Capítulo 8.

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19 de octubre, 2015.

Mis días eran caóticos.

No la pasaba bien en mis clases con el profesor Seyfried, pero no habíamos interactuado en ningunas de sus clases, lo que me mantenía un poco tranquila. Mientras mi cabeza solo divagaba en su apellido y su árbol genealógico.

Mientras en mis clases con el profesor Gray, aun no podía llenar ese espacio en blanco en mi pintura y milagrosamente mi profesor no estaba presionándome. Mientras varios ya habían acabado sus cuadros, yo seguía sin saber que se suponía debía de estar en medio de esa tormenta que había hecho.

Fácilmente podía rellenarlo y dejarla en una tormenta, pero sentía que no transmitiría lo que quería.

Y ese era el problema.

¿Qué quería transmitir?

El profesor se coloca detrás de mí una vez más.

–¿Aun no sabes qué hacer? – pregunta con los brazos cruzados.

Niego con mi cabeza sintiéndome angustiada. Hace mucho que no tengo una buena noche y eso comienza a pasarme de factura, porque cada vez que mi cabeza toca la almohada, no puedo dejar de pensar en todo.

Además de que últimamente he tenido algunas pesadillas.

–¿Estás descansando, Madeleine? – pregunta con el ceño fruncido.

Aprieto mis labios.

–No mucho... estoy teniendo unas semanas... difíciles – susurro.

El profesor asiente y me mira por unos segundos.

–Vete de aquí, llevas minutos sin saber que hacer, eso no cambiara ahora... mucho menos si no puedes descansar como es debido – hace un gesto con su cabeza.

Suelto un suspiro sintiéndome frustrada, no logro pintar nada y tampoco me interesa hacer esto. Muerdo mi labio intentando aguantar las ganas de llorar que me atacan cuando siento que pierdo el control de mis emociones.

¿Cuándo volveré a sentirme feliz?

Limpio mis manos sudorosas en mi pantalón y me voy a la biblioteca sacando mi cuaderno de dibujo y lo dejo en el rostro de Asher, sabiendo que no avanzare nada, porque estoy totalmente bloqueada.

Lo miro por varios segundos y me enfado cuando no logro saber cómo se supone que debo avanzar este dibujo.

–¿Todo bien?

Me sobresalto cuando escucho la voz del profesor Seyfried detrás de mí.

Aprieto mis labios y me tenso sintiendo en nerviosismo tomar mi cabeza.

–Si...

Se sienta a mi lado mirando de reojo mi dibujo de Asher, en el cual aún trabajo.

–¿Lo conoce? – pregunta mirando el dibujo.

–Si... es un amigo – murmuro cerrando mi libreta de golpe.

No sé porque actúa así, pero necesito levantarme y largarme.

–¿Cómo lo conoció? – vuelve a preguntar.

Me remuevo un poco incomoda en el asiento y tratando de no hacer contacto visual.

–No es de su incumbencia, señor Seyfried – dice Asher a nuestras espaldas.

El señor Seyfried se levanta de mi lado y casi pareciera que ve a Asher con mucho respeto. Asher niega con su cabeza y hace un gesto para que se vaya.

Frunzo el ceño ante lo raro que se volvió la situación.

–Pero ¿qué...? ¿Por qué pareciera que...? – no logro formular ninguna pregunta.

Los dibujos del príncipe [#1] NUEVA VERSIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora