21. Broma pesada

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|BROMA PESADA|

Aedus

Era un maldito cínico, estaba jugando sucio y lo sabía. Pero ya había avanzado de nivel y no me detendría hasta llegar al final. Debía alcanzar el nivel más alto y proclamarme ganador, yo jamás perdía y esta no sería la excepción.

Era un experto en las mentiras y en ocultar información, en guardarme mis emociones y en usar las palabras correctas. Había aprendido con el tiempo que las palabras adecuadas poseían un poder enorme capaz de otorgarte cada uno de tus deseos. Y para este momento, para alguien que ya había experimentado y vivido tanto, convencer ya me resultaba sencillo, fácil e incluso aburrido.

La ira contenida estaba haciendo estragos en mi sistema. Había decidido encerrar toda la furia hasta el momento que considerase oportuno para explotar. Tenía un cúmulo de emociones negativos que necesitaban liberarse, solo que el tiempo para hacerlo todavía no había llegado. Necesitaba más que nunca mantenerme sereno, tranquilo, conservar la calma para no realizar la estupidez que me pedía la mente que era estallar de una vez por todas y mostrarle al mundo que nadie estaba por encima de mí.

Pero como en un principio, aún debía ocultarme, suprimir mis sentimientos y emociones más que nunca porque por fin se había revelado mi objetivo en este jodido mundo que había aprendido a odiar. Ahora tenía una lucha que realizar por alguien que sabía valdría la pena.

Ella era el impulso que yo necesitaba para acabar con esta corrompida sociedad. El Concejo había arrasado con todas las normas creando unas propias, leyes que únicamente le daba más poder al codicioso de Grayson. Él era nuestro gobernador, la guía de todos los líderes, la persona que para estas circunstancias podría resultar más poderoso que un rey. La organización había tomado tanto que todos confiaban en nosotros, nos daban el permiso para actuar como requería la situación y a veces, infringiendo las reglas permitidas.

De pronto El Concejo tenía todo el apoyo de las personas más importantes del mundo y un enorme peso de confianza que no deberíamos quebrantar. Y por eso mismo sabía que levantarse contra esta organización era una pérdida de tiempo si no conocías sus debilidades. Porque como todo, la organización también tenía fallos, secretos que si conocían la luz podría llegar a hundirnos a todos porque el error de uno era el error de todos, nadie saldría impune de ahí.

Y yo estaba dispuesto a ser esa persona insurgente porque conocía cada uno de sus fallos, pero para logar un triunfo se necesitaba tiempo. Harun había adquirido muy buena información pero a esos híbridos rebeldes aún les faltaba mucho si querían terminar con el gobierno que exterminaba a su especie. Ellos podrán ser fuertes, poderosos, pero El Concejo contaba con el apoyo de sus especies.

Habíamos envenenado tanto la mente de los estables que dudaba que cambiaran de opinión con facilidad ante la evolución de la naturaleza. Y primero y principalmente, para que los insurgentes lograran su cometido necesitábamos que los estables no viesen más a El Concejo como su salvación, los híbridos rebeldes obtendrían un triunfo seguro si solamente se enfrentaban a los líderes y no a todos los que apoyaban esta organización. Y si eran estúpidos y hacían lo contrario, su derrota ya estaría asegurada, perjudicarían a más de ellos y podrían llegar incluso a la exterminación.

Grayson me insistió para que de una vez por todas llegara a la junta y de esa forma comenzar la reunión que había solicitado de emergencias.

Había visto a Rouse alejándose de mí, seguramente pensando lo considerado que era ante mi comprensión hacia la extraña situación que la hacía partirse en dos. Pero eso estaba muy lejos de la realidad.

Me transporté hacia el lugar de la reunión.

Grayson se encontraba en Escocia, nos había pedido a todos que lo alcanzáramos allí. Así que ahí fue donde aparecí.

ROSE |Híbridos Rebeldes II|✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora