Alejandra Rivera una famosa empresaria dueña de una Fábrica de chocolates muy importante en Estados unidos.
Lucía Sandoval una joven que a decidido viajar a Estados Unidos para poder superarse y sacar adelante a su familia después de la muerte de s...
Estamos en el auto de Mariana de camino al restaurante para poder cenar y celebrar que había conseguido el empleo. Yo ya había llamado a mi papá y a Diana para poder contarles que había obtenido el empleo y ellos se pusieron demasiado felices por mí, los extrañaba mucho, pero tenía que seguir luchando por ellos, por el que no les falte nada y que tengan lo que se merecen. La verdad yo ya no tenía mucho apetito, se me había quitado después de ver a Sam besandose con Ale. Aunque me cueste aceptarlo ¡Ale me está gustando y mucho! Es que desde el ascensor no pude evitar sentir una conexión con ella, quisiera ver esos ojitos verdes cada vez que despierte, si lo sé soy muy cursi, pero Ale me hace sentir una revolución de mariposas cada vez que la veo sonreír, cuando está concentrada, ¿Que me pasa? Se que es el primer día que la veo, pero sobra decir que esa bobería que veía en las películas románticas de "amor a primera vista" se había hecho realidad hoy conmigo. Pero a la vez se que tengo que sacar a Alejandra Rivera de mi cabeza, yo vine aquí a trabajar, además porque ella tiene algo con Sam y por lo visto con muchas chicas más. Cerré mis ojos y suspiré profundo al pensarlo, yo no quería llegar a verme como Sam, ella que la pasa tan mal porque Ale no le corresponde y si no le corresponde a ella que es tan guapa y de muy bonita forma de ser, ¡Mucho menos lo hará conmigo!
-Oye Lu ¿Te parece si mejor vamos a celebrar a un antro?- la voz de Mariana hizo que saliera de mis pensamientos y la verdad la idea de ir a un antro no me era mala. Apesar de que apenas es lunes pero necesito sacar a Ale de mi cabeza ¡Para no volverme loca!.
- ¡Claro Mar es una excelente idea!- le dije sonriendo y tocando la bocina ella solo rio ante mi acción.
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Habíamos llegado al antro que se veía que tenía muy buen ambiente y según Mariana lo acaban de inaugurar. Estuvimos bailando y bebiendo Mariana y yo. Me estaba divirtiendo mucho la verdad tenía tiempo de no salir a bailar. Había decidido irme a sentar en una de las mesas ya que me había cansado un poco, Mariana se había quedado en la pista bailando con un chico alto, con el cabello rubio y musculoso, nos dijo que se llamaba Johan, la verdad se veía que era un buen tipo y mi amiga estaba risa y risa bailando con el, ya habia perdido la noción de la hora aunque parecía que no era tan tarde.
Me levanté de mi lugar para empezar a bailar de nuevo y se me acercó un chico de cabello negro, y un poco alto y musculoso, me dijo que si quería bailar con el y yo acepté. Nos dirigimos a la pista de baile y mientras bailabamos el empezaba a acercarme más a el. Sentí como había bajado su mano hasta mi glúteo y lo apretó con fuerza, yo me solté inmediatamente y le di una cachetada.
-¡Sueltame idiota!- le dije muy furiosa, pero el me agarró del brazo muy fuerte.
-¡No lo creo bonita!- me dijo riendo y forzando más su agarre.
-¡No escuchaste que la sueltes, Estupido!- escuché una voz conocida y volteé a ver y era ella ¡Era Ale!
- ¡No te tengo miedo! Yo puedo con las dos- dijo el chico lamiéndose su labio al ver a Ale y vi como ella lo apartó de mí, lo agarró por el cuello de su camisa y lo levantó con ambas manos.
- ¡Yo tengo Pene Idiota! ¡Y te apuesto que es muchos más grande que el tuyo! - escuché que le habia dicho Ale y abrí mis ojos muy sorprendida, me quedé con la boca abierta ¿Escuché bien? ¡Ale tiene Pene! Pensé y no pude evitar sonrojarme por aquel pensamiento.
-¡Aléjate de mi fenómeno!- le dijo aquel chico escupiendo a Ale y poniendo su cara de Ascó.
-¡Este fenómeno! ¡Se cogería a tu madre imbecil!- le dijo Ale riendo y pateandolo en sus partes privadas y dándole un golpe en la cara, ¡Se veía tan ruda y sexy a la vez! Sin darme cuenta había mordido mi labio inferior, pero me asusté al ver como el chico había golpeado a Ale y le había roto el labio, pero ella no se dejó y lo levantó con ambas manos del cuello de su camisa y lo tiró en una de las mesas, el chico cayó quejándose por el dolor y Ale volvió a golpearlo hasta que casi lo dejó inconsciente.
Corrí hacia ella, la separe de aquel chico y le pregunté si estaba bien, ella asíntio con la cabeza dándome una ¡Una sonrisa hermosa! ¡Diablos, me encantas Alejandra Rivera! Pensé al verla era tan hermosa, nunca había imaginado que tenía Pene. Busque a Mariana en todos lados pero no la encontré y revise un mensaje donde decía que iría al departamento del chico para seguir la fiesta, yo negué con mi cabeza y sonreí al ver ese mensaje.
- ¡Ale! Necesito curarte ese labio, vamos a mi departamento- le dije acariciando su cabello y ella asintió.
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-No sabía que eras boxeadora- le dije a Ale mientras iba por el botiquín y ella sonrió.
- Hice lo que se tiene que hacer cuando una hermosa dama está en peligro- dijo riendo y acomodándose en el sillón y yo no pude evitar sonrojarme, agradecí el que no pudiera verme en este momento.
Saqué un poco de alcohol y algodón del botiquín, empecé a rosar su labio con el algodón, sentí su mirada puesta en mí y fijé mi mirada en sus hermosos ojos verdes, mi corazón tan traicionero como siempre empezó a latir rápidamente al momento de perderme en sus ojos, vi que ella desvío su mirada de mis ojos a mis labios y yo hice lo mismo ¡Dios sus labios! ¿Que se sentirá besar a Alejandra Rivera?
