Lum escapa de sus secuestradores en el planeta Tierra, y es gracias a Ataru Moroboshi que logra poco a poco recuperarse de todos los traumas que le dejó esa experiencia, ¿será ese el inicio de un amor? Descúbrelo en esta historia.
*Los personajes le...
Aclaraciones: En este fanfic, no sucederá el exorcismo que Sakura se hace así misma para pasarle sus tormentos a Ataru. Sin nada más que aclarar, empezamos con el capítulo.
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Habían pasado unos días desde que Lum había empezado a vivir en la casa de los Moroboshi. Lum había dejado de tener pesadillas tan seguido, un alivio para todos porque signficaba un avance bueno para ella. Ataru por su parte había disminuido en gran medida su caza de chicas, quizá por lo ocupado que estaba tratando de resolver su tristeza por el rompimiento con Shinobu, aunque claro, no podía dejar de evitar ir tras una chica que se le hiciera extremadamente hermosa.
—¡Ataru! ¡El almuerzo! —Exclamó la Sra. Moroboshi mientras veía como su hijo se devolvía por el.
Lum por su parte, observaba la escena que estaban haciendo esos dos.
—Iba olvidar lo más importante —Decía agarrando su comida— Hasta luego mamá, hasta luego Lum, nos vemos al rato —Se despidió rápidamente para salir corriendo.
—¿Donde tendrá la cabeza ese chico? —Decía preocupada su madre.
Lum se estaba riendo, poco a poco se volvía costumbre para ella ver este tipo de escenas cada mañana, si no era por su almuerzo, era por su bolso.
—Ataru es un chico muy gracioso —Mencionó Lum, lo cual la madre sonrió.
—Aunque a veces muy idiota, vamos Lum, hay mucho que hacer como siempre —Decía está entrando junto Lum.
La madre de Ataru se encontraba feliz por tener a alguien más ayudándola en la casa, hacer los quehaceres sola resultaba algo aburrido, pero ahora era más divertido con la compañía de Lum.
—Entonces sigame contando señora, ¿qué pasó después de aquella cita con el Sr. Moroboshi? —Preguntó con una sonrisa mientras sacudía unas sábanas antes de ponerlas a secar.
—Después de esa cita el y yo nos hicimos oficialmente novios —Respondió con una sonrisa la madre de Ataru, recordar aquellas épocas la ponían feliz— ¿Tu has tenido novio, Lum? —Preguntó con curiosidad mientras ayudaba a Lum.
—¿Eh? —Se sonrojó un poco por la repentina pregunta, pero luego puso una cara de desagrado— De hecho, estuvo comprometida, pero cancelé ese matrimonio, me di cuenta que con el que me iba casar, era muy superficial, aparte solo le importaba y amaba la comida —Decía fríamente.
—¿Tan malo era? —Preguntó impresionada por la actitud de Lum.
—Si que lo era —Decía disgustada.
—Bueno, lo importante es que tomaras la decisión correcta querida —Decía la madre de Ataru mientras terminaba de poner a secar todas las sábanas— ¿Sigues teniendo pesadillas? —Preguntó algo preocupada, Lum varias veces la ha levantado por los gritos que da al tener ese tipo de sueños.
