CAPÍTULO 8: INDECENTES SIN CAUSA

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Kiwi se vistió con su ropa de siempre. Tomó un montón de afiches de chico perdido con la foto de Brat y los puso en una carretilla roja para no tener que cargar con su peso. El propio Brat en su forma canina lo seguía a todas partes por la calle.

—Estoy preocupado, Brat no ha aparecido y ya han pasado como dos días.

­­—¡Rofth! —ladró Brat corriendo junto a él con sus peludas patitas.

"Kiwi, estoy aquí. Es lindo que hagas esto porque te preocupas por mí pero..."

—Oye Hércules, ¿te parece que este modelo de afiche funcionará? —Kiwi le mostró a su perro un afiche con una fotografía de Brat en el uniforme de deportivo del colegio, decía: Chico desaparecido, llamar al siguiente número para información" habían dos números allí, uno era el de los padres de Brat y el otro el personal de Kiwi—. Espero que no me llame gente rara ni gente haciendo bromas.

­­­—¡AAUUUAUAUUUiuu! —aulló Brat, que en lenguaje canino sería algo como "La composición de la imagen está bien, pudiste usar una que captara mi lado bueno, aunque pensándolo mejor estoy reconocible"

­—Si ese modelo no funciona, la próxima semana pondré algunos de estos.

Kiwi mostró otro afiche, tenía otra foto de Brat, esta con ropa de calle y con un arco y flecha en la mano. Decía


"SE BUSCA A BRAT HAMMON

VIVO O MUERTO

RECOMPENSA"

—¿Raafth? ­­

"¡Kiwi! ¿Estás loco? Seré perseguido un social si pegas eso"

—¿No te gusta este? —preguntó kiwi con un dejo de tristeza—. Desearía tener a Tara para que traduzca lo que dices.

"Esa merluza no sabe ni expresarse en su propio idioma ¿Qué va a saber del idioma canino?"

Kiwi estuvo toda la tarde pegando los afiches en las paredes... de un edificio público donde esa clase de propaganda estaba prohibida... y solo en ese edificio porque era muy perezoso para recorrer toda la ciudad pegándolos. Eventualmente todo fue arrancado a la mañana siguiente.

En el camino a casa Kiwi se cayó al suelo unas tres o cuatro veces. Tenía las rodillas raspadas y lastimadas. Cuando se cayó llegando a cada Brat le lamió las heridas en un acto de piedad y cariño.

"Kiwi, debes tener más cuidado, te vas a quedar sin piernas"

El chico acarició a su cachorro con cariño y un dejo de tristeza al notar lo inútiles que eran sus pies.

—Es difícil caminar sin dedos gordos, no sabía todo lo que los necesitaba.

—¡Raff!

—Debo acostumbrarme a no tener esos dedos... pero ¿crees que pueda hacer algún deporte sin ellos? Trato de pensar en uno donde no tenga que correr mucho. Pensé en la esgrima pero para ese necesito manejar mi centro de gravedad. Ni siquiera para estar parado agitando un pincho sirvo.

­"Kiwi, no digas eso. Tú eres muy útil. Tienes otras habilidades apartes del deporte"

—Mmmm... Ya lo tengo. ¡Futbol! —concluyó Kiwi.

­"¡¿Qué?! Kiwi, en ese deporte tienes correr mucho"

—Lo haré en honor a Brat —dijo el ­chico—. Y cuando vuelva, él estará muy orgulloso de mí. Ya lo verás.

GENTE ROTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora