Fall into temptation

C a p i t u l o 9

Apretó sus manos cuando vio que él había cerrado la puerta. Se envolvió con sus alas intentando protegerse. El concepto de pertenecer a alguien, ese concepto, era un terror. Y posesión era el segundo terror.

Cuando el beso forzoso empezó ella intentaba alejarlo extendiendo sus alas e incluso abriéndolas y cerrándolas para tomar un poco de vuelo. Funciono al principio hasta que su ala derecha golpeo el candil oscuro que colgaba del techo. Lo que hizo que ella cayera al suelo de rodillas, intentando sostenerse de sus brazos. Taehyung la tomó de la cintura obligándola a ponerse de pie, la apoyó en la pared, aprisionándola con sus brazos. Soltó un jadeo de dolor.

—     Si que me haz traído demasiados problemas, pequeña angelita —acarició delicadamente su mejilla, ella ladeo el rostro queriendo alejarse de su tacto— eres una traviesa —susurro acercando su boca al oído de ella.

Una lagrima pequeña resbaló de su mejilla. Taehyung la presiono por la cintura, enterrando sus uñas en su piel. Eso le dolía a ella y se lo hizo saber.

—     Me lastimas —se quejó intentando mover sus alas, que estaban aprisionadas por la pared.

—     ¿Y tu crees que seré gentil después del lío en el que me metiste con el Rey de aquí? —negó con la cabeza mientras reía de forma burlona por lo vulnerable que ella se veía— estas súper equivocada —la acercó mas a él— y no se va a quedar así

Intentó presionar sus labios con los suyos, pero ella volteó el rostro y sus manos quedaron aprisionadas en medio de sus cuerpos.  Taehyung aprovechó a enterrar su rostro en su cuello, aspirando su aroma y dejando besos junto a pequeñas mordidas nada graves. Esperaba encontrar un buen lugar donde marcarla.

—     ¿Si me disculpo, me dejarás? —pidió apretando sus labios ya que el cosquilleo empezaba a formarse en su espalda y parte de sus alas.

—     Las disculpas no existen en este lugar bonita, ¿Por qué crees que acabamos aquí? —soltó una risa— aparte, no deseo dejarte ir, ahora me pertenecerás.

La dejó sobre la cama. Ella intentó enderezarse, comenzando a retroceder apoyándose de los codos.  Su vestido negro había quedado enrollado sobre sus rodillas, sus piernas eran pálidas y Taehyung podría apostar que suaves. Ella notó que la vista de él seguía posada en sus piernas e intentó bajar el vestido para cubrirse.

—     Veo que esto te estorba —ella se reusaba a abrir sus piernas. Taehyung la tomó con mas fuerza, consiguiendo que quedara debajo de él. Sujetó el inicio del vestido, queriendo arrancarlo pero ella no lo permitía. 

Daniela se agarró de las sabanas cuando él la colocó debajo de él. Lo miro asustada. Muy poco les habían enseñado de ese tema y era algo que los ángeles tenían prohibido realizar.  Intentaba sujetar su vestido o cubrirse y alejar las manos de él.

—     No puedo —lo repitió un par de veces intentando cerrar sus piernas.

—     Claro que puedes, quieras o no —delineó su cintura con sus dedos dejando besos en el cuello— eres más hermosa que un súcubo

Ella se removió mirando el candil que se mecía sobre ellos. Por unos cortos segundos deseo que se cayera y así tendría puntos de ventaja para poder liberarse.

La incomodidad y tristeza la invadió. Intentando ignorar al pecado que tenia sobre ella y empezando a idear un plan para poder salir. Esperar a que duerma parecía buena idea, si es que en algún momento los demonios lo hacían. Podría noquearlo con alguna de las armas que había visto en el pasillo, aun que estaba asegurado que aquel pecado tendría muy buenos reflejos.

Nunca creyó terminar ahí. Sabia muy bien de las advertencias y ella no era alguien que las desafiara.

—     No podré salir de aquí —susurró dejando caer su cabeza en la suaves almohadas— no podré volver —cerró sus ojos sintiendo el ardor en ellos.