The Moment I Knew.

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Escribo un mensaje rápidamente:

"Mamá. Estoy en casa de Jackie. Me voy a quedar a dormir aquí. No te preocupes si ves que no estoy por la mañana. Cogeré el primer bus que haya. Besos."

Pulso "enviar" y en cuanto lo he hecho, ya me estoy arrepintiendo. No solo por el hecho de que no me gusta mentir a mis padres sino también porque no quiero quedarme aquí. Quiero irme a mi casa y debería haber llamado a mi madre y haberle dicho que me viniera a buscar. Pero si no lo he hecho, sé que es porque una parte de mí desea quedarse aquí. Aunque no ocurra nada. Solo para estar cerca de Alexander. Me muerdo el labio inferior y suspiro. Justo en ese momento, algo me sobresalta. Un sonido. Mi móvil. Mi hermana Madeline me está llamando.

-Madeline.-digo nerviosa.

-Belle, ¿estás bien? Perdona por no haberte cogido el teléfono antes, no lo oía. ¿Estás ya en casa? 
-No.-es lo único que articulo a decir. ¿Qué hago? ¿Le digo la verdad? ¿Le miento?
-¿No? ¿Cómo que no? ¿Dónde estás entonces?-pregunta extrañada.
-En casa de Alexander.-digo con un hilo de voz.
-¿Qué? ¿Qué haces ahí?-parece sorprendida y algo enfadada, así que me apresuro a explicarselo todo rápidamente.-Oh, ya veo.-dice entonces, con un tono suave. 
-Por eso te he llamado tantas veces, Madeline, no sé qué hacer. 
-Bueno, yo puedo ir a buscarte si quieres, ya nos inventaremos algo para mentir a mamá sobre que lo de Jackie se canceló y ya está. 
-Yo... no sé. Vale. Sí, ven a buscarme.-me siento aliviada y a la vez decepcionada. Oigo como mi hermana suspira al otro lado de la línea. La imito y suspiro también. Algo hace que me sobresalte.
-¿Isabelle?-oigo una voz ronca que me llama. No contesto y me quedo helada.-¿Isabelle?-repite más fuerte. Mi hermana también me llama y entonces doy un pequeño brinco, como si acabase de volver a la realidad.
-Un momento. Ahora te llamo y lo hablamos mejor. Creo que Alexander se acaba de despertar.-y antes de que pueda decir nada, cuelgo el teléfono. 
-¿Isabelle?-ahora veo su rubia cabeza asomar por la puerta de su habitación, y al verme sonríe ligeramente. Luego me pregunta con voz ronca y con un tono confuso-¿Qué está pasando? No me encuentro muy bien.-veo que aunque sus ojos siguen teniendo la chispa del alcohol, ya parece más estable y sobre todo muy confundido.
-Xander, vuelve a la cama.-indico con un tono suave y le sonrío con cariño.-Todo está bien.
-¿Qué hora es? ¿Qué haces aquí?-vuelve a preguntar, sin moverse de su sitio. Yo me acerco a él y le empujo con suavidad hacia la cama, mientras digo:
-No te preocupes, ¿vale? Mañana te llamo y te explico todo. Ahora decansa.-él se tumba en la cama, finalmente haciéndome caso y yo le doy un beso en la mejilla. Sin poder evitarlo, me sonrojo. Estoy a punto de irme cuando noto su mano agarrarme fuertemente de la muñeca.
-Pero no te vayas...-me pide.-Quédate.
El corazón me da un vuelco y le miro a los ojos. Lo dice de verdad, lo noto. Sé que quiere que me quede, pero... no puedo hacerlo. No puedo. ¿O sí? Me muerdo el labio inferior y aparto la vista.
-Lo siento, Xander, pero mi hermana va a venir a buscarme, yo...-susurro.
-Por favor. Hasta que venga.-tira de mí y yo casi tropiezo.-Quédate.-susurra y cierra los ojos. 
Trago saliva y por una vez, soy algo egoísta.
-Vale, me quedaré.

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