CAPITULO 39

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Pov Tania

Hoy era el gran día. El día en que me encontraría después de varios años con Ale. Me siento como un niño en su primer días de clases, tengo tantos ¡Nervios por verla! Aunque debo confesar que tengo miedo. Miedo a que ella ya no me acepte de nuevo en su vida, miedo de haberla perdido ¡Completamente! Pero no vine aquí por gusto. Vine para recuperar a Ale, cueste lo que me cueste. ¡No me daré por vencida tan fácilmente!

Ya había llegado a la empresa. Mi ¡Chocolatera favorita! Apague mi auto, saqué las llaves, solté un suspiro antes de bajarme y cerré la puerta del auto poniéndole seguro.

- ¡Vamos Tania! ¡Tú puedes!- Me dije a mi misma y empecé a caminar hacia la entrada. Saludé a todos los trabajadores que me encontraba. Caminé hacia el ascensor y presione el piso de arriba. Ya iba un poco tarde para mí desgracia, debido al tráfico.

Llegue al piso y salí del ascensor. Caminé hacia la sala de juntas y sentía que el corazón se me saldría debido a los nervios que invadían todo mi cuerpo.

Abrí la puerta despacio y la sala de juntas estaba llena de todo el personal más importante de la empresa. Localice rápidamente esos ojos grandes y hermosos de color verde, que tanto me ¡Encantan! Ella me observó y yo me sentí como la primera vez. Mi corazón amenazaba con salirse de mi pecho y una explicación de mariposas se encontraban dentro de mis estómago. Yo quería correr a ella y abrazarla, decirle que ella es la única mujer que yo ¡Amo! que me perdone y que dejemos el pasado atrás.

Rubén que fue el que me ayudó, después de que le conté lo que había pasado con Ale y cuán arrepentida estaba. El me comprendió. Abrí mis sentimientos y me desahogue con el. Me comentó que quería vender sus acciones y yo no dudé en comprarlas, era una buena excusa para estar cerca de ella. Le dije a Rubén que no dijera nada y el así lo hizo hasta este momento que me había presentado oficialmente como la nueva socia de la empresa.

- ¡Perdón! Necesito tomar aire.- Ale dijo levantándose de su lugar y caminando hacia la salida sin siquiera verme.

- Ale ¿Estás bien?- le pregunté tomandola del brazo y ella se quitó bruscamente de mi agarré.

Agradecí a todas las personas por el cálido recibimiento. Vi que una chica pequeña con cabello castaño, había salido detrás de Ale ¿Quién será ella me pregunté? Por la reacción que tuvo al verme y porque salió detras de ella. Podría deducir que quizás es alguna enamoradiza.

Pov Ale

Lucía me había calmado y yo no podía huir de mi realidad. Así que tome la mano de mi novia y regresamos a la sala de juntas de nuevo.

- ¡Todo estará bien amor!- me dijo Lucía, antes de entrar y yo deposite un beso corto en sus labios.

- ¡Perdonen! Se me bajo la presión, pero todo está Bien, ¡Continuemos por favor!- me senté de nuevo en mi silla.

Tania estaba sentada en la silla que se encontraba enfrente de mi. Me empezaba a sentir incómoda por su mirada penetrante en mi, no quería mirarla ¡No quería! Pero fue inevitable al sentir tanto su mirada. Levanté mi rostro y me encontré de nuevo con su mirada. Con esos ojos café que eran muy lindos. Aunque me pese decirlo, reconozco que ella estaba más hermosa que antes. Su aire prepotente, engreído y de una mujer de negocios. Podría decir que era una faceta de ella que no le sentaba nada mal.

Isabell seguía explicando las diapositivas. Yo decidí prestar atención a ellas, volteé a ver a mi novia y tan solo con verla me transmitía fuerza para enfrentarme a todo esto.

- Bien, solo queda que la señora Rivera, el señor Rubén y la señorita Lozano firmen para el traspaso de acciones- Isabell dijo llamando nuestra atención. Puso el documento enfrente de mi, Tania y Rubén.
Se acercaron a donde yo estába, Tania se colocó al lado de mí y su cercanía debo admitir me ponía incomoda y a la vez nerviosa. El olor de su perfume inundó mis fosas nasales cuando se acercó a mí.

- ¡Listo! Solo falta que firmen Ale y Tania- dijo Rubén dándome la pluma para que firmará. Terminé de firmar y ella se inclinó pegándose a mi en la mesa con una sonrisa y yo me levanté rápidamente.

- Con esto damos fin a la junta- todos se levantaron de su lugar despidiendo a Rubén y dándole la bienvenida a Tania. Yo tomé la mano de Lucía y la llevé conmigo a mi oficina.

Pov Lucía

Volvimos a la sala de juntas después de que hable con ella y la tranquilice. Podía observar como Tania observaba a mi novia, y eso no me gustaba para nada. Ver la forma en que la veía me molestaba, porque de esa misma forma la miraba yo. De una manera de boba enamorada, Ale no le había prestado atención a Tania hasta que vi que levantó su rostro y se encontró con la mirada de su ex. En ese momento me dieron ganas de arrancarle los ojos a Ale para evitar esa mirada.

- ¡Listo! Solo falta que firmen Ale y Tania- Rubén dijo dándole la pluma a Ale para que firmará. Después Tania se acercó a firmar el documento y me dieron ganas de empujarla en el momento que pegó su cuerpo a ella.

Ale tomó mi mano y salimos de la sala de juntas. Pude ver cómo Tania frunció el ceño en el momento que vio que tomo mi mano y no podía sentirme más que feliz de que siempre me da mi lugar. Lo hacía desde antes que fuéramos novias oficialmente.

Cuando estábamos en la oficina de Ale. La abracé muy fuerte, ella beso mi cabeza y acaricio mi cabello. Sentía un miedo profundo en este momento. Tenía miedo de perder a lo más importante de mi vida, a mi novia. Tenía un mal presentimiento.

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