Abrázame muy fuerte- OneShot Palia

Un berrinche más

Paco

Y aquí estaba, buscando mi maleta para salir corriendo con mis personas favoritas. Fue un viaje largo desde Budapest, y todo el tiempo que había tenido para mi en ese lugar me había dado cuenta que no quiero estar ni un segundo más separados de ellos, sé que fue un trabajo y el amor de mi vida me apoya como nunca he sentido ese apoyo, pero el simple hecho de no poder viajar de inmediato y correr a los brazos de mis hijos y de ella me estaba costando muchísimo asimilarlo, y no, no me bastaba solo las llamadas, necesito tocarlos y verlos con mis ojos. Ceci había mandado a alguien por mí, con esto del nuevo confinamiento estaba muy cuidadosa con los niños y conmigo a mi llegada de eso no me quedaba la menor duda, me había sacado el premio mayor con esa mujer. 

-Se ve emocionado señor- Me dijo Eduardo, nuestro chófer en ocasiones en las que ninguno de los dos podía recibir al contrario.

-Cómo no estarlo tío, si por fin voy a ver a mis chiquitos y a Ceci, ¿cómo han estado las cosas en casa?- Mi sonrisa era grande y tenía curiosidad de saber algo más de lo que yo mismo podía ver y leer por videollamadas y mensajes. 

-Ellos también están emocionados señor, y las cosas por la casa han estado tranquilas, claro, se le extraña demasiado pero ahora mismo eso va a cambiar, de eso estoy seguro- Solo pude asentir y escribirle a Ceci que ya estaba a punto de llegar.

Al estacionar fuera de la casa Eduardo bajo mi maleta y yo fui directo a la puerta, antes de siquiera meter la lleve en la cerradura la puerta fue abierta por la mujer de todas mis vidas. Estaba hermosa con un simple vestido negro y su cabello algo despeinado, una sonrisa que me entregaba los mejores sentimientos del puto mundo y me recordaba que ese era mi lugar en el mundo por siempre.

-¡¡Estás aquí!!- Gritó emocionada, se que moría por abrazarme pero tenía que desinfectarme por completo y yo no iba a poner objeción ante aquello, lo primordial era la seguridad de esas tres personitas hermosas antes que todo en la vida. 

-¡¡Hola!!- Le dije más emocionado que ella, mi sonrisa se lo decía todo y sus ojos se iluminaron con ese brillo tan característico de ella, ese brillo que solamente he aprendido sale conmigo y en los mejores en familia. 

Hice todo el protocolo que Ceci hace cada que llega alguien de la calle o de cualquier lugar fuera de nuestra casa, me dí una ducha rápida mientras ella le daba con sumo cuidado mis cosas a Maura y Estela para también hacer un protocolo con eso. Me alcanzó algo de ropa y me la dejo en el baño para ya salir vestido, tenía una sonrisa al ver sus manos dejar mi ropa encima de nuestro lavabo, me contuve demasiado para no jalarla conmigo y darme una ducha con ella, pero sabía que tenía que controlarme, habían sido largos meses sin ella y sin mis hijos pero ahora mismo iba a recuperar el tiempo perdido, de eso me aseguraría de la mejor forma posible. Hice todo lo más rápido que pude, moría por abrazarlos y sentirme en casa de nuevo.

Camine fuera del baño buscándolos pero no los escuchaba y menos sabía en dónde podían estar, se que algo traman así que solo recorrí la casa en silencio, mientras lo hacía aspiraba el olor que tanto había añorado mientras estuve lejos, ese olor a limpio, a frescura que emanaba de nuestro lugar, el aroma a todas las velas que mi mujer se encargaba de poner alrededor de nuestra casa, simplemente era emocionante el sentirse perteneciente a un nuevo lugar. Por fin estaba en casa. Al llegar a la sala de estar ví a mis tres razones de vida justo allí, parados y abrazados a Cecilia esperando a mi llegada.

-¿Por favor, me podéis dar un gran abrazo?- Les dije a los tres con algunas lágrimas amenazando salir de mis ojos y con una voz entrecortada que ni siquiera yo sabía que tenía.

Habían adornado toda la sala con algunos globos y serpentinas alrededor de los mismos, y justo enmedio de la sala habían puesto un hermoso cartel hecho por los tres que decía "Bienvenido a casa papi", eso me puso aún más feliz, mis niños estaban contentos de verme de nuevo a su lado.