08 de noviembre, 2015.
–Es un gusto verte de nuevo – dice Ben sonriendo.
–Me veras por el resto de la semana – le devuelvo la sonrisa.
–Tu madre está comiendo en su habitación – abre la puerta.
La veo sentada en su cama con un plato que tiene muchas verduras y una pechuga de pollo, tiene un jugo que parece natural y un yogurt.
–Eso es muy parecido a lo que siempre me debo cocinar – digo llamando su atención.
Ella levanta su vista y sus ojos se iluminan en clara emoción. Deja su bandeja de comida a un lado y se levanta a abrazarme fuertemente.
–Creí que vendrías más temprano – comenta besando mi mejilla.
–Es que tengo algunas cosas que dejar terminadas antes de volver a Londres, te prometo que desde mañana vendré por mucho más tiempo a visitarte – la calmo sonriendo.
Me volteo y hago un gesto a Maggie para que entre.
–Alguien vino conmigo – miro a mamá.
–Hola, Astrid... un gusto verte – dice con voz insegura.
Mamá parece tímida a la hora de saludar a Maggie.
–Maggie, un gusto verte – esconde un mechón de cabello detrás de su oreja.
–Maggie... yo quería decirte que lo siento por todo lo que hice cuando comenzaste tu relación con Peter – comienza un poco insegura.
La miro sorprendida por su disculpa, nunca las había pedido y mucho menos esperaba que Maggie las aceptara con una gran sonrisa.
–No te preocupes, todo está perdonado – asegura con una sonrisa.
–De todos modos, quería decírtelo en persona – se encoje de hombros.
–Deberías, seguir comiendo – digo apuntando la bandeja de comida.
Ella asiente y se vuelve a sentar en la cama con su plato de comida y tomando un trago de jugo. Mamá me mira.
–¿Tú te cocinas en Londres? – pregunta curiosa.
Yo asiento.
–No puedo solo descuidar mi alimentación – me encojo de hombros.
Entonces mamá y Maggie empiezan una conversación sobre algunos temas de la casa de mamá que papá debe tramitar y mamá dice algo sobre no necesitar que la recibamos en casa cuando le den el alta del hospital. Pero Maggie y yo le aseguramos que no es problema ya que hay mucho espacio y que yo estaré siempre con ella cuidándola.
Alguien toca la puerta y aparece Ben en la puerta.
–La hora de visita ya acabo – sonríe.
Yo asiento y beso la mejilla de mamá.
–Vendré mañana y me quedare más tiempo contigo – afirmo.
Ella asiente y besa la mejilla de Maggie despidiéndose.
–Adiós, Madeleine – se despide Ben con una amplia sonrisa.
Le sonrío en respuesta y comienzo a caminar al lado de Maggie.
Ella codea mi costado y me mira pícaramente.
–¿Soy yo o ese guardia te coquetea? – pregunta riendo.
Frunzo el ceño.
–No... solo lo conocí ayer y fue muy amable cuando me dijo todo lo que él sabía sobre mamá – me encojo de hombros.
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Los dibujos del príncipe [#1] NUEVA VERSIÓN
RomanceSe suponía que dejaría chicago para dejar atrás los problemas que tenía constantemente con mamá. Pero bien dicen que los problemas siempre te perseguirán, lo cual es cierto y a mí me siguió el peor de los problemas que he conocido. Ni siquiera luche...