(Junio 24)
Aquel día soleado , no muy distinto a los demás, los ocho niños y su padre se encontraban en el comedor de la academia disfrutando de sus alimentos, como siempre se escuchaba Herr Carson a la hora de la comida, esta vez no era la excepción.
cuando el joven cinco clavó un cuchillo en la mesa y dijo -tengo una pregunta- a lo que Regginald le respondió
-la meta del aprendizaje es admirable, pero sabes que está prohibido hablar en las comidas-
c:-quiero viajar en el tiempo-
R:-no-
c:-pero estoy listo, he practicado los saltos, como me dijiste-
Todos se quedaron observando mientas qué número ocho le hacía señas a cinco para que se calmara y no hiciera una estupidez, esto fue inútil ya que después de unos segundos cinco salió corriendo, Mery (número ocho) fue tras de él, a unas cuantas calles de persecución se detuvo, cayó de rodillas gritando con su último aliento -cinco por favor!!- el chico noto que la joven estaba exhausta y regresó caminando hacia ella, y le dijo arreglándole un mechón de su castaño cabello-voy a volver, lo prometo - ,
con una sonrisa quebradiza la chica suspiró dejando caer unas cuantas lágrimas y abrazó al chico rogándole que no se fuera, pero ya era tarde, él ya había saltado en el tiempo.
La castaña regresó a la academia con la mirada vacía y los ojos rojos, se notaba que había llorado, Regginald le preguntó -¿lo alcanzaste?-
-sí- con la mirada agachada, -¿y por qué no está aquí?- cuando la pequeña iba a responder, Regginald dijo -como siempre, eres inútil, no sirves para la academia y ni mucho menos para tus hermanos- dando la vuelta para regresar al comedor, esas palabras marcaron la vida de Mery, la castigó por haber sido tan imprudente, la encerró en él mausoleo con Klaus, ambos se quedaron en un rincón esperando a que el maldito castigo terminara.Después de horas, Regginald dejo salir a Mery pero a Klaus lo dejo por más horas, hasta que pudiera dejar atrás sus miedos.
Cuando la pequeña salió, corrió a su habitación, se quedó acostada en su cama llorando, Se sentía tan mal, sabía que no volvería a ver a cinco en mucho tiempo.Ocho pensaba en cómo traer de vuelta a cinco, o ir donde él, pero cómo iba a saberlo, cinco nunca le dijo a donde iría, más bien a qué época.
..días después ..
Grace los llamo para la cena, bajaron todos, menos la ojiverde, Diego notó que no estaba y antes de sentarse se dirigió a la habitación de su hermana, abrió la puerta con sutileza y vio a la chica acostada viendo la ventana, se sentó en la esquina de la cama con la chica de espaldas y le dijo
D-Mery se que estás triste pero por favor acompáñanos en la cena, padre te volverá a castigar si no asistes-
La chica volteó a verlo y respondió -no tengo hambre hermano- con una sonrisa dolida, el chico sabía perfectamente que si, pero sabía que era más grande su dolor.
D-por favor, ya pasó una semana y solo sales de tu habitación para entrenar, no comes ni mucho menos convives, solo ven esta noche, padre no está de humor y no me gustaría que te castigasen-
La chica suspiró y se levantó, apenas se podía mantener de pie, estaba tan débil. Diego la ayudó a llegar al comedor, se sentaron, durante la cena Mery sólo movía la comida de un lado a otro en su plato, no podía dejar de ver el asiento de cinco vacío, las lágrimas le escurrían por las mejillas, hasta que no pudo más y dijo:
M-p..perdón, mejor me voy - para después levantarse y salir corriendo hacia su habitación. Regginald ni siquiera se molestó en llamarle la atención pues sabía que ella ya tenía idea del castigo que le esperaba, cuando número dos estaba a punto de levantarse para ir con ella, Regginald soltó -quién se mueva de su asiento limpiará toda la casa y no asistirá a la próxima misión-
La impotencia de todos abrumaba el comedor.
Cuando todos terminaron, se dirigieron a sus respectivas habitaciones, estaban agotados, al día siguiente tenían que entrenar.Todos se quedaron dormidos con la preocupación de que Mery siguiera triste por lo de cinco, no sabían como consolarla, mucho menos como animarla.
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𝖼𝖺𝖿𝖾́, 𝖽𝗈𝗅𝗈𝗋 𝗒 𝖺𝗆𝗈𝗋 (+18)
RomanceNo es la típica historia de ocho y cinco, esta está acompañada de romance, tristeza, desamor, dolor, traición ... tal vez una que otra cicatriz.