Alejandra Rivera una famosa empresaria dueña de una Fábrica de chocolates muy importante en Estados unidos.
Lucía Sandoval una joven que a decidido viajar a Estados Unidos para poder superarse y sacar adelante a su familia después de la muerte de s...
-No lo se dímelo tú- escuché que me había dicho Ale ¡La volví a cagar! Creí que lo había pensado pero al parecer mi subconsciente me traicionó y Ale me escucho. Tomo mi mentón con ambas manos mientras veía mis labios y unió sus labios con los míos. Cerré mis ojos y me deje llevar por el sabor de sus labios. Eran tan suaves, tan adictivos, nos estábamos besando al ritmo de una balada imaginaria. Nos separamos por falta de aire y al abrir mis ojos ella se estaba levantando del sofá.
-¡Perdón Lu!- escuché que me decía mientras tomaba su saco para irse.
-Ale ¡Porfavor no te vayas! No hiciste algo que yo no quisiera también- le dije yendo hacia donde ella estaba y ella me miró a los ojos.
- Lo se bonita, fue el mejor beso que me han dado en mi vida. Pero... ¡No puede volver a pasar!- me dijo dándome un beso en la frente y abriendo la puerta para poder irse.
Yo me quedé parada en el marco de la puerta viendo como se marchaba y no pude evitar que las lágrimas salieran de mis mejillas ¿Porque eres así Ale? ¿Porque no quieres saber nada del amor? Dije dándole un golpe a la puerta. Ella había contestado a mi pregunta roce mis labios con la yema de mis dedos y aún sentía sus labios contra los míos, yo no me quedaría así.
-¡YO HARE QUE CREAS DE NUEVO EN EL AMOR ALE!- grité sonriendo como boba.
Subí las escaleras para ir a mi habitación y me tiré a la cama pensando en el beso que me había dado con Ale ¿Quién pudo haberle hecho tanto daño para que dejara de creer en en amor? Pensé y suspiré pesadamente al pensar en lo mal que la había pasado. Me levanté de la cama, me puse mi pijama y después me dirigí al baño para poder lavar mis dientes. Me vi en el espejo y sonreí ¡Lucia! ¿Recuerdas que eres heterosexual? Me pregunté a mi misma, ¡Pues al carajo con eso! Desde ahora en adelante ya no más. Ale me habia robado mi heterosexualidad con ese beso y se lo agradecía porque con ella toque el cielo con solo con un beso. Salí del baño, me tiré nuevamente a la cama y me puse mis audífonos para escuchar musica y quedarme dormida.
Pov Ale
Iba manejando para mí casa y no podía creer lo que había pasado hace rato, ¿Que me estás haciendo Lucía Sandoval? Pensé, ella me había hecho sentir ¡Viva de nuevo! Sonreí como estúpida pensando en el beso que le había dado y roce mis labios con la yema de mis dedos. Me asusté al escuchar que los carros detrás de mí me estaban bocinando y aceleré. ¡No podía quitarme de la cabeza a Lucía! Sacudí con mi cabeza y recordé que no podía estar sientiendo esto. Yo no me puedo enamorar de nuevo ¡No quiero que me vuelvan a lastimar!
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(Coche de Ale)
Llegue a casa y Sam se encontraba dormida en mi cama, solté un suspiro al verla y deposite un beso en su frente. Ya no pudimos ir al restaurante a cenar porque para ella fue imposible no empezar a discutir de mi forma de ser, vi que tenía algunas lágrimas en sus ojos. ¡Ella no merecía a alguien como yo! Nadie merece amarme y yo no estoy dispuesta amar. Se que ella ni ninguna persona tienen la culpa de que me hayan lastimado en mi pasado, pero quedé muy marcada. Me coloque la pijama y me quedé acostada en mi cama pensando en Lucía ella está logrando cambiar mis pensamientos negativos del amor, solté un suspiro pesado y puse mi mano en mi frente, ¡Estoy demasiado confundida! Pensé, empece a sentir pesados mis párpados y me quedé dormida.
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Hoy tenía una junta muy importante, vendría un importante inversionista que está interesado en distribuir los chocolates en México.
Saludé a Mariana y entre a mi oficina. Me asombre al ver un chocolate encima de mi escritorio que tenía una nota que decía DAME CHOCOLATE sonreí al ver el detalle tan tierno, vi que Lucía entraba a la oficina y me sonrió.
- ¿Te gustó mi pequeño detalle?- me preguntó dándome una sonrisa y acercándose a mi.
- ¡Me encantó! ¡Muchas gracias!- le dije dándole un beso en su mejilla y vi como se sonrojo, yo me reí al verla así.
-Veo que estuviste investigando- dije sentándome en mi escritorio y ella tomaba la agenda que se encontraba en el.
- ¡Así es! Quise agradecerte con este pequeño detalle por haberme defendido ayer- me dijo yendo para su escritorio, se me había hecho un hermoso gesto que halla investigado sobre la marca donne moi du chocolat que estaba escrita en francés y que en español significaba Dame Chocolate.
La historia de esa marca es que yo soy amante del chocolate y mis papás me cuentan qué yo solo vivía pidiendo chocolate por eso decidí dedicarme a lo que más amaba al chocolate.
- No es nada bonita- dije acercándome a su escritorio para ser yo quien le diera un beso en su mejilla ahora y vi como tomaba un color rojo carmesí todo su rostro, iba a separme de ella pero ella me detuvo agarrando mi brazo.
- Ale- me dijo poniéndose de pie sin soltar mi brazo y acercándose más a mi.
- ¿Dime? - le dije muy nerviosa por su cercanía.
-Puse también en la tarjeta Dame chocolate porque para mí... Es como decirte ¡Déjame darte mi amor! - escuché que me dijo y sentí una corriente eléctrica recorrer todo mi cuerpo, mi corazón comenzó acelerarse y sentí como un millón de mariposas revoloteaban adentro de mi estómago.
Y no resisti más y la volví a besar...
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