Un gran viaje [Terminada]

Escuela

La escuela

—Recuerda lo que prometiste

—Si, no te preocupes Paul —Saco su maleta del asiento trasero y salió del auto —Cuídate —

—Adiós, te veo en unos días

—¡Si! —Le hizo de la mano viéndolo partir —¡Annabeth! —Corrió hacia el auto de una castaña que venía con dos rubios.

—Es la última vez que te dejo traernos, por eso prefiero venir sola —Se quejaba la rubia bajando con una maleta del convertible —Hola Percy —

—Pero llegamos a tiempo Annie —Hacia pucheros la castaña.

—Porque te saltaste dos altos Piper —Rodó los ojos el rubio.

—Hola, Malcolm, veo que vienes del mejor humor —El rubio miro mal al azabache.

—Me voy antes de que la tortura empiece. No sé como puedes aguantar que te hable de arquitectura todo el día.

—Que hable sobre lo que me apasiona, no es tortura Malcolm

—Para los que te oyen si —Comenzó a caminar lejos de ellos —Por eso detesto estar en casa de mamá cuando estás ahí —La rubia iba a contestarle, pero el azabache la detuvo y sólo negó con la cabeza.

—Esta en la etapa dónde lo avergüenza ser tu hermano, porque estás por dejarlo solo en la escuela —Decía el azabache, ella suspiro.

—Va a ser el primer año en que este solo. Siempre has estado a su lado, un grado más arriba pero a su lado —Intervino la castaña.

—Tienes que dejar que crezca Annabeth

—Yo lo dejo crecer, pero es mi hermano —Ella suspiro mientras caminaban con sus maletas al interior de la escuela.

—Si, pero empezarás la universidad. Empezaremos la universidad.

—Nuestro último viaje juntos ¡Hay que tomar fotos! —La castaña saco su celular.

—Jason ya quiero bajarme del auto

—Sólo deja que terminen de entrar —El rubio apretaba el volante entre sus manos.

—Pero si no vamos a saludarlos ¿Cómo vas a tener oportunidad de decirle? —Inquirio el latino, el rubio apretó los labios.

—Aún no es el momento para decirle —Susurro mirando por el espejo del auto a los que se tomaban fotos.

—Bueno tienes hasta que tomemos el bus, que es como dos horas —Leo miro su reloj muñequera —Y si no, yo lo gritare con mi altavoz —

—Tu no tienes un altavoz, Leo —Miro a su amigo extrañado, este sólo sonrió mientras esculcaba su maleta y sacaba un pequeño altavoz.

—Si que lo tengo, este chiquito, es más potente que uno grande —Lo metió en un cinturón de herramientas que se colgó en la cintura —Y pienso usarlo si no tienes valor para cuando subamos ese bus —Se bajo del auto con su maleta.

—No, Leo —Exhalo y se dejo caer sobre el volante haciendo que sonara la bocina.

—Ruidos molestos es lo único que ofrece este estacionamiento —Un hombre estacionaba una camioneta —Ya, abajo, que debo ir a trabajar —

—Adiós, papá, que te vaya bien —El castaño salió corriendo como alma que llevaba el diablo antes de que su hermano cabello de arcoíris lo agarrara.

—Pero me las vas a pagar Chris —Advertía Travis —Y tu no te rías Connor —

—Lo siento, pero se la debías en grande.