Cap. 23 - Camaleón (Tercera temporada)

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Otro verano había pasado.

Scarlett había llegado alegre al set. A ella le encanta la familia que había formado cuando llego aquí. Su hermana le rogó que la llevara, porque aún no comenzaban las clases. Mas la castaña se había negado porque quería saludar a todos primero. Pero tampoco llevo a Baymax. Así que no era tan malo.

Al llegar, abrió la puerta con su llave y logró ver a todos los del equipo.

— ¡Scarlett! — exclamó Thomas. — Bienvenida.

— Gracias, Thomas, igualmente, ¿cómo van con la escritura?

— Oh si, muy bien. — mencionó. — Por cierto, ¿viste a Jeremy?

— Nop, ¿por qué?

— Nada solo que dio spoilers... otra vez.

— Ahh... por eso mi hermana me hablaba de algun spoiler que no sé de que era. — hizo una pausa. — Igual, descuida, por eso es el señor Spoiler y el segundo padre de la serie.

— Está bien, bueno iré a buscarlo. Te veo luego.

— Bye, Astruc. — lo saludó y choco con alguien. — Oh lo lamento... — lo miró. — ...Daniel.

La mujer sonrió y él al verla también.

— ¡Scarlett! — exclamó y la abrazó alegre. — Me alegra verte de nuevo.

— A mí también. — le correspondió.

— No lo creerás, pero durante este verano, me encontré al idiota director del set del otro barrio.

— ¡¿Qué?! ¡¿Cuándo?! — exclamó. — ¡Si te hizo algo juro que lo mataré!

Daniel comenzó a reír y se detuvo al ver la expresión confusa de la directora.

— E-es que... tú solo sabías su apellido, ¿o no?

— Pues si, ese Anderson lo cobrará caro.

— Pues, cuando me lo encontré descubrí su nombre.

— ¿Cuál es?

— Bryan Anderson. ¿Recuerdas a tu amiga que apareció después del día de playa? Ella dijo que se casó con Bryan, ¿es él?

Scarlett abrió la boca hasta el piso y la cerró para llamar a su amiga.

— Vaya me sorprende que no sepas el apellido del esposo de una de tus mejores amigas. Y... ¿no estuvo contigo en la secundaria?

— Lo siento, a veces olvido nombres. — respondió tomando su teléfono. — Y fue en el último año.

— Llámala y veamos si es así. — comentó divertido, ya que le resultaría graciosa la situación.

— N-no... no puede ser posible. — marcó el número hasta que contestaron. — Hola Juliet, quería saber si tu esposo Bryan tiene el apellido Anderson.

¿No sabes el apellido de mi esposo? — cuestionó la de ojos celestes.

— ... N-no. — confesó avergonzada.

Bloopers [AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora