Abrázame muy fuerte- OneShot Palia

Felicidad y Calma

Paco

Y ahí estábamos de nuevo, Cecilia se miraba en el espejo por última vez mientras yo ponía un poco de mi loción, tomó su bolso y se acercó a mí.

-Estás muy guapo esta noche, Francisco- Me acomodó el saco un poco y yo la tomé por la cintura.

-No creo que esté más precioso que tú, venga- Le di un beso en los labios y bajamos a despedirnos de los niños. Estábamos en el auto camino a una cena con amigos.

Cecilia estaba hermosa con su vestido rojo pegado al cuerpo y pequeñas tiras que pasan por sus hombros, ella le daba indicaciones al chofer de cómo llegar al lugar y luego de eso se giró a verme.

-¿Que? ¿Qué pasa?- Me dijo parpadeando varias veces.

-Estoy fascinado con lo hermosa que estás, el rojo te hace ver divina- Bese su hombro y ella solo agarró mi cabeza y jaló uno de mis rulos.

Así fuimos todo el camino con mi cabeza en su hombro, aspirando su perfume y ella dándome caricias en el cabello. Todo lo que necesitaba, ella, mi hogar.

Llegamos al restaurante y bajé para tomarla de la mano, cuando nos adentramos a este dimos el nombre de la reservación y en menos de unos instantes estábamos ya sentados esperando a los chicos.

-Sabes, siempre he pensado que si nos hubiéramos conocido así de chavitos, seríamos cómo ellos- Me dijo viéndome a los ojos, yo giré mi cuerpo para verla sin muchas complicaciones.

-No entiendo el ¿"cómo ellos"?- Ella solo suspiro y tomo mi mejilla para darle leves caricias.

-Sí así, sin miedo a que el mundo estuviera en su contra, juntos de aquí para allá y de allá para acá siempre y cada cuando dándonos nuestro espacio para relajarnos, siendo celosos de lo nuestro, de solo mostrar lo justo y necesario pero a puertas cerradas un amor que consume en felicidad y romanticismo- Tome su mano y la lleve a mi boca dándole un pequeño beso en esta.

-Ya somos todo eso pero con algunos años de más- Le di un pequeño beso- Y obviamente muchísimo más guapos.

Ella soltó la carcajada más hermosa que escuche y negó con su cabeza.

-Ay Francisco, tú y tus ocurrencias- Escuchamos a alguien carraspear detrás de nosotros y ya nuestros chicos habían llegado.

Ambos nos levantamos, Ester estaba preciosa en ese vestido blanco pegado al cuerpo y Alex siempre tan elegante como solo él sabía, Cecilia los adoraba como si fueran ya parte de su familia así que no dudó en darles un fuerte abrazo.

-Pero niña mira lo guapa que te has puesto- Se adularon mutuamente.

-Mira quien habla de guapa, mujer.

-¡Mira lo guapo que estás amiga!- Le dije a Álex en el tono más afeminado que salió.

-¡No más que tú! Tienes que contarme todo sobre dónde compraste el traje, cari- Me respondió igual causando la risa de los cuatro. Ellas por su parte solo sacaron la lengua.

Al sentarnos tome la mano de Cecilia sobre la mesa y ella solo me sonrió, desde que lo hicimos oficial no dejábamos de mostrar nuestro amor, nos importaba poco. Hablamos sobre la vida y sus cosas, estos jóvenes estaban llenos de vigor y buenas intenciones para el mundo por eso compartir con ellos siempre era de nuestro agrado.

-¿Ya para cuanto van juntos?- Preguntó Ester.

-Oficial vamos para un año dentro de un mes- Respondió Ceci orgullosa y con esa sonrisa que me mostraba cada día de mi existencia y que me seguía pareciendo el gesto más hermoso que en mi vida haya visto.