Capítulo 14: El vecino

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No tuvimos noticias de Cleo y Sofía hasta el sábado por la mañana, de esa semana cuando volvieron de Londres. Chad, Zack y papá fueron a su casa a escuchar que era lo que tenían que decirnos sobre los correos y las fotos. Yo era un manojo de nervios, caminando de un lado para el otro en la cocina. Joel hizo el desayuno pero al verla no me dio nada de hambre. Will parecía insistente con que comiera algo; me dio un yogurt de fresa y me senté frente al televisor. Estaban pasando las noticias, sin nada interesante en el condado. Hice un mohín, mientras pasaban los comerciales. En eso pude ver a Ethan salir de las habitaciones de atrás. Tenía otro cambio de ropa, y su largo cabello escurría un poco de humedad y traía una toalla con él. Iba hacía la cocina cuando se detuvo y me observó. Me estaba mirando y yo a él.

— ¿Qué? — me preguntó, frunciendo el ceño

Negué con la cabeza.

—Naa-da —tartamudeé e metí otra cucharada de yogurt, en la boca

Ethan frunció el ceño, fue hacia la cocina para servir una taza de café. Lucas seguía durmiendo, Will y Joel estaban sentados en la mesa de la cocina, desayunando y yo con mi estúpido yogurt. Solté una risa mental, mientras miraba a los chicos; aunque parecían tranquilos, nadie estaba tranquilo. Algunos estábamos nerviosos, (Will y Joel), molestos (Ethan y Lucas) y preocupados, (Michael, Zack, Chad y yo). Estaba preocupada y asustada no solo por el asunto de las fotos y los mensajes —eso que no había recibido ninguno—, también estaba alterada porque había quebrado el pacto con Rick. Yo había roto el trato. Yo fui quien lo llamó, pero siendo un acto inconsciente de mi propia mente o ¿también mi corazón? Respiré y toqué mi barriga. Además de Will, nadie me decía que estuviera gorda o estaba engordando, quizás no lo habían notado o no les importaba cómo estuviera de peso. Mantuve la cuchara entre mis dientes, saboreando la fresa y analizando todo lo que había pasado en estas últimas semanas.

—Estoy jodida— murmuré, me hundí más en uno de los sillones de la sala

Después de eso me fui a mi habitación, me cepillé los dientes y tuve una urgencia de usar el baño. Terminando, fui hacia una de las mesitas de noche dónde mi celular se estaba cargando, lo agarré y lo encendí. Lo dejé sobre la cama y mientras me quitaba el pijama, escuché la notificación de un mensaje. Sentí que el corazón brincaba en mi pecho, mientras iba a mirar el celular. ¿Qué mensaje tendría?, ¿una amenaza?, ¿quizás una foto de la casa o de la ferretería?, ¿otra foto mía o de mi rostro lleno de horror? Sentí un escalofrío.

>>> Ya nada puede ser peor...<<<, pensé cerrando los ojos mientras agarraba el celular

Era un mensaje de Ellie. Y sentí un gran alivio. Respiré.

 Respiré

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Me reí

Me reí

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