Quiero más playa

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Cecilia

En serio tengo ganas de ahorcarlo, ¿¡cómo se le ocurre decir en mitad de una entrevista por llamada que pasaremos lo que queda de vacaciones juntos!? Es que en serio lo que tiene de guapo lo tiene de tonto, definitivamente ese hombre mío no pudo hacerlo de mejor forma… de verdad…

Manolo solo intentaba calmarme, pero, ¿calmarme para qué? ¿Para no asesinarlo de inmediato? Porque eso mismo iba a suceder si yo no ponía un alto pero ya.

-¡Tampoco es el fin del mundo Cecilia por Dios!- Cuando lo observé sabía por experiencia que había dicho algo para golpearlo pero con ganas.

-No es el fin del mundo, Manolito, solo que ya veo y escucho a todos esperando que cometamos el mínimo error para ellos armar sus teorías, que si los conoceré yo- Puse una mano en mi frente y seguí caminando de un lado a otro para tratar de calmar mi ansiedad y estrés.

-Le vas abrir un hueco al piso, ya, gobiérnate por el amor de Dios- Manolo se levantó para tomarme de los hombros.

-Y menos mal que dije que quizás no iría, además, ¿ese entrevistador que? Osea, ¡en serio me tomó por sorpresa! No tenía ni puta idea de que Francisco iba aparecer por obra y gracia del espíritu santo en nuestra llamada, es que hasta en eso se pinta solito...- Rodé los ojos para sentarme junto a Manolo en mi cama.

-Admito que lo admiro, es el primer entrevistador que no se hace el pendejo con respecto a lo que pasa con ustedes, además, Paco lo hizo porque estaba emocionado, nunca había soltado prenda de ustedes dos en público, es más, ni conmigo que yo lo sé todo por tí- Manolo río y yo le di un pequeño golpe en el brazos.

-¡Ya! Que no estoy jugando, es muy neta lo que te digo, no tengo humor siquiera para enfrentarlo pero lo tengo que hacer- Tomé mi teléfono y marque el número de Paco, no se había reportado porque sabía que había metido la pata hasta el fondo.

Llamada

-¡Amor de mi vida!- Dijo emocionado y un tanto nervioso.

-¿Si sabes lo que hiciste, verdad?- Manolo me observaba preocupado sabía que estaba enojada, y tan fácil no se me iba a pasar esto que sentía, es que de verdad solamente el me llevaba de pi a pa en un aplauso, y eso si que era difícil para mí, ni siquiera Teo en su etapa rebelde me había costado tanto trabajo como este hombre, pero es que claro, él no era cualquier hombre, era mi hombre…

-No quería, osea sí pero no así ¡¡Perdón!!- Su voz se escuchaba indecisa, tenía muchas cosas que explicar pero iba a jugar un poco con el.

-Te perdono pero no pienso ir a ese viaje donde se que todos estarán esperando mi llegada, le escribiré a tu familia por el grupo para explicar la situación y de antemano me tienes que disculpar con Malú, pero debes decirle que el motivo porque no voy es porque su bello padre tuvo una maravillosa idea eh...- Le dije y Manolo me abrió los ojos sorprendido, yo solamente hice un ademán sin importancia, además de esto me iba a tocar explicar mi llamada con él… no, sí de que íbamos bien íbamos bien… ¡Fenomenal!

- No, no puedes hacerme esto y menos a los niños amor, si, estás enojada conmigo y lo entiendo pero necesito ver a mi niño porque después de que comiencen las clases estará demasiado ocupado, y yo comenzando a rodar no voy a tener cabeza para estar con ustedes tres… no por favor...- Me reí tapando una parte del teléfono para que no escuchará, ay no, su voz era una delicia para mis oídos.

-Ya veremos qué sucede, Paco. Disfruta de tu playa- No lo deje terminar y solo colgué.

Fin de la llamada

-Antes de que digas algo, ¿cómo es eso de que ya estás en el grupo de la familia León? Que hija de puta ni me habías dicho nada- Manolo tomó mi teléfono para ir a ver el grupo en mi WhatsApp.

Abrázame muy fuerte- OneShot PaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora