Capítulo 21.

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–¡¿Qué haces aquí?! – le pregunto riendo aun sin creer realmente que él está aquí.

Asher alza sus cejas claramente divertido de mi reacción.

–¿No puedo venir y ver a mi novia? – pregunta.

No digo nada y doy un salto enrollando mis piernas en su cintura y el pasa sus brazos por mi cintura, claramente no me afirmara desde más abajo porque esta toda mi familia presente.

Tomo su rostro y lo beso dulcemente.

–¿Por qué viniste? – le pregunto en un susurro.

Asher me deja en el suelo y se encoje de hombros.

–Quería verte – dice.

–¡Pero mañana tienes una reunión importante! – lo regaño.

–Viajare desde aquí a Mónaco – se encoje de hombros.

–¿No lo presentaras, Hannover? – pregunta Drew.

–Claro que lo hare, pero quiero aclarar algo – aclaro mi garganta. –Quiero que lo traten de manera normal, no sean raros solo porque es un príncipe.

Todos asienten. Entrelazo mi mano con la de Asher.

–Ella es mi abuela May Hannover – la apunto. Asher besa su mejilla. –Ella es mi tía Margaret y su esposo Chandler Beckett... y ellos son sus hijos, Ada y Drew – señalo a cada uno.

Mi tía al igual que Ada besan la mejilla de Asher, aunque esta última lo hace un poco cohibida. Drew y su padre le dan un apretón de mano a Asher.

–Es un placer conocerlos a todos – dice Asher sonriéndoles.

–¿Quieres lanzar lámparas al cielo, querido? – le pregunta la abuela a Asher.

Asher frunce el ceño.

–¿Lámparas? – pregunta.

Suelto una risa.

–¡Drew! ¿Sobra alguna para Asher? – le pregunto.

Él me mira y asiente.

–Siempre compramos unas demás – dice entregándome dos lámparas y dos lápices.

Drew se le queda mirando fijamente a Asher.

–Ni lo pienses, mocoso – advierto.

–Pero si ni he hablado – reclama.

–Pero te conozco... ya vete – lo empujo.

–Deberías hacer que se relaje un poco... si sabes a lo que me refiero – se dirige a Asher antes de irse.

Mis mejillas se sonrojan, pero lo ignoro. Ada llega a nuestro lado y nos entrega un encendedor, dos trozos de hilos y dos tarjetas.

Me siento en el pasto y le pido a Asher que lo haga también, aunque me mira un raro un momento finalmente lo hace.

–Ahora, eres una persona normal, haciendo la costumbre de mi familia – le digo sonriendo.

–¿De qué trata esta tradición? – pregunta.

–Todos los años escribimos nuestros deseos sobre lo que esperamos de este año, luego lo atamos a la lampara, la prendemos y estas salen volando – le explico comenzando a escribir mi tarjeta.

Luego de un rato ya los dos estamos terminando de atar nuestras tarjetas con los deseos a las lámparas. Nos levantamos y las prendemos donde se debe.

Ya todos están con sus lámparas listas y solo nos esperan a Asher y a mí. Nos acercamos a todos y miro a Drew con una sonrisa.

Los dibujos del príncipe [#1] NUEVA VERSIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora