Entré al gran departamento y fui al baño del primer piso, lavé mi cara y luego la sequé con una toalla, salí de ahí y me dirigí a la cocina.
-hey, ¿cómo te fue en el supermercado? -dijo Vincent en cuanto me vio.
-bien- le entregué las cosas- ¡conocí a Krizz Solano! -grité.
-¿es en serio?- tomó las cosas y siguió cocinando.
-¡sí! me acompañó al supermercado y me dejó aquí en la casa también- mi felicidad se notaba a kilómetros.
-pues me alegro, espero que no hayas sido tonta, ¿le diste tu número?- rió.
-sí, claro que si- quedamos en silencio por un momento- Dios, mi teléfono no tiene nada de batería, ¡Krizz dijo que me llamaría!.
Dije eso y salí corriendo hacía mi habitación, saqué mi celular del bolsillo, y lo cargué. Lo revisé también y aún no tenía ninguna llamada, quizá se olvido de mí. Me quedé unos minutos tendida en mi cama y luego tomé un libro y comencé a leerlo, .-"Amigo: no te fies de la mujer; ríete de sus promesas! ¡Su buen o mal humor depende de sus caprichos!"-. así comienza Las mil y una noches. He leído tantas veces este libro y nunca me aburro. Seguí leyendo hasta que mi celular comenzó a sonar, miré la pantalla y era un número desconocido.
-si, ¿aló?.
-hey, preciosa, ¿cómo estás?- respiré hondo y hablé.
-¿Kristel?
-claro, ¿y quién más?- suspiré.
-creí que no ibas a llamarme, Krizz- ella rió.
-bueno, pero creíste mal- sonreí- ¿qué harás hoy?
-pues, nada.
-¿nada? ¿un viernes por la tarde?- se exaltó- esto es inaceptable, sal conmigo esta tarde, preciosa.
-¿qué?- okay, esta vez si grité.
-no grites- rió- ¿quieres ir a tomar helado luego?
-si, claro que si quiero- dije ansiosa.
-genial, paso por ti en una hora.
-está bien, nos vemos.
-hasta luego, preciosa- colgó.
Deje mi celular en la cama junto al libro y bajé corriendo a donde estaba mi hermano para poder contarle todo.
-¡Saldré a tomar helado con Krizz Solano!- grite.
-¿me estás avisando o me estás pidiendo permiso?
-te estoy pidiendo permiso, hermano lindo, hermoso, precioso- sonrió.
-aduladora- reímos- claro que puedes salir con ella.
-¡gracias, Vincent!- lo abrazé.
-ahora ve a sentarte a la mesa, el almuerzo ya está listo.
-¿qué hiciste de almuerzo, hermano?- le hice caso y me fui a sentar.
-Rainers Cherries para la princesa.
-que rico.
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Terminamos de almorzar y ya habían pasado más de 25 min. entonces me fui a arreglar para salir con Krizz.
Entré a mi habitación y abrí el armario, saqué una camiseta azul, un short negro y un poleron delgadito de color gris, tomé una toalla y fui a darme una ducha corta, luego salí, me sequé y me vestí con la ropa ya mencionada, ah, y mis vans grises. Como no me lavé el pelo, sólo lo peine y lo dejé suelto, maquillé mis pestañas y me heche perfume, luego fui a lavarme los dientes y ya estava completamente lista. Me senté en mi cama y seguí leyendo el mismo libro de hace un rato hasta que me llegó un mensaje... de Krizz.
-*hola, preciosa, pasaré por ti en 10 min. espero que estes lista. Xoxo.*-
Sonreí al ver el mensaje. Cerré el libro, guardé mi celular en el bolsillo, saqué un poco de dinero, me miré por última vez en el espejo y bajé. Me senté en el sillón, junto a mi hermano, hablamos unos minutos hasta que llegó Krizz.
-hola, Kristel- dije luego de abrir la puerta.
-hola- sonrió- ¿vamos, preciosa?- extendió su mano.
-vamos- agarré su mano, y mis mejillas tomaron un color rosado.
Caminamos sin decir alguna palabra, yo la miraba todo el tiempo, miraba sus hermosos ojos grandes, su nariz, su boca, cada facción de su cara, Dios, es hermosa. Estaba mirando sus ojos justo cuando ella se dio cuenta de que la miraba.
-¿por qué me miras?- sonrió.
-eres hermosa- me sonrojé.
-lo sé- rió.
-ésta mujer, tan egocentrica que salió- reí también- pero bueno, eres hermosa.
-estás tan sonrojada, _____- me cubrí las mejillas con ambas manos- eres linda sonrojada.
-harás que me sonroje aún más, Kristel.
-quita tus manos, eres bonita con las mejillas rosadas- extendió otra vez su mano.
-hm, bueno-reí y tomé su mano.
Caminamos hasta llegar a la heladería que quedaba en frente de su casa (gracias a la niña que me dijo haha), ella pidió un helado de chocolate y yo uno de pistacho, Krizz pagó los dos, pero antes de eso tuvimos una pequeña pelea haha yo no quería que ella pagara, pero bueno, igual lo hizo. Luego fuimos a un parque de por ahí cerca.
-Krizz tomo una servilleta y limpió un poco de helado que tenía en la mejilla- al parecer toda tu cara quería helado, ¿no?- rió.
-que vergüenza- me sonrojé.
-¿vamos al cine cuando terminemos los helados, preciosa?
-claro, pero con una condición, ¿eh?- comí lo último que quedaba de helado y me crucé de brazos.
-¿cual condición?
-yo pago esta vez.
-hm, no- terminó su helado y se levantó de la banca en la que estabamos- yo pago, vamos.
-nono, yo no me moveré de aquí hasta que digas que yo pagaré.
-entonces te quedas aquí sola porque yo iré al cine- comenzó a caminar.
-¡bien!- grité.
Kristel llego a otra banca, me miró y vino corriendo.
-y tú irás conmigo- me levantó y comenzó a caminar.
-Kristel Tamara Solano Bravo, bájame ahora mismo- grite y reí.
-yo pagaré, ¿verdad preciosa?- seguía caminando.
-sisi, pero bájame- me hizo caso- gracias.
-vamos al cine entonces- rió y tomo mi mano.
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holaa, perdón por no haber subido capítulo antes:c pero bueno, aquí está.
Muchas, muchas, muchas gracias por leer mi novela, y gracias a la niña que se la mandó a Krizz por ask haha
mañana subiré el otro, prometo ser constante con esto.
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Bye:) :*
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Please stay forever with me. [Krizz Solano]
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