18;

216 16 0
                                    

No sé cómo pero me he quedado dormida. Los brazos de Alexander me rodean y al echar la cabeza para atrás aspiro su perfume. Aún es intenso. Suspiro algo confusa y me muevo, buscando el sonido que me ha despertado. Sé que es mi móvil así que más me vale encontrarlo rápido. Miro a mi alrededor lentamente, intentando no hacer ruido. Cuando lo encuentro, no puedo evitar sobresaltarme al mirar la hora qué es. ¡Las 3 y media de la mañana! Y además tengo 3 llamadas perdidas de Madeline. Oh dios mío, me va a matar. Decido que lo mejor que puedo hacer es llamarla.

-¿Isabelle? ¿Dónde narices estás?-oigo que me susurra al otro lado de la línea cuando me coge el teléfono.


-Estoy en casa de Alexander.-susurro muy nerviosa. Tras un segundo de silencio, Madeline me replica, y no deja que la sorpresa y la satisfacción oculten su enfado.


-¿Y qué haces todavía ahí? Casi me matas del susto. ¡Me dijiste que ibas a llamarme!


-Lo sé, lo sé... Lo siento mucho, Madeline.-no puedo levantar mucho la voz, porque sigo en al cama de Alexander, y él sigue dormido.


-Mmm... ¿por qué susurras? Oh dios mío. ¡Está dormido! ¡Y tú estás con él! Oh dios mío.-Madeline habla muy rápido y yo siento que mis mejillas se calientan.


-¡No es lo que piensas!-me apresuro a decir.-Me he quedado dormida, ¿vale? Mira, ven a buscarme y...

-Isabelle, son casi las 4 de la mañana. ¡Estoy en casa! Mamá si despertaría si saliese ahora. ¿Y no crees que sería un poco raro que la "reunión en casa de Jackie" se cancelase a estas horas?-suspiro y sé que tiene razón.

-¿Y qué hacemos?-no sé ni para que lo pregunto, sé perfectamente cuál es la única solución.


-Bueno, está claro que ahí estás muy a gusto... Y no te pasará nada. Estás con Alexander. Eso sí, si te toca un pelo más de la cuenta, voy a su casa y...


-Vale, Madeline, ya está bien.-la interrumpo, sin poder evitar sonrojarme aún más.-Yo... me quedaré aquí y a primera hora de la mañana me iré a casa.


-Oh, no hace falta, yo iré a buscarte si quieres.


-Mmm... Bueno, vale. Gracias, Maddie.


-No hay de qué, Belle. Buenas noches.-me dice con un tono divertido, y antes de que pueda decir algo más, me cuelga. Suspiro y dejo el móvil en la mesilla de noche. Después, vuelvo otra vez a los cálidos brazos de Alexander y no tardo mucho en caer dormida.

The Moment I Knew.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora