Capítulo 11

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Conocía la depresión post-concierto de sobras, sabía exactamente cómo era pero no sabía si la presión que estaba sintiendo en el pecho en esos instantes era por estar padeciendo eso más tarde o porque se habían ido y quería volver a estar con ellos.

Dios, desde que se habían ido lo único que habíamos hecho Laura y yo era mirar películas constantemente y ni siquiera teníamos ganas de levantarnos de la cama, Andrea y Laia nos habían venido a ver pero ya llevábamos dos días encerradas y sabía que ella lo estaba pasando peor que yo por Ashton.

-¿Salimos esta noche? –propuse, quizá no había sido lo mejor porque ahora salir de fiesta lo relacionaba con ellos. Mis bailes con Calum, Luke y yo bebiendo, Ashton y ella besándose. Michael haciendo lo que quisiera que intentara…

No era fácil olvidar todo lo que había  pasado en un simple día y medio, pero sentía que había sido mágico.

-¿Y si simplemente vamos a tomar algo y ya?

Asentí, por mí estaba bien.

Ninguna de las dos había tocado el móvil, lo último que supimos de ellos fue que llegaron a Madrid. Nos habían enviado mensajes avisando que estaban bien, pero no mucho más. Supuse que estaban muy ocupados o simplemente ya se había terminado todo.

Laura cogió su móvil y lo encendió, después de haber estado un día y medio apagado –ya, yo tampoco podía creerlo- y cuando este se abrió dio un grito.

-¿Qué? –pregunté tapándome las orejas.

-Tengo cincuenta mensajes de Ashton, ¡mira tu móvil! Quizá tienes mensajes de Mike.

-¿Mike? –reí. –No, no creo que vaya a tener mensajes de Michael.

-¡Enciéndelo! –insistió. Bufé y le hice caso. -¡Qué mono! Dice que ha estado muy ocupado y que por fin tiene tiempo libre, dice que les obligan a quedarse por Madrid y que le da mucha rabia porque quiere verme. Te manda recuerdos.

-Dile que me ofende que no me eche de menos –reí, ver la sonrisa de Laura me hizo sonreír y de repente me entró una oleada de hambre que casi me hace caerme al suelo. –Mierda, voy a comerme una caja de helado entera.

-Tráeme un poco –se quejó Laura y rió.

La fulminé con la mirada y ella me la devolvió.

-Dios, Abril ven –dijo ella tratando de parecer calmada. –Tía, tienes como cien mensajes de Michael. Dios.

Abrí los ojos mientras cogía el helado, me estaba muriendo de ganas de ir corriendo hasta mi móvil y mirarlo pero me hice la calmada. Pasé nerviosamente –tratando de camuflarlo- por delante de Laura y ella empezó a reírse.

-Sí, podrías ser una gran actriz –rió.

Solté un pequeño chillido y cogí mi móvil.

Tenía tantos mensajes de Michael que no pude evitar sonreír aunque en la mayoría de ellos solo ponía “Mayo” haciéndome spam y algunos diciendo que era una puta por no responder, en otros que ignorara lo que había dicho, más spam y finalmente me decía que me echaba de menos y que quería verme.

Abril a Lettuce:

“Lechuga”

“También te echo de menos”

Le había cambiado el nombre a Michael después de que él se fuera.

Lettuce a Abril:

“Quiero verte, Mayo”

“Ahora”

Abril a Lettuce:

Diario de una groupie >>5SOS<<Donde viven las historias. Descúbrelo ahora