Julio
Ella levantó el rostro y me miró. Aquellos ojos marrones llenos de lágrimas me hicieron sentirme como un idiota de 18 años de nuevo. Queriendo darle todo lo imposible solo para hacerla sonreír.
-¿En serio? -inquirió.
-Si, amor -dije y acaricié su rostro -Iremos a verlo.
-¿Crees que puede ser ahora mismo? -dijo y su rostro se iluminó.
-Ya es algo tarde -miré por la ventana -No creo que sea conveniente andar en auto por la noche. La carretera se pone algo peligrosa.
Soltó un suspiro y se acurrucó más contra mi pecho.
-Tienes razón...
-Pero te prometo que mañana nos levantamos súper temprano y vamos a verlo ¿si?
-Ajá -asintió. La besé suavemente, llenándome de su sabor. Se alejó un poco de mí y me sentí como idiota -Deberíamos llamar a nuestro hijo.
Sonreí bobamente. Aquella palabra quedaba perfecta en sus labios.
-Dilo de nuevo -le pedí. Me miró extrañada.
-Debemos llamar a nuestro hijo.
Sonreí aun más. Ella me seguía mirando con aquella cara de confusión. Besé su nariz cortamente.
-No sabes lo increíble que es escucharte decir eso...
-¿Qué cosa?
-Nuestro hijo -repetí. Sonrió dulcemente.
-Vamos a llamarlo para ver como está y qué está haciendo...
Se alejó completamente de mí y se puso de pie. La miré atentamente. Aquella camisa le quedaba tan bien.
-Me gusta como te ves en mi camisa -le dije.
Ella me miró sobre su hombro y arqueó una de sus cejas.
-¿La quieres? -dijo.
-¿Qué cosa? -pregunté.
-A la camisa.
-No, se ve mejor en ti que en mí.
Negó levemente con la cabeza y buscó en su cartera su celular. Se volvió a acercar a mí y se sentó en mi regazo para luego marcar el número. Puso el alta voz. Escuchamos como comenzaba a sonar. Mi corazón se aceleró... ¿ella iba a decirle que yo era su padre?
-¿Hola? -esa era la voz de Gabriella.
-Gabi -dijo Isabela -Soy yo...
-¡Aimée! ¿Dónde demonios estas metida? Me tienes con el corazón en la boca. No sé que diablos pasó. Tus padres se acaban de ir... dicen que volverán a Francia. Y Chris no puede dormirse...
-Pásamelo -dijo ella interrumpiéndola.
Gabriella soltó un suspiro y escuchamos que llamaba a Chris. Me sentí más nervioso que antes.
-¿Quién es? -preguntó él desde lo lejos.
-¡Es tu madre! -le gritó ella.
Escuchamos que alguien venía corriendo, un raro sonido y una respiración agitada.
-Mami, mamita linda ¿Dónde estás? ¿Ya vas a volver? ¿Por qué te fuiste? Julio me dijo que iba a ir a buscarte ¿están juntos? -preguntó sin detenerse ni una vez. Ella soltó una suave risita.
-Tranquilo, mi cielo -le dijo dulce -Yo estoy bien... estoy con Julio.
-Pfff, eso me saca un peso de encima -dijo él.
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Nothing in my way II - Isulio
Fiksi PenggemarContinúa la historia de Isabela Souza y Julio Peña, ahora, después de 11 años de la tragedia, su historia cambiará de rumbo al descubrir verdades, personas, y sobre todo, al encontrarla. Para entender mejor esta historia, te recomiendo leer la prim...