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Me revuelvo en la cama, al ver que un peso cálido y recomfortante que antes tenía encima, se desvanece. Abro los ojos lentamente y me incorporo. Un confundido y desmejorado Alexander me mira con los ojos como platos y la cara blanca. Le doy una media sonrisa de culpabilidad y no puedo evitar que la vergüenza se instale en mis mejillas. 

-Belle...-murmura y luego mira su cama.-Oh dios mío. ¿Qué he hecho?-se revuelve el pelo y parece muy afectado por algo. Entonces comprendo lo que está sugiriendo.

-¡Por dios!-me tapo la cara con las manos, aún más avergonzada.- ¡Alexander! No pasó nada de... eso, si es lo que crees.

Él suspira aliviado. 

-Ah, bueno...-él suspira y se frota la sien.-Buff... qué dolor de cabeza. 

-Es lo que pasa cuando uno se emborracha.-sin quererlo, utilizo un tono de reproche y Alexander me mira con una expresión de arrepentimiento.

-Yo... me acuerdo de algunas cosas. Sé que me emborrache y bueno... vomité, ¿no?-yo me limito a asentir- así que me trajisteis aquí, Jackie, Jack y tú. Y después... bueno, ¿Nicole?

Yo trago saliva y vuelvo a asentir:

-Vino aquí para "hacer las paces" pero al ver que estaba aquí...

-Lo siento, Isabelle.-me coge de las manos y bufa.-Oh dios, soy un Oops. Olvida lo que te dijo, sea lo que sea, seguro que fueron todo mentiras para hacerte sentir mal...

"¿Por qué sino iba a estar Alexander hablando de ti todo el día?" Bueno, realmente, preferiría que esa parte NO fuera mentira.

-Sí... No, no pasa nada. No te preocupes. La que lo siente soy yo, he arruinado toda oportunidad que tenías de volver con ella.-digo y miro hacia el suelo. Le oigo refunfuñar y luego me levanta la cara por la barbilla.

-Oye, no te disculpes. No quiero volver con ella. Mejor que se pensara que estaba aquí contigo o lo que fuera. Es mejor así. En serio.-él sonríe pero luego echa la cabeza para atrás, haciendo un gesto de dolor. Sonrío levemente y luego me levanto de la cama.

-Creo que debería irme.-me aliso el vestido con las manos y veo que él me mira, un poco ¿decepcionado?

-¿Ya? Bueno... Muchas gracias por quedarte ayer conmigo. No tenías por qué hacerlo.

-Bueno, me lo pediste y ¿cómo te iba a decir que no?-contesto, y vuelvo a sentir que me sonrojo. Él sonríe.

-De todas formas, gracias. De verdad lo... te necesitaba.-me acerco a él y le doy un beso en la mejilla. Aún muy cerca de su cara, le digo.

-No las des. Fue un placer.-entonces me separo bruscamente y, asegurandome de que llevo todo, me acerco a la puerta.-Luego te llamaré para ver qué tal te encuentras. Hasta luego, Xander.-sin darle tiempo a que responda, salgo de la habitación y cierro la puerta.

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The Moment I Knew.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora