28 de febrero, 2016.
–¡Asher! – corro a abrazarlo cuando lo veo fuera de mi facultad.
–¿Me extrañaste? – pregunta con diversión al ver que no lo suelto.
Suelto un bufido y niego con mi cabeza.
–¿Cómo crees que iba a extrañarte? Obviamente no lo hice – digo con seriedad.
–Eso lo vi en los videos de Jaden me envió – me mira divertido.
Mis mejillas se sonrojan.
–Estaba muy ebria, no sé qué me sucedió – murmuro con vergüenza.
–Tal vez te paso que estabas pasando el rato con tus amigos – sonríe de lado.
Suelto un bufido.
–Creí que volverías mañana – menciono.
–Volví hace una o dos horas, por eso estoy aquí – se encoje de hombros.
–Entonces ¿Qué haremos ahora? – pregunto cuando nos subimos al auto.
–¿Puedo pedir mi show privado de porrista? – pregunta.
Me sonrojo y niego con mi cabeza.
–Jamás me volverás a ver en ese traje – aseguro.
–¿Segura? ¿Quieres apostar? – me reta.
Entrecierro mis ojos.
–Depende.
–¿Dé?
–¿Qué gano yo? – me cruzo de brazos.
–Otra escapada a la playa y una maratón de tu serie favorita – dice.
Sonrío ampliamente.
–¿Qué tal si empatamos?
–Ambos cumplimos – sentencia.
–Muy bien... – vacilo un poco. –¿Qué haríamos? – pregunto.
–¿Podríamos jugar a las damas? – sugiero. –Tengo un tablero en casa que mi abuela me regalo – me encojo de hombros.
–Entonces vamos a tu departamento – sentencia.
++++++++++++++++++++++
–No... es literalmente imposible que cualquiera de los dos gane – me quejo con el ceño fruncido.
–Entonces déjate ganar – sonríe.
–¿Por qué no podrías dejarte ganar tu? – cruzo los brazos sobre mi pecho.
–Entonces lo marcamos como un empate – se encoje de hombros. –Es incluso mejor, ambos ganamos lo que queremos – sonríe de lado.
Suelto un suspiro y me levanto para ir a mi habitación y buscar el traje de porrista. Me lo coloco y me arreglo el cabello, salgo de mi habitación y me voy a la sala donde Asher me espera con una sonrisa.
Alzo mis brazos y le sonrío cuando él suelta una risa al verme.
–Te advierto que no voy a bailarte, porque las probabilidades de que me caiga son muy grandes – lo apunto con mis pompones.
–No necesito bailes, solo con verte ya me siento completo – asegura.
Suelto un bufido.
–Ridículo – mascullo, pero la sonrisa no se va de mi rostro.
–¿De verdad son tus viejos uniformes? – pregunta.
Asiento.
–De verdad, jamás creí que podría volver a entrar en uno – me doy una vuelta.
ESTÁS LEYENDO
Los dibujos del príncipe [#1] NUEVA VERSIÓN
RomanceSe suponía que dejaría chicago para dejar atrás los problemas que tenía constantemente con mamá. Pero bien dicen que los problemas siempre te perseguirán, lo cual es cierto y a mí me siguió el peor de los problemas que he conocido. Ni siquiera luche...