Capítulo 2: Choque de intereses

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Con la sensación fuerte en el estómago, pregunté con balbuceo:

— ¿Q-qué?

Observé a mi hermano y él tenía una expresión, de decepción en los ojos. Me era difícil tragar y Lucas apretó con más fuerza, hasta que solté un gemido. Me soltó, pero me volvió a agarrar, con suavidad. No entendía nada. Y sentía que desayuno, me hacía vueltas en el estómago. Resoplé y sentí un nudo en la garganta.

— ¿De qué hablas? —inquirí, con la voz apretada. —Lucas, no entiendo...Yo...

Lucas me observó y respiró.

—Escúchame, no estoy seguro, pero creo que eso. ¡En serio! —afirmó. —Cleo solo hablo con papá, y por la expresión de papá, creo que hizo algo malo

— ¿Estás seguro? —susurré

Lucas suspiró y batió su cabeza, frustrado.

Luke...—musité, desolada su apodo

Fijó sus ojos chocolate en mí. Y observé el rostro de mi hermano; a pesar de ser joven, parecía mayor hasta pude notar alguna arrugas, en su ojos y en su frente. Aparentaba la edad que en realidad, tenía mentalmente. Y tenía un poco de barba en el rostro.

—Tal vez sea un error. ¿Estás seguro?—murmuré, agitada y Lucas, soltó su agarré. —Tal vez, se equivocan, quizás sea un error. Debe haber una explicación, Luke.

Lucas pasó una mano por su cabello, exasperado. Soltó un gemido y entonces, recordé. Me tensé pero intenté respirar y no perder la calma, aunque sentía que ya estaba perdiendo la paciencia.

>>> ¡Respira y cálmate! ¡Te estás volviendo histérica, idiota! <<< pensé

Mi corazón estaba acelerado e intentaba controlar mi respiración Uno, dos, tres, cuatro y cinco. Podía sentir el sudor de mi espalda y brazos; mis piernas dolían, igual que mi pecho cuando inhalaba y exhalaba.

—Luke—dije con suavidad. — Por favor, explícame que está pasando—le pedí

Lucas suspiró.

—Ven. Entremos y hablaremos, hermana...

Mi hermano se dirigió hacia la casa y yo lo seguí, sin nada más.

***

Cuando entramos, todos estaban dispersos entre la sala y la cocina. Will estaba en el largo sofá devorando un tazón de cereal, a pesar de haber desayunado. Él era un barril sin fondo. Mi papá estaba en el sillón y con una expresión, pensativa en la cara. Joel estaba en una de las sillas, de nuestra destartalada mesa, para comer, bebiendo café. Y Ethan estaba parado cerca de la chimenea, apretando la mano y con su celular en la otra. Observé la sala de estar, y caminé hacia el centro dónde estaba la vieja mesa de café, con algunos papeles encima y facturas viejas. Y entonces, miré a mí alrededor y vi que no estaban Chad ni Zack. ¿Dónde estaban?

— ¿Alguna noticia? —preguntó Lucas, mientras se alejaba de mí e iba hacia papá. Apoyó su mano en su hombro. — ¿Papá?

Michael reaccionó, y tocó la mano de su hijo.

—Chad y Zack fueron a asegurarse de todo, esté bien, Lucas—repuso mi padre, con tono cansado. —Nos avisaran si pasa algo...—añadió y suspiró

— ¿Estás seguro, Michael? —inquirió Ethan, inseguro

Michael levantó la vista hacia él.

—No estamos seguros, pero ya veremos, hijo...—comentó mi papá

Podía sentir el aire tensó. No se escuchaba nada, excepto el sonido de Will comiendo su cereal. Nadie me había mirado e inhalé.

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