Greed-ler salió de su habitación con la mochila colgando de su hombro izquierdo, deteniéndose para cerrar con llave. Los pocos estudiantes que volvían a sus dormitorios, ya sea por horas libres o por querer saltarse una clase, lo miraban de reojo cuidando no hacer nada que lo molestara, pero había algo en él que los había aterrado.
Greed no les había hecho caso, solo se dirigía a la clase que le correspondía, la tercera clase que, como muchas otras en su horario, compartía con Once-ler.
Cuando llegó al edificio en el que estaba su clase y pasó frente a la cafetería, al pasar entre todos los alumnos que al verlo se apartaban aún más temerosos que otros dias, fue que se dió cuenta de que todo mundo lo miraba de aquella forma. Eso le causó algo de gracia, porque no recordaba haber hecho algo a nadie en aquella semana como para haberles infundado tal terror. Pero tenían toda la razón para estar aterrados, Greed estaba cursando su octavo semestre, completando su cuarto año de universidad, y en todos esos años no se había presentado a clases de la manera en la que lo estaba haciendo ahora.
Entró a su salón, y una vez más todos los ojos se posaron en el, a excepción de Once-ler que estaba muy concentrado revisando el reporte que había terminado hace ya varios días y que había revisado como diez veces, pero una última antes de la entrega no hacía daño.
Se preguntarán, ¿Que tenía Greed encima como para que lo mirarán así? Sencillo, llevaba su mochila, con libros y una carpeta. No es que no llevará su mochila todos los días, pero acostumbraba aprovecharse de alguien más para que tomara nota de las tareas, para el los libros no eran necesarios y se notaba que le funcionaba por las calificaciones sobresalientes que tenía.
Pero esa no era la única cosa que estaba fuera de lugar, estaba sonriendo...¡SONRIENDO! Y no era una sonrisa tosca, burlona o sanguinaria. No, era una sonrisa de felicidad pura, mostrando lo tranquilo que estaba ese día. El miedo en los demás fue aumentado cuando al pasar por los asientos de varios de sus compañeros no los insultó ni hizo algún comentario sugerente, y lo peor vino cuando antes de sentarse en el lugar vacío al lado de la banca de Once-ler, pasó un brazo por sus hombros y le plantó un dulce beso en la mejilla acompañado de un "Buenos días". Eso ni Once-ler se lo esperaba, mirándolo con total sorpresa y un leve sonrojo en las mejillas, contestando con otro "Buenos días", desviando la mirada ante la que Greed le dedicaba junto a su sonrisa.Once-ler POV~
¿Es mi imaginación o Greed está de muy buen humor hoy? No me esperaba que me diera un gesto tan cariñoso frente a todos, incluso el profesor está preocupado ante la actitud de Greed-ler. Cuando esté pasó por los lugares a recoger el reporte aproveché para preguntarle.
-Parece que las dos horas más de sueño te hicieron bien.
-Si, las necesitaba. Fuiste muy considerado al dejarme dormir un rato más.
-Anoche... estabas muy molesto y no quería molestarte tan temprano. Lo siento por lo del premio.
-Esta bien, lo hiciste pensando en mi. Al menos llegué a tiempo para poder desayunar juntos.
-Si, la cafetería hoy tiene pan tostado con algo de fruta.
-No, no, no, no, querido Oncie. No comeremos eso hoy-arquie una ceja al verlo sacar su teléfono.
-¿Y qué comeremos?
-Ya verás. Ahora tienes privilegios.
-¿Privilegios?-Los demás me miraron algo molestos y otros un poco tranquilos. Aunque no entiendo bien porque.
Al acabar la clase y salir al pasillo sentí el brazo de Greed-ler deslizarse por mi cintura, pegandome a el.
-¿Te sientes bien hoy?
-De maravilla pequeño Oncie-Me creerán un cursi, pero juro que en ese instante todo a nuestro alrededor se detuvo, dejandonos solos. La mirada de Greed era de genuino cariño, no podía creer lo que veía ni lo que sentía en mi estómago revoloteando al ritmo de mi corazón que parecía querer estallar.
Ante mi tenía al Greed-ler que me había hablado de su sueño, el chico que yo creía muerto al terminar mi violación, el chico del cual gustaba. El pareció divertido con mi sonrojo, acercandose a mis labios, aquello era un momento único que no sabía si volvería a repetirse, por lo que cerré mis ojos esperando el beso. Los besos estaban bien, es algo que podía permitirme sin llegar a la lujuria, y sabía que nadie intervendria en aquel momento, porque a nadie le importaba... O eso creí.
-Con permiso, Greed.
-¡Maldición, Wiggins! -Y de pronto aquel bello momento se había ido a la mierda gracias a Tedd, el cual me sujetaba por la cintura al ser más bajo de estatura, mientras su novia pasaba el brazo por mis hombros. Esto lo hubiera agradecido mucho antes, pero no hoy.
-E-eh....oigan...¿pueden soltarme?
-Vamos a la cafetería.
-Si, pero...-miré por sobre mi hombro, Greed estaba furioso, sabía que algo muy malo pasaría a continuación. No sé exactamente el porque, pero el no se llevaba muy bien con Tedd. Me detuve por completo al ver su cara de...¿Resignación?...y luego darse la vuelta para caminar al lado opuesto.
-¿Once-ler?
-Tedd, Audrey.... realmente se los agradezco, pero Greed no me estaba hostigando está vez. El y yo vamos a desayunar juntos hoy.
-¿Desayunar?
-¿Ustedes?
-¿¡JUNTOS!?
-Se que es raro y repentino.
-¿Repentino? Te viola durante no se, ¿Un mes? ¿Y ahora sales con el?
-Tuvimos una cita anoche, y Greed realmente está intentando cambiar.
-No va a cambiar.
-Tal vez no, pero lo está intentando, enserio lo está intentando. Ya lo hablamos, ya establecí reglas y el estuvo de acuerdo.
-Va a romper las reglas, Once-ler.
-Le tenemos que dar la oportunidad. Y los tendré a ambos al tanto de la situación, si se sale de control iré a tu cuarto de inmediato, acudiré a ustedes.
-Once-ler, no estás pensando con claridad.
-Tedd, déjalo.
-¿Audrey?
-Yo tampoco me fío de Greed, pero si Once-ler dice que resolvió la situación, entonces nos queda apoyarlo. No podemos meternos si el no lo quiere, cariño.
-Gracias. Y lo digo enserio, Greed sabe que si vuelve a hacerme daño esto acaba, no me volveré a dejar, se los prometo.
-Mmmm...bien.
-Los veré luego...-Volvi corriendo hacia Greed, cuidando que mi mochila no se cayera-...¡Greed!Greed-ler POV~
Ese maldito de Tedd Wiggins y su puta noviecita. El día había comenzado de maravilla, solo para que vinieran a secuestrar a Once-ler. Tenía tantas ganas de besarlo, y hoy íbamos a desayunar juntos, ahora voy a tener que ir solo. Les juro que iba a tomar a Once-ler y obligarlo a venir, pero una de las estúpidas reglas era respetar la amistad que tenía con Tedd. Luego tendremos tiempo a solas....espero.
-¡Greed!
-¿Mmm?-me di la vuelta y ahí estaba, corriendo hacia mi con una hermosa sonrisa, recibiendolo en mis brazos al llegar-¿Qué haces aquí? ¿No ibas a la cafetería con ellos?
-Te dije que desayunariamos juntos, ¿Recuerdas? Y nunca falto a mi palabra.
-Oncie...
-¿Vamos a la cafetería?
-Claro-le sonreí, tomo mi mano, entrelazandola con la suya. Todo esto era nuevo, y de alguna forma agradable.Tedd POV~
La vida a veces es injusta, ¿No lo creen? Quiero decir, aquí estoy en una de las mesas de la cafetería esperando a mi novia mientras veo la "comida" que sirven el día de hoy, y delante mío hay otra mesa más limpia y con comida que obviamente fue traída desde algún restaurante o fue hecha por un chef profesional. Estoy seguro de que esa mesa extravagante es del estúpido de Greed-ler, ¿De quién más seria? Aunque si lo pienso bien no tengo nada que envidiarle a esa mesa, no con Audrey aquí a mi lado.
-Perdon por la espera. Ya no había más fruta.
-Puedo darte la mía, no tengo problemas.
-Tedd...-me miró con una sonrisa cargada de amor, como adoro a esta mujer-...Tedd, mira.
-¿Que cosa?-y no me lo creo, Greed y Once-ler tomados de la mano riendo como si fueran una pareja amorosa. No puedo creer que pasamos de un Once-ler continuamente violado y un Greed-ler abusador a una pareja normal.
-¿Y toda esta comida?
-La mandé a hacer especialmente para ti.
-Gracias, pero no creo comer tanto-miró al de verde bastante apenado.
-No tienes que acabarte todo-arquie una ceja al ver que Once-ler me sonreía, tomando algo de la comida y poniéndola en una bandeja.
-¿Puedo?
-Claro, te espero-El chico de chaleco gris se levantó, dirigiéndose hacia nosotros, y entonces ocurrió lo que no veíamos venir.
Un miembro del equipo de fútbol paso frente a el, tirándole la bandeja y haciendo que está golpeara contra su rostro, causando que su nariz sangrara. Inmediatamente Audrey y yo nos levantamos para verificar que estuviera bien.
-¿Porque siempre te metes en estos líos?
-Yo me pregunto lo mismo todos los dias-me decía mientras mantenía ambas manos sobre su nariz que no paraba de sangrar.
Miré molesto al equipo de fútbol sentado a un par de mesas, pero para mí sorpresa todos estaban igual de conmocionados, mirando a su compañero sentarse en la mesa, el cual había hecho la pequeña travesura a Once-ler. Greed-ler se levantó, caminando hacia ellos, arrebatándole la bandeja a alguien en otra mesa solo para llegar con el equipo y atizarle un fuerte golpe al responsable, tumbandolo al piso, sin parar de golpearlo.
-¡Greed! ¡Espera! -Once-ler corrió hacia ellos, deteniendo como pudo a Greed.
-Escuchame bien pedazo de mierda, lo que acabas de hacer te va a salir bastante caro. Estás aquí por una beca deportiva, ¿No es así? Tu madre no puede cubrir los gastos solo con su trabajo, me pregunto cómo reaccionara al saber que su querido hijo fue expulsado por violación.
-¿Greed?
-E-espera...¡Eso no es justo! ¡Tu estuviste ahí, todo el equipo estuvo ahí!
-¿Y tú crees que quieren terminar igual que tú? Creí ser bastante claro con ustedes la última vez, Once-ler no es un estudiante que puedan ir y lastimar solo porque se les antoja.
-Greed...déjalo ya...
-¿Dejarlo?-miró a Once-ler.
-Su mamá va a estar devastada si haces eso.
-¿Y no crees que lo están las chicas a las que violamos?-apretó el agarre en su brazo.
-Y-yo...solo... Déjalo pasar por esta vez.
-Once-ler...
-Vamos a desayunar, ¿Me ayudas con esto? -señalo su nariz.
Greed pareció no saber que hacer, cediendo ante la petición de Once. Lo llevó de regreso a la mesa, empezando a limpiarlo. Greed incluso no se dió cuenta cuando ambos nos sentamos con ellos, o tal vez le restó importancia.
-Al menos no te rompió la nariz. Listo.
-Gracias-Greed y yo cruzamos miradas, pero ninguno dijo nada. El era una persona horrible y despiadada, pero solo tal vez, por Once-ler sería otra completamente diferente.
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Polos Opuestos
FanficOnce-ler, después de todos sus intentos fallidos para ser aceptado por su madre, decide ir a la universidad más alejada posible, con una beca, una maleta, su guitarra y su buena actitud. Greed-ler, un chico avaricioso con prácticamente la vida hecha...