Por verte sonreir

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Once-ler POV~
Estaba algo nervioso, no sabia con que tipo de cita me saldría Greed, aunque conociendolo sería algo muy extravagante que me pondría en vergüenza. A medida que me acercaba más y más a donde me había dicho que fuera, mi corazón se aceleraba por el miedo y la intriga.
Sin embargo, sólo había una manta en el suelo junto con una canasta, ambos debajo de un árbol de truffula.

-¿Te gusta?-Me abrazó por la espalda, besando mi mejilla, dejándome bastante sorprendido.
-Es... muy simple.
-¿Eh? ¿No te gusta? Puedo reservar en un restaurante si quieres.-Me soltó, buscando su teléfono.
-¡No! No es eso...-Tome su mano, obligandolo a dejar el celular-...Es... solo que.. no te creí capaz de hacer algo así para mi. Normalmente exageras, la verdad, si pensé que sería algo exagerado. Pero me gusta mucho lo que hiciste, este es el tipo de cita que queria contigo.-Le sonreí, dándole un leve beso en los labios. Se que la gente no cambia, pero Greed esta haciendo un gran esfuerzo.
Nos sentamos sobre la manta, sacando la comida de la canasta, aunque no pude evitar reírme al ver solo golosinas, entre ellos chocolates y bombones. Aunque no quisiera...Este estúpido niño mimado.. Me estaba robando el corazón.

Greed-ler POV~
¿De qué se está riendo? ¿No le gustan los bombones? Debí pedirle al Lorax que me ayudara a cocinar algo para Once-ler.
-¿No te gusta?
-No es eso. Amo los bombones, al igual que los panqueques, me gusta lo dulce, pero pensé que sería más comida que golosina.
-Lo siento-me mordí el labio, ¿Desde cuando me disculpaba tanto? Tengo una reputación que proteger. Quiero jugar con él, pero se que si lo veo llorar otra vez por mi culpa... Ya no tendría el valor de estar a su lado. Se siente raro estar asi de vulnerable, pero por algún motivo... no me importa que el me vea así.
-Oye, me gusta lo que hiciste para mi, te lo agradezco mucho-recargó su cabeza en mi hombro, haciéndome sonrojar, y mirando como sonreia no me ayudaba en nada, mi imaginación perversa no dejaba de andar, pero a la vez mi corazón latía con fuerza y no porque quisiera tomarlo en ese momento sobre la manta. Latía de felicidad por ver esa sonrisa, era todo un logro porque, admitanlo, le he causado más penas que dichas, lo he visto llorar más veces de las que quería.
-Oncie... tu sonrisa es hermosa, ¿Lo sabias?
-¿Eh?-me miró sonrojado.
-Y no sólo eso, tu también lo eres. Créeme que quisiera tomarte aqui, de una vez, pero seria arruinar la cita.
-¿T-Tomarme? ¿Tener... sexo aquí?
-Claro, pero como dije, es una cita-le sonreí, besandolo levemente para después seguir comiendo los bombones. Lo miré curioso cuando me quitó el bombón de la mano y lo miré sorprendido al ver que se sentaba en mis piernas, besándome con algo de necesidad.
-Hagamoslo.
-¿Eh?
-Eso... querías..¿No es así?-se restrego, sacándome un gruñido. Esto no me lo veía venir. ¿Dónde está mi dulce e inocente Oncie? ¿Hablaba enserio?
-Once-ler... ¿Estas...seguro?-bajó lentamente hasta mi pantalón, bajando la cremallera. Maldición, Once-ler si iba enserio con lo de follar aquí afuera.
-Te has esforzado mucho por mi, esta es mi forma de darte las gracias-no me dió tiempo de contestarle, lo único que pude hacer fue arquearme al sentir como metía mi miembro a su boca lentamente, moviendo su lengua al rededor. Se había vuelto un experto en esto, y como no iba a ser así después de que lo había obligado a mamarmela casi todos los días cuando se mudó a mi dormitorio. Dejaba salir mis gemidos, y eso parecía gustarle, pues le ponía más esfuerzo.
Todos están de testigos, yo no lo obligué a esto. Doy unas pequeñas embestidas en su boca, y el me deja hacerlo sin dejar de atenderme. Estaba muy emocionado, y más por lo que venía.
Se colocó encima de mi, quitándose el pantalón a medias para poder bajar lentamente sobre el miembro. Era tan deliciosamente estrecho, solo me sacó varios gruñidos, sabía que si me movía lo lastimaria.
Gemi al sentir como me apretaba, pero me senté cuando una hoja del estúpido árbol se había metido en mi boca.
-¿Estás bien?
-S-Si.... odió estos árboles.
-Mmm...-tomó la hoja-...se secó.
-¿Y?
-La acabas de tener en tu boca, no tiene ni un rastro de saliva. Y es muy suave, por como lo veo, podría ser fácil de tejer.
-¿Eh?
-Vamos-se levantó, acomodándose el pantalón.
-¿Eh? Pero estábamos...
-Resistiras un par de horas. Levántate y ayúdame-lo miré sin creérmelo, hace un momento el había dado el primer paso, era un puto sueño hecho realidad. Y de la nada ya no lo tengo encima de mi por quien sabe que cosa.
-Once-ler...vuelve aquí.
-¿Me vas a ordenar?-me miró molesto-Creí que lo de ser tu puta se había quedado atrás.
-Oye, no es justo que le eches más sal a la herida, ya me disculpe.
-Una disculpa no basta, ¿Quieres tener una relación conmigo?-asentí-Entonces tienes que dejar de tratarme como si fuera tu juguete, se que lo estás intentando, lo apreció de verdad...-se acercó a mi-...pero tengo una gran idea que podría ayudar con tu invento, ayúdame a recolectar hojas.
-Mmmm...-ya me había olvidado de mi invento, supongo que la preocupación por Oncie no me dejaba pensar en otra cosa-...ok, te ayudaré.
-Gracias-me acomodé la ropa, levantándome para recolectar hojas, no sabia que tipo de idea tenía Once-ler en la cabeza, pero si estaba muy confiado en que funcionaría entonces lo apoyaría. Al volver al cuarto sólo me quede acostado en la cama, mientras Oncie trabajaba en mi invento. No pude evitar observarlo durante esas dos horas, esa hermosa sonrisa, sus ojos, todo de el era perfecto. Muy diferente a mi, no era mi tipo pero me había enamorado. Los polos opuestos se atraen...¿no es así?
-¡Listo! Greed, ya lo terminé, ven a verlo.
-Déjalo ahí.
-¿Eh? pero...
-Ven aquí-le extendí la mano, la tomó confundido para luego jalarlo a la cama.
-¿G-Greed?
-Tranquilo-acaricié su mejilla, mirandolo detenidamente, nunca me había detenido para contemplarlo, de alguna manera, me gustaba estar así con el, solo asi, ambos frente a frente, recostados en la cama.
-¿Greed? Estas muy raro.
-Oncie, ¿Cuántas veces he sido violento al momento de cojerte?
-Todas.
-Wow, no lo pensaste mucho.
-Todas fueron violaciones, Greed.
-No todas. Te ofreciste una vez.
-Y aun así te fuiste para buscar a una chica que pudiera satisfacerte.
-¿Por eso estabas tan molesto esa vez?
-Pues si, es bastante obvio, ¿no lo crees?- Lo miré con fastidió.
-No, no era obvio.
-Solo para ti nada es obvio, ni siquiera fue obvio que mi salud decayera por tus tratos cuando lo era.
-No suelo darle importancia a cosas que no lo son.
-¿Me dijiste cosa?
-Oncie, ¿Te das cuenta de que hace un par de meses te trate muy mal y que ahora al menos te tomo en consideración? No esperes un gran cambio en mi forma de ser en tan poco tiempo.
-Si, lo sé. La gente nunca cambia-arquie una ceja, el realmente no pensaba que fuera a cambiar, y siendo sinceros, ni yo lo creo.
-Oncie...
-Si vas a hacerme algo hazlo y ya, por algo me jalaste a tu cama.
-Si, lo hice por una razón. Quería estar así por una vez contigo.
-¿Eh?
-Sigues siendo nuestra cita, falta mucho por hacer, pero iremos en un rato-le sonreí, lo compensaría como pudiera este día.

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