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Minutos después del parto de Tony.

El rostro de Tony estaba pálido, desolado y había abandonado todo rastro de felicidad, ahora solo era una cara, sin ganas de dibujar expresiones.

Sostenía a la bebé en sus brazos, pero solamente podía ver la pared blanca de la sala de partos.

Estaba ido, no sentía nada, no oía nada, las ganas de vivir se habían ido de la manera que su bebé se fue. Unas lágrimas silenciosas caían y él solo podía respirar sin entusiasmo.

Sostenía la manita, y solo la sostenía sin hacer movimientos, estaba muerto en vida, en esos segundos, o para siempre.

Trataba de buscar algo en que creer, buscando culpables no obstante no los había, no los quería ver, porque no tenía ánimos, se había caído, golpeado cara a cara, no odibaa a nadie y no quería a nadie, simplemente ya no podía sentir, solo un vacío gigantesco permanecía en su interior.

Steve no había movido los ojos de su bebé, no podía creer que Dios se la había llevó, sabemos que era un hombre religioso y sus principios cristianos continuaban ahí, pero sentía que el mundo se venía encima.

Su yo interno estaba muerto, y ahora no sabía qué hacer, no sabía si alejar el cuerpecito, no sabía si abrazar a su omega o no sabía si debía tirarse de la ventana. Pero aunque hiciera todo eso, nada, nada le devolverá la vida a la nena.

Lágrimas seguían cayendo de los ojos, del genio y del soldado, cualquiera diría que  morían de dolor con solo verles los ojos y las reacciones; ni siquiera oyeron su llanto, no la vieron a los ojos, no sintieron su aroma, y no... No verían nada más que su cuerpo dormido.

Natasha llegó por detrás y tomó a Steve por los hombros con un esfuerzo trató de hablar, lo único que salió fue una amarga tristeza.

¿Cómo se podía dar apoyo en esa situación?

-Steve, Steve -llamó pero Steve la ignoró, estaba lejos de ese lugar -. Los, los niños te esperan, sé... -Natasha se quebró y puso la mano en su boca, no podía hablar.

Loki se limpió los ojos y salió del lugar, no soportaba ver a Stark de esa manera, vio a Fenrir y Frigga, corrió para abrazarlos, no rompió en lágrimas porque no le correspondía a él dar esa noticia de esa forma.

Todos sabían la ilusión de ese bebé, todos habían pasado por esos sentimientos de espera y felicidad, los omegas sabían que cuando se llevaba un bebé dentro, la alegría era para siempre porque un bebé te daba las máximas recompensas y Stark perdió esa bebé.

Bruce se quitó los lentes y negó con el rostro triste, miró a Clint que no podía decir nada. Thor solo guardaba silencio, sintiéndose mal por su familia, sintiendo el dolor.

Pepper enterada de la situación, se veía decaida,  en el fondo el dolor no era como el de Tony pero si cercano, esa niña iba ser como su hija, sería su ahijada, su favorita. Ama a sus sobrinos por igual pero Tony no la había nombrado madrina de Peter, de Harley o Mary porque no sentía que debía, hasta que aquella criatura sintió dentro de la barriga la mano de Pepper y eufórica dio una patada.

Sabiendo bien lo que significaba ella para Tony, entró a la habitación y se sentó a un lado, tomó la mano libre de Tony.

Tony la observó y con poca fuerza, como si fuera un último suspiró, le sonrió.

-Hey. -Susurró Pepper formando una sonrisa,  claramente triste.

-Hola Pepper -murmuró Tony, borró la sonrisa falsa y despegó los ojos de los de ella.

-Tony mírame -pidió ella, él obedeció. Emitió un sonido cansado y ella le sonrió con fortaleza. -Vas a estar bien, tienes que descansar. -Ella se engañaba, el omega lo sabía,  nada iba estar bien.

Tony volvió a mirar la pared, y siguió en su estado vegetal, Pepper alcanzó a mirar el rostro de la bebé, se echó a llorar en silencio, no podía estar ahí, Tony Stark estaba muriendo y no podía salvar a su mejor amigo, su única familia.

Antes de irse se agachó y se apoyó en Steve.

-Steve, tienes que... Los niños te esperan, tienes que ir con ellos.

Steve no la oía o sí, pero no le prestaba atención, nadie podía expresar el dolor.

-Steve -repitió Pepper con amabilidad.

-Habla con ellos, habla con todos, no quiero salir de aquí. -Pepper asintió y llorando se alejó de la habitación.

La pelirroja se acercó y con un esfuerzo reunió a los adultos,  siendo fuerte contó lo qué pasaba. Todos estaban atónitos y confundidos pero más que nada tristes, el dolor de uno, era el de otro, esos sentimientos ajenos al egoísmo, los convirtió en familia.

-¡Tía Pepper! -Peter, Harley y María se acercaron y rodearon a la mujer alta -¡¿Ya nació, ya salió?! Dinos tía queremos verla.  -Rogó Maria.

Pepper tragó saliva y arrugó el rostro. No podía decirles no podía..

-Niños -susurró Steve y los tres se dieron la vuelta para recibir a Steve.

-¡¿Pops, podemos ver a papi y a la bebé?!

Steve con los ojos rojos se arrodilló frente a ellos, buscando fuerza en sus hijos.

-¿Papi lloraste? -Preguntó Maria asustada.

Steve tragó saliva y los unió alrededor de sus brazos.

Todos estaban sintiendo aquel doloroso momento. Tenía que ser él quien diera la noticia a sus hijos, debía ser fuerte por ellos, por ella, ella que ya se había ido, sin siquiera saludar.

-¿Pops, y la bebé? -Preguntó Peter.

Steve formó una media sonrisa. Su corazón se hacía chiquito y sentía que era arrancado por las garras de un oso.

-Chicos... -¿Cómo debía empezar?

Aclaró la garganta y trató de desechar las lágrimas que se asomaban pero fue imposible.

-Ustedes, son tres maravillosos jóvenes, fuertes, perfectos, y... hubiesen sido los mejores hermanos, de la manera que Peter es con Harley y que Harley es con Peter, de forma que... -Observó la carita preciosa de su Mary, le estaba rompiendo el corazón a la niña -; de la forma que Peter y Harley son con Mary, y Mary, tú eres excepcional, valiente, fuerte, todos quisieran tenerte de hermana.

Mordió sus labios y respiró hondo.

-Su hermanita ha nacido, nació sin cabello, siendo regordeta,adorable, como un ángel, ¿se acuerdan de los ángeles? -Los tres asistieron -. Bueno, esa niña preciosa y hermosa es un ángel ahora, ella ahora forma parte del cielo, de las estrellas y de nuestro corazón. Su hermanita, no podrá quedarse con nosotros porque se ha ido al cielo, a formar parte de... las nubes, del sol.

-¿Qué? ¡No! Tiene que quedarse yo la quiero para mi pops, tú prometiste que ella sería mía, mi hermanita y mi amiga, pops dile que vuelva que se quede! -María no comprendía todavía de lo que hablaba Steve, ella se le abalanzó al cuello llorando sin control.

-¡Ella murió, ella murió! -Chilló Peter y Steve asintió, lo halo del brazo, el niño se tiró al cuerpo de su padre.

Harley negó negó y negó, estaba ilusionado, estaba alegré sin nadie saberlo y ahora, ahora la espera había acabado, su pequeña hermanita murió.

Los cuatro lloraron, lloraron juntos, pero no se sintieron fuertes, los habían derrotado juntos, pero al mismo tiempo separados.

La Muerte De Mi BebéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora