Capítulo 25: Engaño

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Gabriella me soltó una pequeña carcajada. La miré a través del espejo, mientras terminaba de arreglarme.

-¿Puedes dejar de reírte? -le pregunté -No sé qué cosa es tan graciosa.

-Es que no puedo evitarlo -siguió riendo levemente -No puedo creer que vas a caerle de sorpresa a Ben, porque 'algo' te dice que te está engañando.

-No es solo eso -le dije. Me coloqué un poco de rubor -Quiero verlo, lo extraño.

-A parte -continuó hablando -Si él te estuviera engañando no tendrías por qué enojarte. ¿No lo engañaste, tú, hoy con Julio?

Dejé de mirarme en el espejo y giré a verla.

-¡Yo no engañé a nadie! -dije nerviosa.

-Noooo, claro que no -dijo irónica -No lo engañaste 'fajandote' a Julio, claro que no.

-No me lo fajé -negué efusivamente con la cabeza.

-Oh Aimée, eres muy mala mintiendo. Si te lo fajaste. Aunque no hayas querido decírmelo. Yo solita me di cuenta... eres algo obvia.

-fajar es una palabra demasiado adolescente...

-Bueno, te lo transaste.

-Tampoco -me apresuré a decir -Solo fue un beso... solo un beso. Casi un pico.

-Seguro que si, por eso tenías los labios hinchados. Te lo re comiste... admítelo.

-Yo... no... es que...

-Además es obvio que ese beso te puso loca -aseguró -¿No crees que es hora de dejar a Ben? Tú y Julio hacen una linda pareja.

-Gabriella -la callé -No voy a dejar a Ben. Julio Peña no me interesa.

-¿Por qué? -preguntó.

-Porque... porque él me hace daño.

-¿Qué daño podría hacerte el amor? -dijo.

Me puse el abrigo y le sonreí.

-Mucho más del que te imaginas -le contesté -Cuida a Chris... no me esperes despierta.

Salí de casa luego de despedirme de mi hijo. Me subí a mi auto y arranqué.

En todo el día no había podido dejar de pensar en lo que pasó con él. Jamás en mi vida me había sentido así con un beso. Fue tan lindo y a la vez tan doloroso. No sé como explicarlo.

Para mi suerte no lo volví a ver después de aquello... ya que se había ido por un pequeño problema con un familiar, según lo que Sea me dijo.

'¿Vas a seguir haciendo todo lo posible para encerrarme?'

Fruncí el ceño al escuchar su voz dentro de mi cabeza.

'¿Dónde está Marine? ¿Qué le haz hecho? -le pregunté.

'Cometí un conciencidio, la maté' -dijo ella.

'Ese no es un buen chiste' -aseguré.

'Si no estuvieras en el modo de francesa insoportable, si te hubieras reído'

'No soy una francesa insoportable. ¿Quién eres? ¿Y qué haces en mi conciencia'

'Yo soy tu conciencia, tonta. Y hay muchas cosas que aquí dentro están mal'

'¿Estoy loca?' -dije confundida.

'Solo un poco -aseguró -No, bromeo contigo. No estás loco. Solo tienes un pequeño problema'

'¿Cuál?' -quise saber.

'No puedes recordar'

Detuve el auto frente a la casa de Ben.

Nothing in my way II - IsulioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora