Capítulo 26: Teléfono

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Julio

Me dejé caer pesadamente en el sillón. Tomé el control remoto y prendí la tele. Hoy había sido un día extremadamente largo en el cuartel junto con Erica. La difícil decisión de dejar a Mariano conectado... sabiendo que quizás jamás despierte.

Ese hombre no merece pasar por todo lo que está pasando. Me pasé toda la tarde con Erica y cuando el pequeño Peter llegó de la casa de su abuela me ofrecí a llevarlo a tomar un helado.

Peter podrá ser pequeño, pero es muy consciente de que las cosas no están nada bien. Hice todo lo posible para mantenerlo distraído. Pero ¿Cómo mantener distraído a un niño que sabe que su padre jamás podrá verlo?

Puse el canal de las noticias para poder mirar la hora. Eran las 12 a.m en punto. Miré a la mujer que daba las noticias. Tiene un parecido a Sea que me resulta chocante.

Tomé el vaso de gaseosa que me había traído de la cocina y bebí un trago. Tomé el control con un poco de firmeza y comencé a hacer zapping...

El teléfono de mi casa comenzó a sonar. Lo miré extrañado, ya que casi nunca suena, porque todo el mundo me llama a mi celular.

Dejé que sonara para que atendiera el contestador. El pequeño pitido que hizo me informó que acababa de contestar.

-Señor Peña... al parecer no está en su casa -me senté bien en el sillón al escuchar su voz -O quizás está dormido, no lo sé -me quedé quieto, bastante asombrado -Ni siquiera sé por qué lo estoy llamando... -se quedó en silencio -Bueno en realidad si sé por qué. Yo... quería disculparme por lo que sucedió hoy. De verdad, señor Peña, yo no quiero que las cosas estén mal entre nosotros. Y que tampoco sean confusas. Siempre me consideré una persona que va de frente y que no tiene problemas con nadie. Así que le pido perdón por lo que hice hoy. Sé que fue mi culpa... No quiero confundirlo, y mucho menos causarle daño -soltó un suspiro. Mi corazón se aceleró -Pero... me es inevitable no quererlo cerca. No puedo explicarlo... usted me hace bien. Pero me hace mal a la vez. Es algo raro. Y lo único que me queda por pedirle es que no se aleje de mi hijo por mi culpa. Chris le ha tomado mucho cariño. Y no creo que usted quiera herir los sentimientos de un niño -rió levemente -Espero que escuche mi mensaje pronto... -me puse de pie y corrí hacia el teléfono.

-Ya lo escuché -le dije. Ella no contestó. Al parecer la tomé por sorpresa -No voy a alejarme de Christopher... Y tampoco de usted.

-Es buena saberlo -dijo.

-Yo también siento lo que sucedió hoy...

-Nonono -dijo apresuradamente -Fue mi culpa. Además de que le dije un par de cosas feas.

Reí por lo bajo.

-Me han dicho cosas peores -le aseguré.

-De todas maneras... no pienso esas cosas.

-¿Está segura? -inquirí divertido. Ella rió por lo bajo.

-Si, segura.

-Aunque puede que tenga razón en lo de idiota.

-Por favor -dijo divertida -No me haga recordar lo que le dije. Juro por dios que esa no era yo.

-Está bien, está bien... no se lo recuerdo.

-Bien -murmuró -Me alegro que hayamos arreglado esto. Ya es un poco tarde... me voy a dormir.

-También yo.

-Y espero que dejemos atrás las confusiones.

-Quedan bien atrás.

-Genial... me siento mucho mejor.

Nothing in my way II - IsulioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora