Capítulo 18 "Ya déjala..."

24 2 0
                                    

Valerie narra

-¿A dónde vamos?- le pregunto a mi hermano.- Me dijiste que saldríamos en cinco minutos y sigues metido en tu teléfono...

Han pasado ya dos días de que mis padres y mi tía se fueron a mi país natal, junto a mi abuela. Aún no entiendo por qué yo no puedo estar allí. Si la vida es complicada, los padres aún más.

-Aguanta un segundo más...- dice él sin quitar sus ojos de la pantalla.

-Es legal que cuatro adolescentes se queden solos en una casa porque sus padres no los dejan ir a visitar a su abuela.- dice Andrew leyendo algo en la computadora.

-¿Por qué lo dices en forma de afirmación y no de pregunta?- dice Sarah.

-Es que lo estuve averigüando...-responde su hermano.

-Es injusto ¿Verdad? Es por eso que no los entiendo... Nunca lo haré.- digo yo.

-Tampoco yo...- dice Sarah.

Me canso de estar parada esperando a mi hermano y me siento en el sillón, en frente de Sarah, que al parecer también vendrá conmigo y mi hermano a no sé donde.

-Andrew... ¿Tú vienes con nosotros?-le pregunto a mi primo. Él me mira antes de responder.

-Sí... Estoy esperando a un amigo.

-Está bien.- me acerco a mi hermano que está cerca de la puerta aún sin salir.- ¿Se puede saber con quién hablas?

-Estoy tratando que Natacha salga conmigo otro día. No hablamos desde hace bastante.

No entiendo cómo no se da cuenta de que a esa chica no le interesa. ¿Será que solo Ashton y yo lo sabemos?

Ashton... La última vez que lo vi fue cuando me enteré lo de mi 'nana'. Quisiera no recordar nada de ese día... Quizás solo su abrazo, sus ojos, su voz... El poder que tiene de calmarme. Oh, basta...

-Ya estoy.- dice Santiago. Mi prima y yo salimos junto con él.

Mientras caminamos pregunto otra vez a dónde vamos. Mi largo y ondeado cabello flota en el aire cada vez que el viento decide golpearnos suavemente.

-Valerie, niña impaciente y curiosa, sólamente vamos a un café que queda cerca de aquí. Tenía ganas de salir a tomar un poco de aire.

-Con este viento podrás tomar todo el aire suficiente como para encerrarte en tu cuarto por una semana... Pronto mi bandana va a abandonarme...- digo quejándome.

-Tu fea bandana roja te estará haciendo un favor.- dice burlonamente mi querido y torpe hermano.

-Oh, vamos, a Valerie esa bandana le queda preciosa, además, los corazoncitos blancos de su estampado la hacen ver más tierna de lo que ya es...- dice sonriente Sarah. ¡Qué prima tan tierna tengo!

-¡Gracias Sarah! Tú sabes que te quiero, ¿Verdad?- digo y le guiño un ojo. Ella solo ríe y me abraza.

Ya estamos cerca del café, solo debemos cruzar la calle y caminar media cuadra para llegar, lo sé porque ahora sí puedo verlo... Pero no solo veo el café, sino que Michael está ahí y no está solo.

Lo peor de todo es que su acompañante es... una chica.

Me duele y mucho ver esto, jamás lo imaginé con alguien más...

-Valerie ¿Sucede algo?- pregunta mi hermano preocupado.

Sarah mira a la misma dirección a la que yo miro y lo entiende.- Lo que le pasa es... él.-dice y lo señala.

-Oh no.- es lo único que Santiago dice.

La chica está a punto de tomar una foto de ambos con su celular, Michael trata de abrazarla y su mano queda enredado en su cabello rubio y rosa por lo que ambos ríen. Ahora sí, Michael está abrazándola...

-Valerie, vámonos.- dice mi hermano tirándome del brazo para que retroceda, seguramente volviendo a casa.

Pero yo me mantengo firme, sin quitar los ojos de mi nov... De mi ex-novio.

-Espera.- digo.

Ahora Michael le está sonriendo... ¡Cómo extraño verlo sonreirme a mí! ¿Por qué dejé que esto pasara? Yo podría estar ahora en sus brazos... Él podría estar ahora abrazándome o acariciándome... Pero no, aún así, Ashton vive en mi mente...

Confusión, celos, amor y odio. Todo al mismo tiempo. Soy una catarata de distintas emociones. Sí, esa soy yo.

-Vamos.- dice mi prima y junto a mi hermano me obligan a caminar.

***

Michael narra

-Aún no entiendo por qué no estudias fotografía, amas sacar fotos en todo momento y lugar...-digo sonriendo.

Florencia está sentada junto a mí, acabamos de sacarnos una foto o como yo la llamo: "la foto de cada salida".

-No lo sé... ¿Sabes qué? Ya lo decidí, abandonaré ya mismo la universidad y me dedicaré a tomar fotos con mi teléfono.- dice ella y reimos. Sus ojos se vuelven más profundos cada vez que lo hace.

-Bueno... Cambiando de tema.- tomo un tono más serio.- Debo decirte algo.

-¿Qué pasa, Mike?- dice Flor y toma un sorbo de su café cortado.

-Es ella otra vez...- Flor pone en blanco sus ojos.- Lo sé, es que no puedo sacarla de mi cabeza...

-Está bien, pero ¿Qué quieres decirme de ella otra vez? ¿Vas a hablarme de sus bonitos y grandes ojos café? ¿O esta vez me hablarás de su sedoso cabello oscuro y lo mucho que extrañas acariciarlo tanto como a su perfecto rostro? Michael, ya olvídala...-

-No es eso... He tratado de olvidarla, he pensado el daño que causó, hice todo lo posible por dejarla ir, pero no puedo... Igual es otra cosa de la que quiero hablarte...

-¿De qué quieres hablarme?

-Su abuela...tiene cáncer. Y ella se enteró hace un par de días. Yo me siento mal por no haber estado con ella en ese momento, le prometí nunca abandonarla, lo hice.

-Mike... Si tú quieres verte como un niño que constantemente corre detrás de ella, hazlo. Ve, abrázala y dile lo mucho que la extrañas. Pero si decides actuar como el chico maduro que eres, ya déjala...

-Flor... Tienes razón, no puedo ir tras ella como un niño. Lo he pensado antes y no puedo... Aunque sigo sintiéndome la peor persona del mundo. Realmente quiero pero no debo...

***

Flor narra

Hoy estuve con Michael. Aún no entiende que debe dejar a Valerie de una vez por todas.

Nunca pensé que me iba a enamorar de Michael, él siempre fue como un hermano para mí, pero ahora lo veo distinto. Es tan tierno con Valerie y sé que siempre lo fue, me gustaría pensar que en algún momento será así conmigo, pero si ellos vuelven creo que nunca habrá un futuro juntos. Jamás.

Michael ha cambiado mucho desde que partí de mi ciudad, aún cuando no dejamos de comunicarnos el cambio fue muy de repente.

Recuerdo que él era muy dulce desde chico, cuando yo iba a visitar a su primo, él venía a saludarme siempre y me daba un abrazo. Ahora cuando Michael me abraza noto lo grande y fuerte que es, ya es más alto que yo y sus ojos se han vuelto más claros de lo que eran antes, todo en él ha cambiado, menos ese niño soñador y dulce que lleva eternamente dentro.

Ahora que estaremos juntos durante mucho tiempo y hasta compartiremos la habitación, será muy difícil para mí alejarlo de mis pensamientos para que todo vuelva a ser como antes, no creo que eso vuelva jamás... Y lo peor de todo es que...quisiera que jamás se aleje de mí. Nunca más...

Volveré A Sonreír.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora