Capítulo 25.

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Madeleine Hannover.

10 de marzo, 2016.

–Hola querida.

No digo nada, yo solo estoy impactada.

¿Qué hace ella acá? ¡Se supone que me odia!

–Señora Hilary... que sorpresa tenerla en mi departamento – susurro dejándola entrar.

Ella ni siquiera me mira y se va directo a mi sala y se sienta en uno de los sofás.

–¿Hay un poco de té en este lugar? – me mira fijamente.

Aprieto mis labios, pero asiento.

–Normalmente tengo té para Asher, iré a calentar una taza para usted – digo dirigiéndome a mi cocina.

–Ojalá que se queme por bruja – murmuro.

Será mejor relajarme.

Tomo la taza y voy a mi sala para entregársela. Ella me la recibe y le da un sorbo.

Y obviamente mi té es delicioso, de otra forma nunca lo prepararía, por lo que lame sus labios y lo deja en la mesa.

–¿Qué hace aquí? – pregunto sentándome frente a ella.

Ella quita una pelusa inexistente de su abrigo y me mira fijamente.

–Seré directa... ¿Cuánto dinero quieres para alejarte de mi hijo? – pregunta.

Mi ceño se frunce.

–¿Qué? – niego con mi cabeza. –No quiero dinero – respondo.

–Entonces ¿Qué es lo que quieres? ¿Joyas? ¿Propiedades? ¿Un trabajo como diseñadora? – pregunta.

Mi ceño se frunce aún más.

–Usted no lo está entendiendo, no quiero nada que venga de usted... yo quiero a su hijo – niego con mi cabeza. –No lo quiero, yo amo a su hijo – le aseguro.

Ella ríe y niega con su cabeza.

–¿Qué sabe una chiquilla como tú del amor? Tu madre nunca estuvo ahí para ti, nunca te dio amor, entonces... lo diré otra vez ¿Qué sabes tú sobre el amor? – dice mirándome.

Mis ojos se llenan de lágrimas.

–Tal vez mi madre no fue alguien que me dio amor, pero mi padre si lo hizo ¿Sabe quién más lo hizo? Su hijo... su hijo me enseñó a amar a otra persona que no sea mi familia – respondo entre dientes.

–Te lo preguntare una vez más ¿Qué quieres para dejar a mi hijo en paz? – repite irritada.

–¡Que no quiero nada! Yo amo a su hijo ¿No lo entiende? No quiero su dinero, no quiero sus joyas, no quiero propiedades... yo quiero a Asher – exploto.

–No sé qué le has dicho a mi hijo, pero él está muy dispuesto a renunciar a su título por ti y mi hijo no puede hacer eso... lo hemos educado toda su vida para esto y no puede solo renunciar por una chica ordinaria como tu – replica.

Asher quiere renunciar... por mí, no puede ser. Él no puede renunciar y mucho menos por mí.

–Yo no le he dicho nada, siempre le digo que lo quiero y que su título nunca ha sido un problema para mí – digo.

–¿Crees que eso importa realmente? – pregunta. –Mi hijo no renunciara al trono y si eso significa que te debo sacar de la vida de mi hijo lo hare – dice firmemente.

–No me iré de la vida de su hijo – respondo incrédula.

Ella se ríe y niega con su cabeza.

–Si no te alejas de la vida de mi hijo me asegurare de que tu hermanito sea un bastardo sin padres y de dejarte en la ruina.

Los dibujos del príncipe [#1] NUEVA VERSIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora