CAPITULO 25

2.5K 140 11
                                    

Pov Ale

Estamos ya en el restaurante, el mesero llegó y nosotras ordenamos algo de comer. Sam me sonrió mordiéndose el labio inferior y mirándome de arriba hacia abajo, yo rodeé los ojos y decidí empezar hablar.

- Sam, no estamos aquí para lo que piensas- me crucé de brazos y ella frunció el ceño.

- ¿Y según tu en que pienso amorcito?-  me guiño un ojo.

- Conociéndote, pues en lavar ropa no creo- recibí la comida que había ordenado, le agradecí al mesero y él se retiró.

- Pues... En ese lavadero ¡Sin pensarlo 2 veces!- empezaba a incómodarme.

- ¡No Sam, no! Estoy aquí porque quiero que sepas quién es la mujer a la que amo- empezó a atorarse con un pedazo de pan y le extendí su vaso con agua. Ella tomó un poco y se me quedó viendo seria.

- ¿Quién es esa Perra?- me dijo en tono serio.

- ¡No es ninguna perra! ¡Respetala! Es la mujer que amo y esa mujer es Lucía - le solté de golpe y ella escupió el agua.

- ¡No me gusta tu chistesito!- limpió su boca y frunció el ceño.

- ¡No es ningún chiste! Lucía es la mujer que amo, ¿Que quieres que te diga? Me enamore locamente de ella y te advierto que lucharé por ella. Escúchame bien Sam ¡Nada ni nadie, nos va a separar!

- ¡Lucía es una estúpida hipócrita! Mira que viva me salió, fingió ser mi amiga para bajarme a mi chica y yo que confíe en ella ¡Que perra! Y tú me das lástima Alejandra. ¿Tan rápido caíste en sus redes? - me dijo riendo sarcásticamente.

- ¡No caí en ninguna red! La amo Sam, ella se ganó mi corazón y ¡Punto! Si no te gusta es tu problema, a mi no me importa.

- ¿YA OLVIDASTE LO QUE TE HIZO TANIA ? ¿QUIERES QUE TE VUELVA A PASAR?- me dijo Sam golpeando la mesa, sentí como todos en aquel lugar nos miraban pero no me importaba.

- ¡NO MENCIONES A TANIA EN ESTO!-

-  Jajaja, ¿Crees que Lucía te ama a ti? Que ilusa eres. Ella ama ¡Tu- di - ne- ro!- me dijo pausadamente y entre cerré mis ojos al escucharla.

- ¡Pudrete Sam! Termine esta conversación- me levanté de la Silla.

- ¡DILE A MI SOCIA! QUE TENDRÁ QUE DARME LA CARA Y QUE NO CANTE VICTORIA, PORQUE TÚ ERES ¡MÍA ALEJANDRA RIVERA! SOLO ¡MÍA! - escuché que me gritó Sam, yo volteé por última vez para verla y le saque el dedo de en medio.

Pov Lucía

Hoy todo estuvo muy tranquilo en la oficina, estuve haciendo un presupuesto sobre el embalaje del nuevo chocolate, ¡Aún no puedo creer que tenga mi nombre! Y con tanto que pasó ni tiempo tuve de agradecerle a Ale, creo que cuando ella vuelva la invitaré a comer. La verdad agradezco que no haya muchas cosas por hacer, porque no he podido estar tranquila al pensar que Ale está hablando con su mamá sobre mi y además que hoy le dirá la verdad a Sam.
Saqué mi celular para ver si tengo un mensaje de Ale pero no tenía ninguno. Resignada guarde mi celular en mi bolsa, apague la computadora, ordené mi escritorio y entre al baño. Revisé en el espejo mi aspecto me coloque un poco de agua en mi cabello pero no mucha, solo para asentar el frizz que tenía, sequé mis manos y salí del baño para dirigirme a la salida de la oficina.
Vi a Mar concentrada en su computadora, me despedí de ella diciéndole que me deseará suerte y así lo hizo mi amiga.
Camine hacia el elevador y presione el piso de abajo, en cuestión de minutos ya me encontraba en la salida de la empresa. El Uber que había pedido ya estaba estacionado, subí y saludé a un señor gordito que daba ternura, le di las indicaciones del restaurante donde me tenía que llevar, donde me encontraría Fernanda, solo espero entienda que esto es laboral.

📲 ¡Amor! Todo fue un caos 🤯 pero en la noche te cuento, espérame en mi departamento ¡Quiero dormir hoy contigo! Tú compañía me hace sentir mejor.- Sonreí a la pantalla como si estuviera viendo a Ale y le respondí.

📲 ¡Me lo imaginé! Pero yo estoy contigo amor, lucharemos por lo nuestro ¡Te amo! 😍 Y claro que dormiré hoy contigo 😏.

No pude ver la respuesta de Ale, porque el chófer me indico que ya habíamos llegado, le pagué al señor, le agradecí y me baje del auto. Solté un suspiro profundo y camine hacia la entrada del restaurante.
Pude visualizar a Fernanda con su teléfono que al percatarse de mi presencia me sonrió, me acerque a ella y la saludé. Ella me invitó a que me sentará enfrente de ella y así lo  hice. El mesero tomo muestra orden y se retiró.

- Y bien ¿Que dijo Don José?- le pregunté a Fernanda.

- ¡Está de acuerdo! Y me dijo que el tiempo que le parecía prudente era en 1 mes ¿Están de acuerdo?- me preguntó recibiendo su orden y yo igual.

- Tengo que consultarlo con Ale, pero no creo que ella tenga problema alguno- tomé un trozo de mi carné.

- ¡Excelente! ¿Sabes Lucía? Sigo pensando que eres ¡Muy hermosa!- Fernanda tomó mi mano, yo rápido la retire y ella frunció el ceño.

- Fernanda ¡Porfavor! Yo amo y respeto a Ale.

- Y no te digo que no lo hagas, pero ya sabes tú y yo, podemos tener una noche. Solo eso te pido Lucía ¡Una noche! Y jamás te vuelvo a molestar.

- Jajaja ¿Que piensas Fernanda? Que soy una puta o que, estás ¡Muy equivocada!

- Yo te daré lo que Rivera no te dara- alce mi ceja y empecé a reír por su respuesta.

- ¿Y según tú qué no me da Ale?

- Una estabilidad emocional Lucía, ¿No crees que Ale te está utilizando? Ya sabes como dice el dicho ¡Un clavo saca a otro clavo! ¿Crees que ella a superado a su ex? ¡Por Dios! No seas ingenua- Escuché lo que me dijo Fernanda y despertó en mi el peor de los miedos, el miedo de que Ale siga amando a Tania. Sacudí mi cabeza ante esos pensamientos ridículos, ella me a demostrado que me ama.

- Ale me la da Fernanda y no tienes idea de cuánto. No necesito en mi vida a nadie que no sea ella, así que ¡Porfavor! No te metas en mi vida personal.- Me levanté de mi asiento, saqué mi bolso para tomar dinero y dejarlo en la mesa. No quería seguir escuchando sus estupideces, el Uber me estaba esperando subí rápidamente a el y le pedí que me llevará a mi casa lo más rápido posible.

_______________________________________

Llegue a mi casa revise la hora en mi teléfono y eran las 4 de la tarde, ya no llegue a la oficina porque hoy iría solo medio día por lo de Fernanda porque no sabía cuánto tardaríamos e Isabell me dio esa instrucción.
Subí a mi habitación y me tiré a la cama, lo que me dijo Fernanda logro afectarme más de lo que debía. El solo hecho de perder a Ale ¡Me hacía perder la cabeza! Decidí dormir para ya no pensar en nada, puse mi teléfono en modo avión y me acosté en mi cama sintiendo los párpados pesados.

Pov Ale

¿Y si Fernanda la secuestro? Pensé marcando otra vez a Lucía. No, no, no eso no es posible, pero ¿Porque no me contesta? La llamé una y otra vez, pero no me contestaba, estaba muerta de la preocupación. Había llamado a Mariana y me dijo que Lucía ya no había regresado a la oficina por órdenes de Isabell, porque supuestamente la reunión sería extensa. Pero Mariana me dijo que fuera a su casa, ella me dio indicaciones de dónde estaba la llave de repuesto y le agradecí con el corazón la confianza que me había dado.

_______________________________________

Abrí la puerta y pronuncie el nombre de Lucía pero no había respuesta alguna.

- ¡Lu amor! ¿Estás aquí?.- subí las escaleras y me acerque a su habitación. La abrí lentamente y tuve la mejor vista de todos, ella estaba allí sobre su cama boca abajo, durmiendo tan serenamente. Me acerque a ella y empecé a depositar besos en su mejilla delicadamente. Pude ver cómo abrió despacio sus ojitos, soltó un bostezo y solté una risita al ver lo tierna que era.

- ¡Amor! Llegaste ¡Te extrañe mucho!- me dijo tirándose a mi para abrazarme.

- Y yo creí que la Estúpida de Fernanda te había secuestrado- me reí y ella al escuchar el nombre de Fernanda cambio su expresión a una seria y bajo su mirada.

- Lu, ¿Amor que pasa?...

¡DAME CHOCOLATE ! - (Luciale) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora