C a p i t u l o 1

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[POV'S; ESCORPIO]

La música sonaba no muy alto en el cuarto de baño, la castaña estaba a punto de delinear su ojo izquierdo cuando se escucharon unos suaves golpes en la puerta, interrumpiendo por tercera vez consecutiva.

— ¡¿Que?! — Bramó, bajando el delineador.

— Hija, llevas ahí una hora. — Habló una mujer al otro lado. — ¿Te sientes bien?

La chica dentro del baño bufó, lo suficientemente alto, para que se escuchara.  —¿Puedes dejar de molestarme aunque sea solo un maldito minuto?

La mujer al otro lado no respondió, por lo que Escorpio supuso que ya se había marchado.

Luego de terminar de maquillarse abrió la puerta rápido, pero su madre aún estaba parada allí impidiéndole el paso, con una sonrisa de comprensión, esa sonrisa que siempre mostraba; pero nunca era real y Escorpio lo sabía, sabía que ella simplemente quería saber el porqué de todo lo que hacía, decía o pensaba, tratando de entenderla, aunque de todas maneras, jamás lo haría, jamás.

La chica la observó con desprecio, para luego pasar por su lado, empujándola un poco, e ir hacia la cocina.

— Cariño... — No hubo respuesta por parte de Escorpio, aún ignorandola por completo, tomó del estante un paquete de tostadas. — Hija,— Habló un poco más alto la mujer, pero siguió sin haber respuesta. — ¡Escorpio! — Bramó la mujer golpeando la mesada.

— ¿Y ahora que? — Contestó de mala manera y apoyó sus manos contra el concreto.

— Necesito que hablemos, por favor. — Dijo la mujer, todavía sin tranquilizar su tono.

Acercó su mano y la puso sobre la de Escorpio. La joven la miró extrañada, para luego quitar su mano bruscamente e ir a sentarse a la mesa, claro que no sin antes quejarse.

— Ya no puedo ni hacerme un sándwich, porque me molestas donde quiera que esté.

— Gracias — Caminó hacia el refrigerador, para luego sacar una mermelada de higo, y sacudirla con una sonrisa. — Tu favorita... — Sin poder evitarlo Escorpio sonrió a medias, esa acción le recordaba a alguien. — Bien, quería hablarte sobre algo, que vi la semana anterior. — Terminó de hacer el sándwich y sé lo entregó para luego sentarse frente a ella.

— Okay, ya dímelo. No tengo mucho tiempo. — Habló y le pegó un mordisco al sándwich, estaba extremadamente delicioso para su gusto.

— Hace una semana, como ya te lo había dicho, encontré un cartel, o más bien un chico me lo entregó, se trata sobre un campamento de verano. — Para cuando dijo campamento la castaña frunció el ceño, no estaba para nada interesada en ese tipo de cosas. —  Y me pareció divertido, ya sabes, porque... es la onda.

La mujer sacudió levemente su cabeza de un lado a otro, mientras que la chica pestañeo perpleja.

— Creo que ves mucha televisión, ya nadie usa lo de: «Eso es la onda» ¿En qué año crees que estamos?

— Oh bueno, creí que sería un poco divertido, pero veo que no. Como venía diciendo encontré este campamento y te anoté, así pasas un buen rato en el verano y conoces gente nueva. — Sonrió emocionada mostrando los dientes.

— ¿Que hiciste, qué? — La miró furiosa — ¡¿Como vas a anotarme en un lugar donde ni siquiera preguntaste si quiero ir?!

Se levantó de su asiento, agarró su mochila, la cual había preparado un rato antes, y caminó hacia la puerta dispuesta a salir del lugar.
Por más que la obligarán, estuviera drogada o ebria, no iría a ese lugar.
Tomó el picaporte con fuerza y cuando estaba a punto salir, su madre habló.

Campamento The Elements.  [zodiaco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora