Nuevos comienzos

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Cecilia

No sé qué más hacer, le marcó y le marco y él no me responde las llamadas, sé que no estaba de acuerdo con este proyecto, que era muy pronto, pero tampoco podía dejar que todo se nos viniera encima, mientras más tarden en enterarse de lo nuestro mejor. Realmente me encantaría que se diera cuenta que todo lo que hago desde el minuto uno es pensar en los dos, pensar en nosotros cuatro como familia, nada me hace más feliz que tomarlo en cuenta ante decisiones de nuestro futuro juntos, pero cada que se pone de esa forma me llena de coraje y emoción a la vez, vamos, es como un niño, ni siquiera nuestros hijos se comportan como él, pero bueno, esto lo sabía ya desde el día uno y nada iba a cambiar con el amor de mi vida... "Así es mi hijo Ceci... se comporta como un niñato cuando quiere, y mientras más lo consientes más trabajo cuesta sacarlo de dónde se encuentra..." Ay Carmina... cuánto retumbaban sus palabras siempre que Paco se ponía de esta forma, pero ni como hacerle.

Le dejé un par de mensajes y no respondía, estaba celoso, lo entiendo, pero no tenía porqué estarlo, no quiero estar con nadie más que no sea él. Decidí ir a buscarlo, pero antes debo prepararme, así que subí a mi habitación, me cambié con un vestido ligero y de abajo me puse algo que se le encanta, a falta de palabras siempre mi arma secreta salía a la luz con él, y yo muy bien sabía que no se podría resistir. Caminé a la habitación de juegos donde estaban los niños y los observé, se veían tan hermosos juntos, tan bellos ellos.

-Mis amores, iré a buscar a Paco a su departamento, ya está tardando mucho, se quedarán con Estela y Maura- Les dije mientras les daba un beso en la cabeza a ambos.

-Esta bien, Ceci, cuídate- Dijo Manuela cerrando los ojos ante el contacto de mi beso, nos habíamos vuelto tan unidas, una relación que siempre quise tener con ella y por fin la compartíamos y en la misma casa.

-Aquí los esperamos como siempre- Dijo Teo levantándose a buscar otro juguete. Mi hijo... cuánto había deseado tener una familia siempre y por fin éramos una...

Antes de irme me cerciore que todo estuviera bajo control y salí a buscarlo. Me subí a mi camioneta y conduje hasta su antiguo departamento.

Ya habíamos dado el siguiente paso, nos mudamos juntos y éramos una familia pero sé que él seguía inseguro porque yo no lo quería hacer oficial, por eso acordamos que ese departamento se quedaría intacto como un escape para ambos, cuando quisiéramos y necesitaramos tomarnos un tiempo (mientras no fuera largo para que no afectará a los niños todo sería perfecto) ese lugar iba a estar ahí sin ningún problema, pero es que son tantas cosas que me nublo y me da miedo pensar la reacción todos ante esta gran noticia.

No solo estábamos juntos, no, también vivíamos con nuestros hijos, estamos formando una familia y ambos sabíamos que esto no era reciente, llevábamos bastante tiempo compartiendo juntos, no era fácil admitir nuestra relación cuando no la empezamos en el mejor momento, y ambos lo sabemos, necesitamos encontrar el punto exacto e intermedio para no causarles un daño a esas dos criaturas que nos esperan con la mejor sonrisa siempre que llegamos a casa.

Al llegar, bajé del auto y saludé al portero, me dijo que el señor tenía horas allí arriba, así que me adentre en el ascensor y mientras esté subía me iba acomodando un poco en el espejo y retocaba mi pintalabios rojo, ese que tanto le gustaba tener sobre todo su cuerpo... si lo sabré yo.

Entre al departamento y lo ví sentado en el sofá delante de la ventana con un vaso de whisky en su mano a medio tomar, estaba pensando, siempre que toma un vaso de whisky piensa y piensa hasta dar con una explicación lógica para él. Ay Francisco... a veces eres tan cabezota como yo...

Hice el menor ruido posible y me serví una copa de vino, dejé el bolso en la repisa de la cocina y salí de allí en busca de mi hombre, él ya había notado mi presencia.

Abrázame muy fuerte- OneShot PaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora