Abstinencia

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Cecilia

Tenía una semana entera encerrada en mi estudio, una semana donde solo salía para convivir un par de veces para ver a los niños y volvía a adentrarme en comprender el papel que tenía encima, estaba leyendo un par de libros que el director me había dicho eran de mejor comprensión para el papel, a final de cuentas el contenido que fui encontrando en ellos me otorgó la certeza de que esa era la esencia que quería en esta protagonista.

Mi Paquito me había ayudado en todo, llevaba a mis niños a sus clases particulares, estaba todo el tiempo con ellos y siempre tenía unos minutos para pasar a darme unos cuantos besos, él sabía que esto era sumamente importante para mí, era una gran oportunidad para seguir creciendo como profesional y me dejaba el tiempo que yo necesitara para que me adentrara en mi mundo y nada me distrajera… bueno, solo a veces él con su carita tierna.

Estaba sentada en la ventana mirando hacia afuera, tratando de recordar la siguiente línea que venía, los niños estaban en la sala de juegos y Paco estaba sentado frente a mí mirándome fijamente, su compañía me hacía sentir más segura en lo que hacía y siempre me ayudaba a repasar, no me había dado cuenta que había sacado una foto, cuando gire a verlo me sonrió.

-¿Si sabes que eres una diosa?- Soltó de repente, giré mi mirada hacia él y le sonreí.

-Me lo repites muchas veces- Me encogí de hombros- Tanto que hasta me lo estoy comenzando a creer Francisco…

Necesitaba un descanso breve así que me levanté de mi silla para sentarme en sus piernas, no habíamos tenido mucho contacto en esta semana que había transcurrido y yo misma sabía que a ambos pero más a él le carcomía el alma…

-Te lo digo tanto porque es lo que eres- Beso mi cuello, eso causó un efecto en mí, como siempre.

-Amor...- Gemi despacito mientras trataba de levantarme de él y sus manos comenzaban a posarse sobre mi cintura.

-¿¡Un rapidito!?- Me dijo pícaro, reí y negué con la cabeza.

-Sabes que no puedo, tengo que concentrarme un poco más, ¿quizás luego, si?- Bese su mejilla y me levanté para volver a mi posición inicial, lo escuché suspirar frustrado.

-Iré a otro lado para que te concentres, no quiero ser el causante de que tu papel no salga como todo lo que haces en esta vida, así de bueno siempre...- Beso mi frente y sabía que iba con los niños a jugar play.

Me había comentado ayer por la noche que estaban aprovechando que estaban de vacaciones para pasar el mundo completo de Mario Kart, claro que me dejo a consideración que lo estaban haciendo en las horas que yo les permitía jugar.

...

Estaba en mi estudio leyendo un libro para mí papel cuando Paco entró con una bandeja en las manos.

-Traje una botana para la mujer más hermosa de todas- Deje el marca libros en la página que estaba y me levanté para abrazarlo, lo extrañaba mucho, dejó la bandeja en el escritorio y me abrazó con firmeza y seguridad, como solo sus brazos lo hacían conmigo.

-Gracias por siempre estar para mí- Le susurré, me separé y ví sus ojos, sabía que había encontrado a mi compañero perfecto, beso mis labios, sentía que tenía años sin hacerlo, primero eran pequeños picos pero luego me tomó de la cintura y yo de su chinos, comenzó a caminar conmigo y sentí el escritorio a nuestra espalda. Me subió en este y yo por inercia enrede mis piernas en su cintura, beso mi cuello a su antojo para luego mirarme a los ojos.

-Hola amor, te extraño...- Me hizo un puchero hermoso, lo bese y gire mi vista a la pequeña bandeja que había traído.

-¿¡Es enserio Francisco León!?- Él se encogió de hombros de la manera más inocente posible.

Abrázame muy fuerte- OneShot PaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora