquea en su mano y se la tiende a Acker.
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Conquistando a la bestia
ParanormalConocido como el bosque de las bestias en el pueblo ishigal. Los sacrificios humanos están aumentando para apaciguar la hambre de los monstruos. Krista Wembley ha vivido con temor desde que tiene memoria y su peor pesadilla se hace realidad cuando e...