Cap. 28 - Chat Blanc

530 45 101
                                    

Adrien estaba emocionado, se había probado el traje de Chat Blanc antes y le quedó perfecto. Ahora estaba siendo maquillado por un hombre y una mujer. Ambos se intercambiaban palabras entre sí para ver cómo quedaba Adrien.

— Y... ¡ya está! Perfecto. — sonrió la maquilladora.

— Yo creo que le falta un poco más de blanco, Rachel. — mencionó el hombre de cabello negro con ojos verdes.

— Yo pienso que va a parecer un fantasma si le seguimos poniendo blanco, Ethan. — le contradijo la de rubio oscuro con ojos marrones.

— Y yo creo que está bien. — se interpuso Adrien. — Gracias chicos, ya estoy listo.

— Bien, entonces ¿grabarás así las escenas de Adrien?

El rubio se fijó que no podía interpretar a Adrien maquillado así. Les dijo que le sacaran el maquillaje y se lo volvieran a poner luego. Total, lo habían hecho como prueba para ver cómo quedaba para cuando deba interpretar a Chat Blanc.

— Bien, debo irme, gracias chicos.

El conocido ojiverde se retiró de su camerino para poder ir a comenzar sus escenas.

























~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.

Las amigas de Marinette estaban enfrente de la Torre Eiffel. Juleka, Rose y Mylene estaban sentadas en un banco. Alix estaba patinando haciendo six-sax en unos conos de plásticos. Y la mejor amiga de la azabache estaba parada emocionada.

¡Hoy es el día! Puedo sentirlo. — mencionó Alya.

Te apuesto mis patines a que no lo hará. — dijo Alix.

Y yo apuesto mi peluche favorito a que sí. — le respondió Rose.

— ¿Tienes un peluche favorito? — le preguntó Juleka.

— ¿Tú no?

— ¡Corte! — exclamó la directora.

— Yo tengo uno. — confesó Daniel. — Es un panda.

— Awww... — murmuró Scarlett pero se aclaró la garganta para que nadie lo notará. — Quiero decir, yo también tengo uno. Es una oveja rosa y me encanta.

— ¿En serio? ¿Cómo se llama? — cuestionó el camarógrafo a su lado.

— Se llama Rodrick...

De pronto se hizo un silencio algo incómodo para la directora, así que tomó su megáfono e hizo lo que siempre hace.

— ¡Volvamos a la escena! — gritó la de ojos cafés.

— Awww... — susurraron algunos al ver el sonrojo de la directora.

— ¡Cállense y trabajen!

























~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.

El rubio tomó el objeto que tenía en su cama, se había sorprendido al ver a la heroína saliendo por su ventana.

Bloopers [AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora