Aimée
Miré a mí alrededor percatándome de que todo estaba bien. La mesa estaba puesta, todo estaba en su lugar. Conté los lugares y sí, todo estaba en orden. Solté un largo suspiro y luego miré la hora. Faltaban unos pocos minutos para que empezaran a llegar.
Él llegó corriendo a mi lado. Lo miré algo preocupada y me agaché un poco para quedar bien a su altura.
-¿Estás bien? ¿Te duele algo? ¿Tienes fiebre? -tomé su hermoso rostro entre mis manos.
Él frunció el ceño y se soltó de mi agarre.
-No, mamá -dijo quejoso y luego me sonrió -Ya pasó una semana desde que fui al médico. Ya estoy curado.
-¿Estás seguro, Christopher? -inquirí -Mira que si te sientes mal te vas ahora mismo a la cama y...
-¡Estoy bien! -dijo elevando un poco la voz mientras soltaba una pequeña carcajada.
-¡No me hables en ese tono! -lo reté. Él volvió a sonreír.
-Eres igual de quisquillosa que la abuela -aseguró.
-¿Cómo puedes compararme con esa vieja loca? -dije sin poder creerlo.
Él volvió a carcajear. No pude evitar reírme también. Me hace tan bien verlo sonreír. Hay algo en su risa... es como que llama a mi corazón a un lugar que... que no conozco.
Me acerqué un poco a él y le di un pequeño piquito. Me miró sin poder creerlo.
-¡No vuelvas a hacer eso! -me retó. Lo miré bien.
-¿Por qué? -le pregunté -Soy tu madre y tengo todo el derecho de besarte.
-Ya no tengo 5 años -murmuró -Los piquitos ya no van... ahora yo tendría que darle piquitos a otras mujeres.
-¿Qué? -murmuré y lo miré atónita -¿De dónde sacaste eso? ¡Yo soy tu madre y voy a darte piquitos aunque tengas 50 años!
Tomé su rostro y comencé a besar su cara. Él reía y trataba de zafarse pero yo hacía todo lo posible para que no lo hiciera. El timbre sonó. Dejé de jugar con mi hijo. Gabriella salió de la habitación.
-Yo contesto -dijo no muy contenta.
Apreté los labios y no le dije nada. Sabía por qué estaba así. Ella no quería quedarse a la cena, ya que mi hermano estaría con Brittany. Y además le había comentado que el señor Peña dijo que traería un amigo para que se conocieran. Cuando se lo dije por poco y me arroja el libro que tenía en sus manos por la cabeza.
Pero ya es hora de que Gabriella Di Grecco salga un poco de su 'encarcelamiento' por culpa de Pablo. Y no voy a parar hasta conseguirlo.
-Son Sea y Julio -nos anunció. Sentí una pequeña presión en el pecho.
-¡Yo voy a abrir la puerta del departamento! -dijo contento Chris y desapareció de la sala.
Me quedé quieta mirando a mi amiga.
-¿Aun estás enojada? -le pregunté.
-Si -contestó sin rodeos.
-Gabi, por favor -dije poniendo mi mejor cara de niña buena.
-No me pongas caras, Aimée Marine -su tono de voz era amenazador -Estoy pero más que enojada contigo...
-Pero sabes que no lo hice con malas intenciones.
-¡No me importan las intenciones! -chilló -¡Ahora voy a parecer una solterona desesperada que busca desesperadamente un nombre con el cual fornicar!
No pude evitar reír. Me miró coléricamente.
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Nothing in my way II - Isulio
FanfictionContinúa la historia de Isabela Souza y Julio Peña, ahora, después de 11 años de la tragedia, su historia cambiará de rumbo al descubrir verdades, personas, y sobre todo, al encontrarla. Para entender mejor esta historia, te recomiendo leer la prim...