CAPITULO XXIX: LOCURA.

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Pasaron dos años y yo tenía 22 años, mis dos hijos tenían 3 años.

Mi vida normal sin problemas...eso pensaba notaba a Hades un poco raro, ya no había tanta atracción usualmente su excusa es el trabajo, pero no era tonta, Leuce me decía que simplemente esta estresado, comenzaba a sospechar de ella.

Atenea: Perséfone.

Perséfone: Ey Atenea.

La abrase y ella me abrazo tan fuerte que me 'podía quitar el aire.

Perséfone: No te veía desde que te fuiste con Telémaco, te ves más grande.

Atenea: Que te digo...enojarte demasiado te hace daño.

Perséfone: ¿Porque no vas con Hebe?

Atenea: Ese tipo de cosas no puede arreglar Hebe y mucho menos porque somos diosas.

Perséfone: Lamento escuchar eso.

Atenea: No importa bueno solo vine a visitarte.

Solo asenté la cabeza, la acompañe hasta la entrada, cuando se fue me regrese a la casa, pasaron 5 horas y Hades llego.

Hades: Hola, cariño.

Perséfone: Hola. -Le da un beso-

Hades: ¿Dónde están mis dos niños preciosos?

Macaria y Adonis: Aquí. -Lo abrazan-

Estaba cocinando, todos comimos y me senté a lado de Hades a observar el televisor.

Perséfone: ¿Te he notado distante conmigo por qué?

Hades: El trabajo es tan un poco estresante.

Perséfone: Siempre me dices eso.

Hades: Es que es la verdad de hecho el viernes tienes que ir hay unos papeleos que debes llenar.

Perséfone: De acuerdo.

Los días pasaron más rápido de lo que se pueden imaginar, Hades estaba más raro debido a que solo llegaba a dormir, ya no me saludaba ni a los niños y claro llegaba más noche.

Era viernes, necesitaba averiguar que tenía Hades, le dije que iría en cuanto dejara a los niños, pero iría sin aviso, no quería encontrarme con nada malo, iba en el auto cuando llegue sin avisar, subí hasta la oficina de Hades, Leuce no estaba, entonces temí lo peor, caminaba en silencio, abrí un poco la puerta cuando vi...

Leuce: Señor, ya sabe que yo soy muy profesional.

Hades: Mi esposa no va a llegar aún.

Leuce: Esta bien...solo porque usted quiere.-Lo besa-

Me llene de ira, tanto que una ráfaga de aire terminara de abrir la puerta, Hades me vio al igual de Leuce.

Perséfone: HAN PROVOCADO MI FURIA, NO TENDRE MISORDICORDIA SOBRE USTEDES DOS.

Salí del edificio estaba roja, llena de ira, subí a la superficie, mataría a todos, no tendría más misericordia.

Toque la tierra, entonces toda la tierra, las plantas, las flores y los árboles se secaban, me levante y como mayor enojo, grite, pero fue un grito que movió a Gea, me agarre la garganta ya que sentía que todo salía, golpe el suelo haciendo que la tierra se agrietara, eso provoco que los mortales salieran de sus hogares.

Me dolía el corazón, entonces me agaché, unas voces se apoderaban de mí y solo decían locura, entonces sentí que algo cambiaba.

[Hermes]

Estaba hablando con Iris sobre las entregas de las cartas, cuando una sirviente entro y dijo:

Ninfa: Alguien hizo enojar a la reina de los muertos.

Entonces Iris y yo nos miramos, salimos y todo estaba seco y negro. En ese momento un grito sacudió todo.

Zeus: ¿Que está pasando?

Hermes: Perséfone...

Zeus: Vayan.

Iris y yo partimos hasta donde ese grito provenía, entonces desde los aires observamos como la tierra se hacía una grieta.

Iris: Esto no se ve bien.

[Perséfone]

No estaba aún satisfecha, debía exterminar a Leuce, ella provoco esto, me levante y por la gran grieta baje y ahí estaba Hades y Leuce impactados.

Hades: Perséfone...

Sonreí, entonces de mis manos salió una magia que nunca había sentido antes, mi vista se dirigió a Leuce quien temblaba.

Perséfone: Otra estúpida ninfa-señalando-

Esa magia agarro a Leuce y la subí otra vez a la tierra donde todos los dioses observaban.

Leuce: Por favor...

No escuche nada de lo que dijo y con más rabia la apreté más y la arroje contra un árbol donde instantáneamente la mato.

Perséfone: Ya no voy a sentir más culpa.

Bajé y caí, todos observaron que importaba, entonces mi madre corrió y me abrazo.

Hermes se acercó y también me abrazo, después me ayudaron a levantarme.

Zeus: ¿Que te ha pasado?

Atenea: Le paso lo mismo creció más.

Demeter: Mi pequeña Perséfone que te han provocado.

Perséfone: Me quiero morir.

Hermes: Vamos al olimpo.

Fuimos al olimpo donde Hera me dio un té.

Hera: Parece que tienes 30 años.

Perséfone: Me dan un espejo.

Hera me paso un espejo, tenía razón era otra, mi cabello se oscureció era negro, me veía más grande.

Hades: Perséfone...

Perséfone: Aléjate de mí, tu eres culpable de que me vea mayor y fea.

Hades: No es cierto te ves bella.

Perséfone: ¿Entonces porque me engañaste con la ninfa?

Hades: Porque pensé que te aburrías de mí.

Zeus: Como gobernador debo hacerte un juicio.

Perséfone: Ya nada importa.

Tuve que reponer los daño y me disculpe con Gea quien se compadeció de mí y me perdono.

Perséfone: Debo regresar al inframundo.

Hades me subió al coche todo estaba en silencio, no hablaba.

Hades: Debemos hablar.

Seguía en silencio, solo pensaba en que tuve que hacer para merecerme esto. Llegamos a la casa y solo estábamos los dos frente a frente.

Perséfone: Podemos pedir el divorcio.

Hades: No.

Perséfone: No, entiendo para que me tienes a tu lado si solo me vas a estar engañando.

Hades: Me quiero disculpar....

Perséfone: Me haces tan vulnerable...

Hades: Te amo tanto no me dejes.

Perséfone: Podemos intentarlo, pero no seré la misma.

Hades: Lo entiendo.

Perséfone: ¿Me amas?

Hades: Tanto como la primera vez. –La besa-

Perséfone: No me abandones.

Hades: Nunca.

Perséfone (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora