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Miro al techo, agotada. Después de llegar a mi casa, mi madre y mi padre me han saludado, pensando que había pensado la noche en casa de Jackie. Sin embargo, sé que Jackie ha pasado la noche en compañía de otra persona... En fin, Madeline, que es la única que sabe la verdad, ya me ha hecho un buen interrogatorio, al que he contestado aún con el recuerdo de los brazos de Alexander sobre mí. Le he contado todo lo que pasó ayer con todo lujo de detalles. Y ahora, aquí estoy, después de una deseada ducha, tumbada en la cama y en un cómodo chandál.

Posiblemente debería llamar a Jackie, pero estoy demasiado cansada. Sin embargo, no puedo dormir porque no puedo parar de pensar y revivir la noche anterior. ¿Qué se supone que va a pasar ahora? ¿Vamos a volver a olvidarnos como pasó la última vez? ¿A dejar que el tiempo pase y alejarnos el uno del otro? ¿Sobre todo teniendo en cuenta que él ya no tiene novia? Aunque, de cualquier manera, que ya no la tenga y que el día anterior se comportase así conmigo no significa que yo le guste de ESA MANERA. ¿O sí? Agh. No puedo evitar soltar un gruñido. Esto es demasiado para una adolescente de 16 años. Y eso es lo peor de todo. ¡No sé ni que estoy haciendo! ¡Por el amor de dios, tengo solo 16 años! Y Alexander, no debo olvidarme de que él ya tiene casi 21. Podría considerarse hasta ilegal en algunos lugares que nosotros saliesemos juntos. Ese pensamiento me hace sentir culpable, y de repente tengo un dolor de cabeza que no me gusta nada. Ya estoy otra vez pensandolo todo demasiado. Suspiro. Para Madeline o para Jackie, todo es mucho más sencillo. Ellas solo me dicen que tenga cuidado, pero que vaya a por él, que no me deje llevar, pero que me divierta, que aproveche la oportunidad, pero que no se lo deje fácil. Bueno, ellas son las que no me lo ponen nada fácil. ¡Sus explicaciones son demasiado complicadas! ¿Acaso no es más sencillo decirme que lo deje, que abandone la misión? ¿Acaso no es más sencillo dejar de intentarlo? Sé que en realidad yo soy la que desearía que me dijeran eso, porque lo único que quiero es que alguien pare esta locura dentro de mí llamada amor. Pero en el fondo, no me puedo engañar; sé que le quiero y no voy a dejar de intentarlo, al fin y al cabo. Por eso Jackie y Madeline me aconsejan que siga a mi corazón, porque ellas saben tan bien como yo que le necesito, aunque no sea la mejor idea. Vuelvo a suspirar y cierro los ojos. Cuando consigo que me entre el sueño, me sobresalto al oír una melodía. Es mi móvil. Probablemente será Jackie preguntandose por qué no la he llamado antes. Pero el corazón se me acelera al leer de quién es la llamada entrante: "Alexander". 

The Moment I Knew.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora