¡DAME CHOCOLATE ! - (Luciale)

CAPITULO 46

Pov Tania

Este fin de semana me la había pasado poniéndome al corriente de la la empresa, estudiando su PODIC. Dejé la laptop a un lado de la cama y en el momento que cerré mis ojos Ale se me vino a la mente, ¿Que estarás haciendo ahora bebé? Pensé y solté un suspiro. Pensaba una y otra vez en ella mientras miraba el techo. El amor que siento por ella sin duda alguna se intensificó al momento de verla, hasta ahora no hemos hablado pero el día que lo hagamos le expresare todo el amor que siento por ella. Me levanté de mi cama y decidí ver una película para matar el tiempo. Escuché que tocaban mi puerta y decidí pararme para ir a ver de quién se trataba.

- ¡Señora! ¿Usted?- le dije a la persona que se encontraba enfrente mío.

- Veo que los años te acentaron muy bien querida- me saludo con un beso en la mejilla.

- Usted tampoco se ve mal señora. Pero pase ¡por favor!.

- ¡Gracias! querida. Y porfavor quítame el señora.

- De acuerdo Reme- le dije a la mamá de mi ex novia invitándola a sentarse y llevándole un poco de agua.- ¿Y bien? A qué debo el honor de su visita.- me sorprendí que supiera en donde me encontraba y de que estaba ya en Los Ángeles.

- Tania, Rubén me comentó que habías regresado a los Angeles para recuperar a mi hija de nuevo ¿Qué tienes para decirme al respecto?

- Reme, la verdad de todo esto es que no pude olvidar a Ale. Cada día que pasaba pensaba mucho más en ella. La amo como no tiene una idea. Cuando volví a verla, sentí como si jamás me hubiera ido. El sentimiento que tenía ahora era mucho más fuerte, la distancia me ayudó a madurar y aprender de mis errores. Por eso quiero que ella me pueda perdonar y empezar de nuevo.

- Tania, debo admitir que me sorprende que hayas regresado y sobre todo que compraras las acciones de Rubén para estar cerca de Ale de nuevo. Veo sinceridad en tus ojos al decir que amas a mi hija- Remedios tomó mi mano.

- Lo estoy siendo. Ale es el amor de mi vida y no tiene ni idea de cuánto me arrepentí cada día que estuve lejos de ella- limpie una lágrima que se había escapado de mis ojos.

- Me agrada escuchar eso y además está de sobra decir que entre tú y la trepadora que está con mi hija, te prefiero mil veces a ti. ¡Osea solo ve que gran diferencia! Se nota lo fina y de clase que eres, no como esa supuesta novia caza fortunas que está detrás de mí hija- abrí mis ojos como platos al saber que Ale tenía novia ¿Será esa chaparrita castaña? Pensé al recordar la escena de aquel día en la sala de juntas.

- ¿Usted Sabe quién su novia?- le pregunté muriéndome de ganas por saber si era quien yo pensaba.

- La verdad no la conozco, pero con lo que me dijo Sam me basta para saber que no quiero que mi hija este con ella. Así que ¡Tania no dudes que tienes mi apoyo para estar de nuevo con mi hija!-. Remedios me dio un grato abrazo.

- ¡Gracias Reme! No sabe lo feliz que me hace saber que cuento con su apoyo. No dudé de que Ale y yo volveremos a estar juntas.

- ¡Lo se hija! Eso no lo dudó. Se que mi hija no a dejado de amarte.

- ¡Eso espero!- le dije despidiendome de ella.

Me quedé pensativa con lo que me dijo Remedios. Se que Ale después de lo que le hice no quiso saber nada más del amor y que sólo tenía sexo ocasional con chicas. Cosa que me molestaba pero sabía que no tenía el derecho de reclamar, pero era preferible eso a que tenga una novia ahora. ¡Pobre chica! No sabe que la verdadera dueña de Alejandra Rivera soy ¡Yo!

Pov Lucía

Recibí un mensaje de Mariana diciendo que necesitaba los cuidados de su mejor amiga, porque estaba enferma. Así que le dije a Ale que hoy no podía quedarme a dormir con ella. Fue muy comprensiva al respecto, porque sabía que Mariana es como mi hermana.
Ale se ofreció a llevarme a mi casa y en cuestion de unos minutos ya me encontraba en enfrente.

- ¡Te extrañare hoy princesa!- hizo un puchero.

- Yo también amor, pero debo cuidar de Mar. Mejor dame mi besito porque...

- Si no te doy tu besito, no puedes dormir- termino la oración y se acercó a mí para que nos besaramos. Me despedí de mi novia y salí de su auto, para entrar a mi casa. Abrí la puerta y me encontré a Mariana en el sofá acostada, me acerque a ella y toque su frente. Tenía fiebre, le di un beso en su frente, ella abrió los ojos y me sonrio.

- ¡Perdón por arruinar tu noche Lu!- tosio y se levantó del sofá.

- No arruinaste nada, tu salud es muy importante para mí. ¿Ya tomaste algo?- volví a tocar su frente.

- No Lu, no me gusta la medicina.

- ¡Lástima Mariana! Porque quieras o no, tendrás que tomar algún medicamento. Iré a la farmacia del centro comercial para comprarte algo.- ella a regañadientes aceptó. Tomé las llaves de su auto y me fui hacia el centro comercial para poder comprar algo para bajarle la fiebre.

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Llegue al centro comercial y estacione el auto. Salí de el y entre rápidamente al centro comercial ubicandome en la farmacia. Compré varios medicamentos, que la señorita muy amablemente me había recomendado para la fiebre y salí distraída leyendo las indicaciones. Cuando escuché aquella voz reconocida.

- ¡Vaya! ¡Vaya! Pero que disgusto encontrarte Lucía- Sam me dijo acercándose más a mi con sus bolsas en señal que había ido de comprás.

- ¡Lo mismo digo Sam! Así que no tengo porqué estar viendo tu carota de lagartija ¡Permiso!-. traté de irme pero ella me detuvo.

- ¿Sabes que recibí una noticia amarga, pero que a la vez me lleno de felicidad? Me imagino que sabes de qué estoy hablando-. me dijo riendo.- Me enteré que Tania regreso y... Mi querida Lucía yo te dije que tú karma llegaría y ¡Sorpresa! Ella es tu karma. Así que me imagino que tus días junto a Ale están contados, porque me enteré que es la nueva socia y no creo que haya comprado las acciones por negocios. Jajaja sentirás que sentí yo al perder a Ale. Por eso te compadezco y ahora sí vete ¡En paz de Dios!- me dio ligeras palmadas en el hombro. Yo no quise contestarle preferí dejarla con su idea errónea. Me apresure para salir del centro comercial y llegar al auto para irme de una vez de aquí.

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Mariana se había quedado dormida después de la medicina que le di. Gracias a Dios la fiebre le había bajado. Yo decidí irme a mi habitación, me puse mi pijama y me tiré a la cama pensando en lo que me había dicho Sam. ¡Tania no me quitara a mi novia! ¡No lo hará! Aunque confieso que tengo miedo de que Ale se de cuenta de que a quien en realidad ama es a ella y no a mi. Por algo no he querido preguntarle a Ale si aún siente algo por Tania. Tengo miedo a su respuesta.