C a p i t u l o 2 6

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Las afiladas uñas de Taehyung se enterraban en la piel de Daniela, justo en las piernas, dejando las lineas sangre resbalar. Pero eso no importaba, ambos estaban más entretenidos buscando seguir aquel beso agitado. La tenía sentada sobre sus piernas, ella moviéndose arriba de él. Jadearon en medio del beso cuando ella empezó a dar pequeños saltos, dejando que Taehyung soltara un gruñido al escuchar sus cuerpos chocar. Los dedos de ella se aferraban a la cabellera de su pecado.

– Taehyung –susurró ella entre jadeos– mi señor...

Esas palabras le encantaron, y lo demostró girando, dejándola abajo...

Golpearon la puerta volviendo a llamar al pecado, consiguiendo que Taehyung abriera los ojos y se enderezara un poco, despertándose de golpe.

– Mi señor –dijo de nuevo la súcubo desde afuera, esperando que Taehyung le permitiera entrar.

El pecado gruñó con fastidio, mirando debajo de las sabanas el problemita que había ocasionado ese sueño. Con fastidio, colocándose una pequeña almohada en el problema, le cedió el paso a la súcubo y ella entró. Hizo una reverencia para después hablar.

– El Rey solicita su presencia.

– ¿A está hora de la mañana? –miró el reloj dándose cuenta que en realidad ya era más de medio día, carraspeó por su equivocación, se dio cuenta que Daniela no estaba en ningún lado de la habitación- '¿Sabes donde está angelita?

– Me parece que esta en la biblioteca, mi señor. Por cierto, se ha perdido del desayuno, ¿Desea que le traiga algo?

Taehyung hizo una ligera mueca y negó.– Primero debo ir con Jungkook, averigua si mi angelita ha desayunado, de lo contrario, lleva algo para los dos a mi balcón en el estudio.

– Si, señor. –dijo la súcubo, haciendo una reverencia antes de salir.

Taehyung se dejó caer rendido en la cama, mirando su reflejo en el techo de cristal, para finalmente sonreír. Quien lo viera, al mismísimo pecado tan sonriente.

..

Edith miraba por la ventana como las calle de la ciudad de en llamas estaban tan solitarias, con montones de basura, luces colgando como si alguien las hubiera utilizado como lianas, carteles arruinados, manchas de pintura, locales destruidos y finalmente ella lo describió como si un tornado acabara de pasar.

Mostró una sonrisa al ver que habían llegado al edificio donde estaba Black and White. Jimena bajó arrojando las llaves hacia un incubo, subieron en el ascensor y mientras la pecado se encargaba de los problemitas que tenían que ver con la reencarnación de almas que ella misma había castigado Edith se tomó la libertad de dirigirse hacía los espejos. Teniendo su total atención a aquel que tenía dibujado la carita sonriente y escrito un "Hola".

...

Jungkook golpeaba sus afiladas uñas en aquel bastón mirando la enorme pintura de aquellos 7 pecados en su propia imagen. Aquellos quienes abitaban dentro de los 7 recipientes.

– Dijeron que querías verme.

Escuchó a Taehyung seguido del rechinar de la puerta al ser cerrada de par en par.

– Así es –Jungkook seguía dándole la espalda. Taehyung se acercó hasta contemplar la misma pintura.

– Parecían tiempos difíciles.

– Siempre hay tiempos difíciles, Taehyung. –soltó Jungkook sin quitar la mirada de la pintura.

– Me refiero a la guerra.

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⏰ Última actualización: Jan 29 ⏰

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