⚠️CANCELADA⚠️
Gustabo García, sin saber por dónde ir, que camino escoger, cansado de su consciencia y de su vida decide acabar con ella, pero un pequeño rayo de luz, lo impidió.
The useless seems to matter more and more My life is just something I can ignore Consumed and enthused by all that came before
El silencio abundaba en ese enano sitio, ambos se miraron, Jack esperando una respuesta, Gustabo, pensando una excusa. —Sí, simplemente últimamente no he estado durmiendo bien y se ve que ahora eso cobra factura.— se excusó con una risa incómoda al final, saliendo del vehículo de policía y dedicándole una sonrisa forzada a Conway.
—Yo me voy ya, que estoy hasta la polla.— soltó, cerrando la puerta del coche de un portazo y empezando a caminar, mirando el móvil y viendo a través del reflejo del móvil cómo el coche de patrulla aún le seguía, lentamente, haciendo que este, parara en seco y se girara una vez más.
—¿Qué pasa?— miró al de traje atentamente, ya que parecía que este aún quería decir algo.
—Ten cuidado.— dijo, después de unos segundos pensando que decir, realmente se le veía con la intención de decir otra cosa, pero que terminó sin decirla.
—Lo tendré.— respondió, rodando los ojos, para así caminar hacia el puente, que tan conocido se le hacia.
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Llegó, sintiendo el viento en su cara, sintiendo como el pelo se le movía a compás del viento, bailando en un sin fin. Respirando profundo y soltando un largo suspiro, queriendo echarlo todo para fuera y olvidarlo todo, como si se tratara de tirar una pluma al viento.
De repente, un grito se fue hacia el viento, donde el rubio ya lo había sacado todo con tan solo aquello, tumbándose en el suelo bruscamente y mirando el oscuro cielo, vacío, mientras lágrimas caía por su mejilla, acabando en su pelo o en la sucia madera que poseía el puente.
Con dificultad, giró la cabeza, mirando el fin del puente, donde olas golpeaban a dicha construcción, provocando un sonido satisfactorio pero triste a la vez.
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—Me echo de menos a mi mismo...— susurró, mientras más lágrimas caían de su rostro, haciendo así que sus ojos se pusieran de un leve rojizo lentamente.
—Joder... ¿Cómo he acabado así?— intentó reírse.
—Por qué... ¿por qué soy tan sensible?— siguió
—Desde... ¿desde cuando..?
—Estoy harto, estoy harto de mis pensamientos, harto de que mi pasado me persiga.— lágrimas seguían cayendo, cada vez con más abundancia.
—Quiero acabar con todo este sufrimiento.
—Nadie me ayuda, y ni siquiera estoy pidiendo ayuda.
—Soy egoísta como ninguno, solo pensando en mi.
—Da igual...
—Igualmente, esto acabará pronto.—terminó, cerrando los ojos.
