Capítulo 14.

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08 de noviembre, 2015.

–Es un gusto verte de nuevo – dice Ben sonriendo.

–Me veras por el resto de la semana – le devuelvo la sonrisa.

–Tu madre está comiendo en su habitación – abre la puerta.

La veo sentada en su cama con un plato que tiene muchas verduras y una pechuga de pollo, tiene un jugo que parece natural y un yogurt.

–Eso es muy parecido a lo que siempre me debo cocinar – digo llamando su atención.

Ella levanta su vista y sus ojos se iluminan en clara emoción. Deja su bandeja de comida a un lado y se levanta a abrazarme fuertemente.

–Creí que vendrías más temprano – comenta besando mi mejilla.

–Es que tengo algunas cosas que dejar terminadas antes de volver a Londres, te prometo que desde mañana vendré por mucho más tiempo a visitarte – la calmo sonriendo.

Me volteo y hago un gesto a Maggie para que entre.

–Alguien vino conmigo – miro a mamá.

–Hola, Astrid... un gusto verte – dice con voz insegura.

Mamá parece tímida a la hora de saludar a Maggie.

–Maggie, un gusto verte – esconde un mechón de cabello detrás de su oreja.

–Maggie... yo quería decirte que lo siento por todo lo que hice cuando comenzaste tu relación con Peter – comienza un poco insegura.

La miro sorprendida por su disculpa, nunca las había pedido y mucho menos esperaba que Maggie las aceptara con una gran sonrisa.

–No te preocupes, todo está perdonado – asegura con una sonrisa.

–De todos modos, quería decírtelo en persona – se encoje de hombros.

–Deberías, seguir comiendo – digo apuntando la bandeja de comida.

Ella asiente y se vuelve a sentar en la cama con su plato de comida y tomando un trago de jugo. Mamá me mira.

–¿Tú te cocinas en Londres? – pregunta curiosa.

Yo asiento.

–No puedo solo descuidar mi alimentación – me encojo de hombros.

Entonces mamá y Maggie empiezan una conversación sobre algunos temas de la casa de mamá que papá debe tramitar y mamá dice algo sobre no necesitar que la recibamos en casa cuando le den el alta del hospital. Pero Maggie y yo le aseguramos que no es problema ya que hay mucho espacio y que yo estaré siempre con ella cuidándola.

Alguien toca la puerta y aparece Ben en la puerta.

–La hora de visita ya acabo – sonríe.

Yo asiento y beso la mejilla de mamá.

–Vendré mañana y me quedare más tiempo contigo – afirmo.

Ella asiente y besa la mejilla de Maggie despidiéndose.

–Adiós, Madeleine – se despide Ben con una amplia sonrisa.

Le sonrío en respuesta y comienzo a caminar al lado de Maggie.

Ella codea mi costado y me mira pícaramente.

–¿Soy yo o ese guardia te coquetea? – pregunta riendo.

Frunzo el ceño.

–No... solo lo conocí ayer y fue muy amable cuando me dijo todo lo que él sabía sobre mamá – me encojo de hombros.

Los dibujos del príncipe [#1] NUEVA VERSIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora